‘Alan Jara estuvo en peligro’

A pocas horas de que se produzca la liberación de seis secuestrados anunciada por las Farc, la senadora Piedad Córdoba hizo la alarmante revelación de que hace cinco días la vida del ex gobernador del Meta Alan Jara, uno de los dos civiles que saldrían del cautiverio, estuvo en grave peligro, al parecer en medio de bombardeos.

Movida por esa preocupación, llamó la atención sobre los riesgos del proceso y pidió agilidad para que ninguno de los tres grupos en los que se dividió el operativo de liberación corra peligro durante el desplazamiento hasta el punto de las coordenadas: “Ustedes saben que nosotros estamos haciendo esta tarea en medio de lo que es la política de seguridad democrática (...) lo que significa bombardeo, persecución, y uno de los riesgos es que se pueda morir una de las personas que van a ser liberadas, pero será el propio Jara, cuando sea liberado, quien contará todos los pormenores de lo que sucedió”.

La noticia se conoció un día después de que el Gobierno se comprometiera a suspender las operaciones militares en las zonas de entrega de los secuestrados para darles seguridad a las partes. Sin embargo, la esposa del ex gobernador del Meta, Claudia Rugeles, lamentó que el compromiso del Ministerio de Defensa no se hubiera pactado desde antes, “hoy tengo que agradecerle a Dios esa protección que le dio a mi esposo para que no le ocurriera nada y pido que me lo devuelva con vida”, dijo.

La senadora liberal se reunió al mediodía de ayer con Claudia Rugeles y Patricia Nieto, esposa de Sigifredo López —el otro posible liberado—, en la Casa de la Mujer en Bogotá, donde solicitó al país que el próximo domingo se sume a una vigilia para que la operación se dé en paz y sin riesgos de ninguna naturaleza.

Según trascendió durante la reunión, los secuestrados llegarán a Villavicencio, Cali y Bogotá, por lo que se presume que los políticos Jara y López irán directamente en sus regiones (Villavicencio y Cali, respectivamente) y los uniformados a Bogotá. Lo que se desconoce es el orden de las liberaciones.

Por cuestiones de distancia entre una ruta y otra, Córdoba confirmó  que la operación ocurrirá los días domingo, lunes y miércoles: “Lo que sigue después de esto es el acuerdo humanitario, el futuro es posible, es positivo. Nos encargaremos de que las partes se sienten y lleguen a acuerdos para la entrega de las personas, tanto de los que están en las cárceles como de los que están en la selva”.

En Bogotá el movimiento Colombianos por la Paz se reunirá en el Planetario con rumbo a la Catedral Primada, para orar por las liberaciones. “Los familiares pedimos que, independientemente de la religión a la pertenezca cada persona, ruegue por la protección de la misión”, agregó Claudia Rugeles.

La esposa del ex diputado del Valle contó que la Navidad en su casa sigue a la espera de Sigifredo. Invitó a que en cada ciudad del país las personas salgan a las calles para decirles a los hombres y las mujeres de Colombia que siguen internados en las montañas: “los queremos y no vamos a dejar de luchar”.

Rugeles y Nieto alistaron sus maletas para viajar hoy a sus regiones a ultimar los detalles de la anhelada llegada, mientras que los familiares de policías y militares siguen sin conocer nombres y rezan para que a sus hogares les llegue el turno de estar completos otra vez.

A pocas horas de que se produzca la liberación de seis secuestrados anunciada por las Farc, la senadora Piedad Córdoba hizo la alarmante revelación de que hace cinco días la vida del ex gobernador del Meta Alan Jara, uno de los dos civiles que saldrían del cautiverio, estuvo en grave peligro, al parecer en medio de bombardeos.

Movida por esa preocupación, llamó la atención sobre los riesgos del proceso y pidió agilidad para que ninguno de los tres grupos en los que se dividió el operativo de liberación corra peligro durante el desplazamiento hasta el punto de las coordenadas: “Ustedes saben que nosotros estamos haciendo esta tarea en medio de lo que es la política de seguridad democrática (...) lo que significa bombardeo, persecución, y uno de los riesgos es que se pueda morir una de las personas que van a ser liberadas, pero será el propio Jara, cuando sea liberado, quien contará todos los pormenores de lo que sucedió”.

La noticia se conoció un día después de que el Gobierno se comprometiera a suspender las operaciones militares en las zonas de entrega de los secuestrados para darles seguridad a las partes. Sin embargo, la esposa del ex gobernador del Meta, Claudia Rugeles, lamentó que el compromiso del Ministerio de Defensa no se hubiera pactado desde antes, “hoy tengo que agradecerle a Dios esa protección que le dio a mi esposo para que no le ocurriera nada y pido que me lo devuelva con vida”, dijo.

La senadora liberal se reunió al mediodía de ayer con Claudia Rugeles y Patricia Nieto, esposa de Sigifredo López —el otro posible liberado—, en la Casa de la Mujer en Bogotá, donde solicitó al país que el próximo domingo se sume a una vigilia para que la operación se dé en paz y sin riesgos de ninguna naturaleza.

Según trascendió durante la reunión, los secuestrados llegarán a Villavicencio, Cali y Bogotá, por lo que se presume que los políticos Jara y López irán directamente en sus regiones (Villavicencio y Cali, respectivamente) y los uniformados a Bogotá. Lo que se desconoce es el orden de las liberaciones.

Por cuestiones de distancia entre una ruta y otra, Córdoba confirmó  que la operación ocurrirá los días domingo, lunes y miércoles: “Lo que sigue después de esto es el acuerdo humanitario, el futuro es posible, es positivo. Nos encargaremos de que las partes se sienten y lleguen a acuerdos para la entrega de las personas, tanto de los que están en las cárceles como de los que están en la selva”.

En Bogotá el movimiento Colombianos por la Paz se reunirá en el Planetario con rumbo a la Catedral Primada, para orar por las liberaciones. “Los familiares pedimos que, independientemente de la religión a la pertenezca cada persona, ruegue por la protección de la misión”, agregó Claudia Rugeles.

La esposa del ex diputado del Valle contó que la Navidad en su casa sigue a la espera de Sigifredo. Invitó a que en cada ciudad del país las personas salgan a las calles para decirles a los hombres y las mujeres de Colombia que siguen internados en las montañas: “los queremos y no vamos a dejar de luchar”.

Rugeles y Nieto alistaron sus maletas para viajar hoy a sus regiones a ultimar los detalles de la anhelada llegada, mientras que los familiares de policías y militares siguen sin conocer nombres y rezan para que a sus hogares les llegue el turno de estar completos otra vez.