Alto turmequé: de discursos, viajes y otros tejemanejes

Marian Schuegraf y amigos en la Sabana de Bogotá. / Archivo particular

Embajadora motorizada

La embajadora de Alemania Marian Schuegraf tiene una gran afición por las motos y entre más antiguas mejor. Su amor por esos vehículos empezó cuando era estudiante y participó en el Tour de Bretaña, una competencia de carros y motos antiguas, en una BMW de los años 50. Ahí descubrió que, alrededor de las motos, podía relacionarse con gente de diferentes procedencias y estratos y conocer lugares muy distintos a los diplomáticos. Solo hubo una etapa de su vida en la que no pudo usarla y fue cuando estuvo en misión...