Salsa diplomática
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En medio de la tensión diplomática con Estados Unidos, mientras los presidentes Petro y Trump se lanzaban insultos por redes sociales, la Embajada de Colombia en Washington utilizaba “todas las formas de lucha” para mantener activados los muchos puntos de encuentro en la relación bilateral. Además del trabajo político con información y contexto, esta semana, entre sus estrategias de distensión con círculos políticos, organizaron clases de salsa en el hermoso ballroom de la residencia que habita Daniel García-Peña, para los asesores de varias oficinas de la Cámara y el Senado (staffers). Acudieron unos 40, número nada despreciable considerando la tensión entre los presidentes, y también la parálisis de funciones gubernamentales debido a la falta de aprobación del presupuesto por el Congreso de ese país.
Efecto Trump
Las entidades adscritas al Ejecutivo recibieron hace poco la instrucción de determinar cuáles son las ayudas que llegan desde Estados Unidos y cómo se están utilizando para diversos frentes. En medio de la pelea entre los presidentes Gustavo Petro y Donald Trump, lo que quiere la Casa de Nariño es demostrar que, como lo han venido diciendo varios ministros esta semana de forma pública, esos recursos gringos supuestamente llegan solo a oenegés que terminan contratando con firmas estadounidenses para implementar los proyectos trazados. Incluso, se revisaron los presupuestos recientes para ver si esas partidas estaban incluidas o no. El resultado de la verificación no es del todo conocido, pero el jefe de Estado ya aseguró que, desde su óptica, no se necesitan. En entornos de trabajo social en las regiones piensan lo contrario.
Constituidos
Los ministros del Interior, Armando Benedetti, y el ahora exministro de Justicia, Eduardo Montealegre, lograron superar sus duras diferencias, al menos de forma temporal, para darle vida política y jurídica a la propuesta constituyente que promueve el Gobierno del presidente Gustavo Petro. En la Casa de Nariño confirmaron que sus equipos y en algunas ocasiones ellos de forma directa se reunieron para construir el relato que se requiere con el fin de que una cirugía profunda a la Constitución de 1991 se vuelva la carta proselitista de cambio —así la llaman— para mover a sus bases en 2026. No a todo el gabinete lo convence esta idea, y en Palacio saben que poco futuro tiene, pero la usan como bandera discursiva. Al final, la herida quedó abierta y se habló de “saboteo” entre ellos a sus gestiones.
Los pactos
Por estos días de convulsión política en los que la consulta de la izquierda tuvo varios ruidos a su alrededor, por fin se supo cuál es el pacto que se hizo entre el petrismo purasangre para elegir la cabeza de la lista al Senado. Si bien hizo carrera pública que ese cupo sería para María José Pizarro, lo cierto es que el acuerdo indica que el puesto se elegiría de la siguiente tríada: el segundo en la votación por la carta presidencial y la mujer y el hombre más votados en el tarjetón de Congreso, que también está en urnas este 26 de octubre. En todo caso, quien terminará decidiendo todo es el presidente Petro, pese a que se diera este acuerdo previo.
En campaña
Esta semana en que el expresidente Álvaro Uribe fue oficialmente notificado de que la condena en su contra se cayó en segunda instancia, lo que lo habilita para entrar de lleno a la contienda electoral de 2026, el Centro Democrático comenzó de inmediato a trazar una agenda con el exmandatario para que acompañe candidatos, fortalezca su aspiración al Congreso en el puesto 25 de una lista cerrada al Senado y busque canales con otras fuerzas de oposición para darle forma a una coalición de centro-derecha que enfrente al petrismo. Los precandidatos de este lado del espectro también están buscando espacio en la agenda del exjefe de Estado, pues la foto a su lado puede ser aprovechada para impulsar una aspiración.
Las listas
Y en otras listas los movimientos también siguen. El llamado clan Aguilar, de Santander, impulsaría dos nombres en las listas del Partido Liberal: Cristian Argüello y Richard Aguilar; de otro lado, en el Nuevo Liberalismo cuentan con que María Lucía Villalba, hija de Rodrigo Villalba, gobernador del Huila, entre a sus planchas y no se vaya a las otras toldas rojas; el grupo de los Torres quiere impulsar para el Senado a Camilo Torres, hijo de la exrepresentante Martha Villalba, y se buscan caminos para definir la suerte del legislador Dolcey Torres, quien podría dejar el Capitolio. Y en los verdes, entre otras cosas, se habla de un posible distanciamiento entre el gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, y Jaime Raúl Salamanca, expresidente de la Cámara, lo que implicaría el apoyo a otros nombres; esto es clave, porque el primero es el jefe político con más poder en esta colectividad y su antiguo aliado hace campaña en ese departamento.
El perdón
En medio del evento de paz del viernes entre el Gobierno nacional y exjefes paramilitares en Valledupar, la directora del DAPRE, Angie Rodríguez, reveló que fue víctima del conflicto armado y que en medio de las sesiones privadas recibió una solicitud de perdón de los ex-AUC. “En este proceso hemos tenido por parte de ellos unas disculpas y un perdón que quiero aceptar públicamente porque creo que es el mensaje que tenemos que entregarle al país”, dijo Rodríguez. Explicó que un tío y un primo suyos fueron asesinados en el Meta y que la responsabilidad del hecho había sido de las Autodefensas de Urabá y Córdoba, que ampliaron su actuar criminal por todo el país.
“Entrelazados”
Entrelazados es el título del libro de memorias del expresidente César Gaviria, recién publicado por el sello editorial Planeta, y donde recuerda sus vivencias junto al presidente Virgilio Barco y el líder liberal Luis Carlos Galán, previo a la Constitución de 1991. Entre las fuentes consultadas estuvo el archivo privado de Barco y el archivo del propio Gaviria, que conserva el Instituto de Gobierno de la Universidad de los Andes. Allí recuerdan estas palabras de Gaviria en la conmemoración de los 30 años del gobierno de Barco: “Aquí aprendí a ser liberal en medio de dos corrientes un poco disímiles. Una es la del marxismo de su época, que era un instrumento de análisis. Tal vez los Andes era la única universidad en donde todos hablábamos de marxismo, pero no todos éramos marxistas. En las otras universidades, todas eran marxistas, sin excepción. Me refiero a las universidades públicas y privadas, salvo tal vez en esa época la Universidad Javeriana y la del Rosario. Todos los estudiantes teníamos que saber sobre marxismo, o si no uno no estaba en la conversación, no existía. Sin embargo, aquí aprendí economía liberal, conocí todos los clásicos (…) En los Andes a mí me enseñaron (…) que la política era importante, y yo, por eso, contra todo pronóstico, salí político”.
MICROLINGOTES
Por ÓSCAR ALARCÓN NÚÑEZ
Montealegre siempre fue el ministro Davivienda, porque estaba en el lugar equivocado.
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Las relaciones de Petro con EE. UU. han pasado de Rubio (Marco) a Moreno (Berny).
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Para Petro el Premio Nobel de Paz fue para María Corina Manchado.
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El presidente cambió la paz total por el lápiz total.
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Cuando Benedetti habla de Constituyente, se ha fumado más de una papeleta.
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“Quiero agradecer a Vicky Dávila. Ella me apoyó Semana a Semana”: Uribe.
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Le dijo el caballo a su jinete: “He sido víctima de un montaje”.
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Por Redacción de El Espectador
