Bolivarianos
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Armando Benedetti, embajador de Colombia en Venezuela, reveló vía Twitter que el presidente Gustavo Petro, tras su encuentro del jueves pasado en Caracas con su colega Nicolás Maduro, se trajo en el avión presidencial un antiguo busto de Simón Bolívar que estaba en la sede de la embajada. Como se sabe, desde el primer minuto de su mandato Petro no ha perdido oportunidad para recolectar símbolos del Libertador, empezando por la espada de combate. Desde Venezuela nos contaron que una de las primeras medidas de Hugo Chávez al asumir el poder en 1999 fue mandar traer la espada de gala de Bolívar, entonces bajo custodia del Banco Central de Venezuela, la misma que ahora acompaña el mandato de Maduro. Es una pieza de oro macizo de 18 quilates, que luce en la empuñadura 1.433 brillantes de diamantes, rubíes y esmeraldas junto a la proclama “Unión y libertad”. Dijo la fuente que el propio Chávez le regaló a Colombia dos réplicas en 2005, que se supone están en la Quinta de Bolívar, en Bogotá, y en la Quinta de San Pedro Alejandrino, en Santa Marta.
Viejo conocido I
El pasado miércoles se dio la reunión del presidente Gustavo Petro y el exjefe militar de las FARC Rodrigo Londoño Echeverri, antes conocido como Timoleón Jiménez y ahora presidente del Partido de los Comunes, para dialogar sobre la política de “paz total” y el avance de los Acuerdos de Paz firmados con esa antigua guerrilla. Aunque algunos asistentes al encuentro lo dudaban, ellos se conocían de hace tiempo. Por ejemplo, en el libro Timochenko. A la guerra no volvemos (Ediciones B-2017), Jorge Rojas Rodríguez le pregunta: “¿Y Gustavo Petro qué significa para las FARC como exalcalde y como líder político?”. Y Londoño respondió hace seis años: “Es un hombre que puede aportar mucho, desde su campo. Desde su capacidad y su experiencia misma. Con él ya tuvimos una pequeña reunión. No tengo ninguna prevención. Porque además no sería consecuente cuando estoy llamando a un ‘Gobierno de transición’… de compromiso con la implementación de los Acuerdos”.
Viejo conocido II
El gobierno de Gustavo Petro destacó las declaraciones del prestigioso economista canadiense Albert Berry en favor de una reforma agraria en Colombia que regule la concentración de la propiedad de la tierra y la haga más democrática. El nominado al Premio Nobel de Economía y profesor emérito de la Universidad de Toronto siempre ha sido un referente para los gobiernos colombianos. Hace siete años fue parte de la Misión para la Transformación del Campo y desde los años 70 del siglo pasado quien más lo citaba era Virgilio Barco Vargas, presidente entre 1986 y 1990, para advertir que los pequeños agricultores podrían llegar a ser más eficaces que los productores a gran escala, tesis que ha venido siendo rebatida en estudios más recientes. Durante el gobierno de Misael Pastrana Borrero (1970-1974) ya lo consultaban, pues el presidente se asesoraba del economista Roberto Arenas, entonces director del Centro de Investigaciones para el Desarrollo de la Universidad Nacional y quien invitó a los economistas canadienses Lauchlin Currie y Albert Berry para que pusieran al día al aparato estatal sobre políticas de planeación nacional. De ahí surgió el llamado “Plan de las Cuatro Estrategias”, que incluyó el polémico sistema Upac.
El origen
Ante el caos del orden público en las regiones, los gobernadores y alcaldes evocaron el lema del escudo nacional “Libertad y orden”. A propósito, un historiador nos recordó que ese juego de palabras se consolidó con la Constitución Política de 1886, época del gobierno del conservador Rafael Núñez, en la que también hicieron carrera “Regeneración o catástrofe” y “Centralización política y descentralización administrativa”. El problema es que en aquella realidad había tan poca libertad y orden, que sobrevinieron guerras consecutivas: la de 1885-1886, la de 1895 y la de los Mil Días (1899-1902), que causó al menos 100 mil muertos.
Del papel al escudo
La expresión de “Libertad y orden” ya había hecho carrera política y ciudadana en el siglo XIX, tanto que se creó un periódico con ese nombre que circuló en 1840, al cual se sumarían en años posteriores otros como El Día, El Progreso, La Civilización, El Catolicismo, El Mensajero y El Papel Periódico Ilustrado, hasta llegar a El Espectador, en 1887, del cual celebramos el pasado 22 de marzo 136 años de fundación. Lo más curioso es que la mayoría de los originales de estos diarios y gacetas no se consiguen ni en la Biblioteca Nacional de Colombia, pero todos reposan en la Biblioteca Nacional de París, porque allí los donó el recordado filólogo Rufino José Cuervo, hijo de Rufino Cuervo, quien fue vicepresidente de Colombia durante el mandato del general Tomás Cipriano de Mosquera, entre 1845 y 1849.
Por nuestro idioma
Bajo el lema “Lengua española, mestizaje e interculturalidad”, y en presencia de 300 especialistas de todo el mundo, se celebrará desde mañana en Cádiz el IX Congreso Internacional de la Lengua Española, que irá hasta el jueves 30 de marzo. Lo inaugurarán los reyes de España en una ceremonia en el Gran Teatro Falla, y para hablar del castellano en el mundo globalizado, los retos que plantea la inteligencia artificial y el desarrollo científico, fue invitado el escritor colombiano y columnista de El Espectador Héctor Abad Faciolince.
No pudo ser
Se publicó en Colombia la biografía del famoso técnico español Pep Guardiola, que dirige al Manchester City inglés. Se titula Otra manera de ganar, y revela esto: Lluís Bassat, candidato en las elecciones presidenciales del FC Barcelona en 2003, le ofreció a Pep el cargo de director deportivo cuando aún era futbolista profesional. A pesar de que le ofrecieron contar con Ronaldinho, “Guardiola planeaba formar un equipo que incluyera a jugadores de la talla de Iván Córdoba, central colombiano del Inter de Milán; Christian Chivu, capitán y defensa del Ajax; Emerson, centrocampista brasileño de la Roma, y Harry Kewell, extremo australiano del Liverpool”. La llegada del colombiano no se dio porque quien ganó la presidencia del club catalán fue Joan Laporta, que estaba pensando en un proyecto encabezado por Johan Cruyff. Pep se fue a terminar su carrera en Catar, antes de convertirse en técnico culé.
MICROLINGOTES
Por ÓSCAR ALARCÓN NÚÑEZ
El principio de autoridad es el fin de la autoridad, sobre todo en un cerco humanitario.
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Las aerolíneas están volando bajo.
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Como lo pronosticó Verdi, Aída cantará.
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¿Será que nuestra vicepresidenta cree en la supremacía de la raza agria?
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Ahora las pirámides hacen vaca.
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Y a los incautos les siguen sacando la leche.
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Por Redacción de El Espectador
