“Falta mucha gente, lo más probable es que este bajo los escombros de decenas de casas destruidas”, informó el responsable del servicio de emergencias en la Franja, Moawiya Hasanein.
Los servicios de rescate encontraron los cadáveres de 35 palestinos entre los escombros de un edificio en el barrio de Zeitún, en la ciudad de Gaza, bombardeado por el Ejército israelí.
Las fuerzas israelíes detuvieron sus ataques por segundo día consecutivo para que la población pudiera salir de sus casas y las ambulancias atender heridos y recoger cadáveres.
Acabado el plazo, aviones de guerra israelíes reanudaron los bombardeos y los tanques el disparo de proyectiles.
Según imágenes de televisiones locales, se trata aparentemente de bombas de fragmentación, cuyo uso contra civiles prohíbe el Derecho Internacional Humanitario.
En los ataques de este jueves han muerto once palestinos y han resultado heridos unos cuarenta, según Hasanein.
En un comunicado, la ONG israelí Btselem pidió al Ejército israelí -que invadió Gaza el pasado 3 de enero- que permita la evacuación de varios heridos atrapados entre cascotes.
Varios palestinos han muerto a consecuencia de sus heridas por falta de atención médica, pues las tropas israelíes impedían el acceso a las ambulancias, según testigos.
Hasanein pidió a las “organizaciones humanitarias del mundo que actúen lo más rápido posible para detener una grave y auténtica crisis humanitaria”.
La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) anunció que suspende sus operaciones en Gaza tras la muerte esta mañana por fuego del Ejército israelí de un conductor de uno de sus convoyes humanitarios.
“No podemos continuar operando de esta manera” dijo en Jerusalén uno de los portavoces de la UNRWA, Francesc Claret, quien resaltó que el convoy “estaba claramente marcado con la bandera de las Naciones Unidas y su recorrido se había coordinado con las Fuerzas Armadas israelíes”.
“Cuatro empleados de la ONU y decenas de refugiados y civiles” cobijados en dos escuelas de la UNRWA han muerto esta semana por fuego del Ejército israelí.