Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El gobierno del presidente Gustavo Petro tiene casi que este fin de semana y el inicio de la próxima semana para dejar pactados varios acuerdos frente a su reforma laboral, que si bien ha empezado a llamar como “contrarreforma” por los cambios que se le pueden aplicar en el Senado, sí quiere sacar adelante y mostrarla como una victoria de la izquierda.
Lea: Se cocina una coalición entre Sergio Fajardo, Juan Manuel Galán y el partido MIRA.
La Casa de Nariño sabe que el tiempo es realmente apretado, pues si la reforma no sale de su último debate en la plenaria del Senado, así como de la conciliación en Cámara y Senado a más tardar el próximo 20 de junio se hunde, perdiéndose todo el trabajo que han adelantado tanto Ejecutivo como Legislativo.
Quedan 19 artículos por aprobarse en la plenaria, siendo estos algunos de los más complejos para lograr un consenso mayoritario, como el modelo del contrato de los aprendices del Sena y la hora exacta del inicio de la jornada nocturna, así como a qué empresas les aplica.
Posiblemente el lunes se logre avanzar sustancialmente en su trámite y la mayoría apuesta a que ese mismo día se aprueba todo el articulado, así como el título y la pregunta. El problema estará realmente en la conciliación, proceso que deben aprobar Cámara y Senado.
Desde el Pacto Histórico hay cierta preocupación por este momento, todavía más porque se tendrían solo cuatro días para esta fase y todo o nada podría cambiar si se rompen los acuerdos.
Por eso mismo es que el Gobierno dijo que el único camino que le quedaba para garantizar un plan b era el de decretar la consulta popular, como lo hizo el presidente Petro, pues si la reforma laboral se hundía tenía la alternativa de llamar a las urnas para que sean los ciudadanos los que voten por los cambios en el sistema laboral que deseen.
Lea también: Presencia de Fuelantala en cita de la Procuraduría también generó división en su partido.
Pero este tampoco es un camino sencillo, pues son muchos los argumentos desde varios sectores que indican que el “decretazo” sería inconstitucional y finalmente se caería en su estudio en los altos tribunales. Mientras tanto hay una fuerte pelea entre oficialismo y oposición por la consulta y la Registraduría está preocupada al no saber cómo moverse, preguntándose si acata o no el decreto y llama a las urnas para el próximo 7 de agosto.
El Congreso reconoce que detrás de la reforma hay toda una jugada política: aprobarla es darle cierta victoria al Gobierno, con el que anda tan enemistado. Pero hundirla es darle la razón a Petro frente a su premisa del bloqueo institucional.
Tampoco es momento para hundir proyectos que tocan tantos intereses de los colombianos, pues se lo “pueden cobrar caro” en las urnas. Por lo mismo buscan un punto medio.
El Gobierno insistirá en su retórica de la consulta popular, que ya escaló al nivel de una eventual Asamblea Nacional Constituyente. Además, para este lunes está convocado un plantón frente al Congreso para presionar a los legisladores.
👁🗨 Conozca cómo votan los senadores y representantes a la Cámara en ‘Congreso a la mano’.
👉 Lea más sobre el Congreso, el gobierno Petro y otras noticias del mundo político.
✉️ Si tiene interés en los temas políticos o información que considere oportuno compartirnos, por favor, escríbanos a cualquiera de estos correos: hvalero@elespectador.com; aosorio@elespectador.com; dortega@elespectador.com; dcristancho@elespectador.com; mbarrios@elespectador.com ; lbotero@elespectador.com o lperalta@elespectador.com.
