Alto turmequé: de banderas, guerras y archivos

Cuestión de banderas

El jueves, en un sector a las afueras de Montevideo llamado Rincón del Cerro, el presidente Gustavo Petro le entregó la Cruz de Boyacá al exmandatario José “Pepe” Mujica por su liderazgo en la integración latinoamericana desde una visión de izquierda y progresista. Pero la cita, que no pasó de 45 minutos, tuvo un curioso episodio que este diario atestiguó. Colombia quería que se desplegaran las banderas del M-19 y del Movimiento de Liberación Nacional -Tupamaros–, guerrillas en las que ambos militaron– y que sonaran sus respectivos himnos, pero la salud del uruguayo hizo que todo se acelerara. El propio Mujica recordó que no puede estar mucho tiempo parado y que pedía acelerar el protocolo, por lo que Petro terminó doblando la bandera del eme y entregándosela a Laura Sarabia, directora del Dapre, para guardarla. Fue en ese momento que se dio un corto diálogo entre los dos –Petro y Sarabia– sobre por qué no se había previsto eso. Lo cierto es que los asesores de Mujica sí les dijeron a los de Petro que tocaba recortar al máximo la cita.

Cita previa

De manera imprevista, pero con la premura que exigía una decisión como la que se estaba cocinando, en la noche del martes en San Andrés –durante poco más de dos horas y antes de partir hacia Uruguay–, el presidente Gustavo Petro se reunió en privado con varios ministros, entre ellos el saliente de Hacienda, Ricardo Bonilla. Allí, según varias fuentes, se dialogó sobre la renuncia del funcionario salpicado por el escándalo de corrupción de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd) y el impacto que la mención de su nombre en los expedientes judiciales está teniendo en los mercados. El mandatario no quería que uno de sus hombres de confianza dejara el gabinete, pero el costo estaba siendo alto. Eso sí, y aunque le pidió luego la dimisión de forma pública a través de la red X, y justo cuando ejercía funciones delegatarias, le ratificó su respaldo a la gestión que desarrolló en los meses que estuvo al frente de la cartera.

Vuelve y juega

Y siguiendo con temas que terminaron tocados por el efecto Bonilla, es casi un hecho que la ley de financiamiento que quería tramitar la Casa de Nariño en el Congreso –para obtener $12 billones que le faltan a las arcas públicas– se quedó sin apoyo. El presidente Petro ha sido muy crítico de las mayorías legislativas que le dijeron no a ese proyecto, pero hay un sector del Ejecutivo que considera que, con la dimisión de Bonilla, se puede volver a intentar sacarla adelante antes de que –vía decreto– se emita el Presupuesto General de la Nación para 2025. La Casa de Nariño tiene plazo hasta el 31 de diciembre para dar este último paso, por lo que hay conversaciones a muy alto nivel con la cúpula del Capitolio a ver si se encuentran alternativas. Además, al ser una norma ordinaria, no se descarta incluirla entre el paquete a tramitar en sesiones extraordinarias que, en principio, se citarán hasta el 20 de diciembre; el período regular parlamentario va hasta el 16 de este mes.

Guiño a Perú

Hace algunas semanas se había contado en este espacio que Colombia está sosteniendo diálogos diplomáticos sigilosos con Perú para intentar restablecer las relaciones binacionales. Según fuentes del alto Gobierno, las cosas ya avanzaron hasta un punto de no retorno, por lo que es cuestión de días para que Bogotá y Lima anuncien públicamente que de nuevo enviarán a embajadores y que, pese a las marcadas diferencias entre los presidentes Dina Boluarte y Gustavo Petro, existe un principio de “buena vecindad” que se puede aplicar en este tipo de casos para subsanar las diferencias. No obstante, la Casa de Nariño sigue viendo como irregular el proceso judicial que tiene en la cárcel a Pedro Castillo, exmandatario peruano que intentó hace unos meses un golpe de Estado; el jefe de Estado colombiano es ideológicamente muy cercano a él.

Ni tan cerca...

Hablando de diplomacia y “buena vecindad”, ya está confirmado que –a menos de que algo cambie en los próximos días– Colombia no enviará a ningún funcionario de alto nivel a la posesión de Nicolás Maduro como reelecto mandatario de Venezuela. Tal cual lo reveló esta semana El Espectador, el presidente Petro no tiene entre sus planes asistir y, por lo mismo, tampoco se enviaría al canciller Luis Gilberto Murillo; además, está la duda de si para ese 10 de diciembre aún seguirá comandando el Palacio de San Carlos. Por Bogotá haría presencia el embajador en ese país, Milton Rengifo. La molestia nacional es que las elecciones del pasado 28 de julio están denunciadas por fraude y el régimen de Caracas no tiene cómo desmentirlo, pero el Ejecutivo colombiano tampoco quiere comprar del todo el relato de la oposición. Lo que sí está descartado es volver a romper la relación binacional.

...Ni tan lejos

Pero una cosa que sí está clara, según confirmamos, es que hace pocos días estuvo en Venezuela el vicecanciller Jorge Rojas –a quienes muchos ya ven en el Palacio de San Carlos como el fijo sucesor de Murillo– en reuniones con delegados de alto nivel del régimen de Caracas para que, más allá de las polémicas que se puedan dar entre las dos naciones y la crisis que se agudizó en el país vecino tras el proceso electoral del 28 de julio pasado, se ratificara que los dos Estados seguirán trabajando por la paz, en especial por mantener a flote los diálogos que ya están andando con grupos criminales colombianos. Maduro ha sido clave en los que se tienen con una parte de las disidencias y con el ELN, porque incluso sus cabecillas están protegidos en su territorio, pero lo que se pretende es evitar que esos buenos oficios se frustren. Todo indica que el apoyo pactado se mantendrá en firme.

El factor “Márquez”

La semana pasada el Gobierno anunció que, tras la fractura en la disidencia de “Iván Márquez”, seguirían el diálogo con las estructuras al mando de “Wálter Mendoza”. Ese grupo se llamará Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano. En la rueda de prensa sorprendió que no estuvo presente ninguno de los países garantes ni acompañantes. Según conoció este diario, aunque la comunidad internacional sí participó de esta “nueva etapa”, pidió expresamente una carta para renovar su apoyo en este proceso, porque se entiende que no es el mismo que se venía dando. Fuentes enteradas comentan que lo que tambalea es el apoyo de Cuba, cuyo representante se ha mostrado reacio a seguir en un proceso sin “Márquez”.

Guerra corporativa

Una guerra sucia se ha visto para definir la elección de la nueva dirección de Corporinoquia, generando graves cuestionamientos por maniobras que podrían vulnerar la institucionalidad de la entidad: luego de que el Consejo de Estado suspendiera a la anterior directora, Doris Bernal, y ordenara enviar las recusaciones en su contra a la Procuraduría, el Consejo Directivo de la institución ignoró dicha instrucción. En lugar de cumplir, el Consejo presionó a los veedores ciudadanos para que retiraran las recusaciones, allanando el camino para elegir como nueva directora a Diana Carolina Mariño, una candidata señalada de tener vínculos políticos con Cambio Radical y quien sería una cuota política de los gobernadores de Casanare y Boyacá, lo que pone en duda su independencia. Además, Mariño ha demandado previamente a la corporación

El archivo

La Biblioteca Rivas Sacconi, del Instituto Caro y Cuervo (ICC), revelará mañana la versión digital del nuevo archivo que le donó el escritor y abogado Isaías Peña Gutiérrez, quien se desempeñó durante muchos años como columnista literario y periodista. Se trata de una valiosa colección de folletos, carteles y documentos de concursos literarios realizados en Latinoamérica, los cuales fueron divulgados en Colombia durante tres décadas. Mañana lunes, a las 3 de la tarde, se darán más detalles en el auditorio Ignacio Chaves, de la casa Cuervo Urisarri, sede del ICC en el centro de Bogotá, con presencia del profesor Peña e investigadores de la maestría en estudios editoriales de esa institución.

MICROLINGOTES

Por ÓSCAR ALARCÓN NÚÑEZ

Petro necesita una norma, como la de Biden, para tratar bien a sus hijos.

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Desde cuando llegó el ministro Rojas a Educación, las cuentas en el Icetex son idem.

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“Uribe ¿qué más DAS?”, Corte Suprema

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Trump, lo que es ganar la Presidencia no por una nariz sino por una oreja.

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Ahora si van a poner a sudar petróleo al presidente de Ecopetrol.

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Colombia potencia mundial de la vida, no de la visa.

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