
Alta tensión
Esta semana, cuando estalló lo más duro del escándalo de Nicolás Petro, pasaron dos cosas en la intimidad del presidente Gustavo Petro que se relacionan con el proceso penal que cursa contra su hijo mayor. El martes, cuando tenía previsto viajar a Arauca sobre el mediodía, corrió su agenda varias veces para esperar los resultados de la primera parte de la audiencia de imputación, pues ese día se conocían parte de las pruebas de la Fiscalía en contra de su primogénito. Se quedó en Palacio recibiendo los reportes. Y ese mismo...
Por Redacción de El Espectador
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