Alto turmequé: de poderes, cicatrices y campañas

CAF y Carrasquilla

CAF y Carrasquilla

Ante las denuncias recientes por abuso de poder dentro del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), bajo el mando del peruano Luis Carranza Ugarte, que reveló El Espectador esta semana, causa extrañeza que en el debate que al respecto se dio en el directorio de la entidad y que llevó a solicitar una comisión independiente para examinar las irregularidades, la representación colombiana, encabezada por el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, se haya mantenido al margen de la discusión, en apoyo a Carranza. El colegaje entre Carrasquilla y Carranza, que fue ministro de Hacienda de su país, podría explicarlo. Pero con mayores suspicacias se menciona también que una hermana del ministro, Anna María Carrasquilla Barrera, es la CEO de CAF Asset Management Corp. (CAF-AM), que gestiona el financiamiento privado de los proyectos de infraestructura que apoya el CAF.

Cicatrices del 11M

Agradable sorpresa tuvo esta semana la escritora colombiana Piedad Bonnett al saber que el homenaje a las víctimas de terrorismo, acto de Estado que la Unión Europea realizó el pasado jueves en los jardines del Palacio Real de Madrid (España), incluyó la lectura de su poema Las cicatrices, en la voz de la periodista Pepa Bueno. Fue por el Día Europeo del Recuerdo de las Víctimas del Terrorismo que se estableció después de los atentados de Madrid del 11 de marzo de 2004, que causaron la muerte de 193 personas.

Falsa alarma

El ministro de Justicia, Wilson Ruiz, se quedó con las ganas de ir a plantar árboles a la cárcel de Yopal el pasado jueves por cuenta del COVID-19. El alto funcionario iba a presentar una nueva estrategia de resocialización para los internos de Yopal, que consistía en actividades de siembra dentro del penal, pero faltando poco para que se cumpliera el itinerario del vuelo, que saldría desde Catam rumbo a la capital de Casanare, el ministro y los periodistas invitados a acompañarlo se quedaron con los crespos hechos. ¿La razón? Una prueba de COVID-19 a la que se sometió y que arrojó un resultado “inconcluso”. El Instituto Nacional de Salud indicó que había que repetir la prueba y que, hasta que se tuviera un resultado certero, el ministro podría viajar. El jueves en la tarde se supo que Ruiz no está contagiado.

Gran oportunidad

El nuevo presidente de la Corte Constitucional, Antonio José Lizarazo Ocampo, puede hacer una gran gestión. Además de la celebración de los 200 años de la Constitución de Cúcuta, tierra natal de Lizarazo, y los 30 años de la Constitución de 1991, este tendrá que velar para que se inviertan muy bien los 3 millones de euros donados a la Corte por Alemania y el crédito gestionado ante el BID por US$100 millones, aprobado por Conpes el pasado 8 de marzo, para la transformación digital de la justicia. Y, por si fuera poco, deberá dirigir las decisiones en materia de baldíos, cadena perpetua, curules de paz, código electoral y personería jurídica del Nuevo Liberalismo y de Colombia Humana y, claro, el aborto.

¿Centroizquierda?

Es un secreto a voces que en el Partido Verde va a ser muy difícil la escogencia de candidato. El favorito después de Sergio Fajardo es Camilo Romero, exgobernador de Nariño, quien según se dice es cercano a Gustavo Petro. Por su parte, el grupo de los 14 independientes, donde se encuentran varios exliberales (Humberto de la Calle, Juan Fernando Cristo y Juan Manuel Galán), el propio Fajardo y hasta Jorge Enrique Robledo, está muy activo trabajando en la parte programática con la representante Juanita Goebertus a la cabeza. El lío es poner a todos de acuerdo pronto.

¿Centroderecha?

En el Centro Democrático el gallo tapado es Óscar Iván Zuluaga, quien tiene el respaldo de los uribistas Rafael Nieto, Paloma Valencia, Paola Holguín y María Fernanda Cabal. Dentro de los conservadores, que se reunieron en la casa de la exministra Noemí Sanín, sin la presencia de la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, están tres exministros de Juan Manuel Santos: Juan Carlos Echeverry, Mauricio Cárdenas y Juan Carlos Pinzón. Todos quieren, aunque en foros todavía se muestren cautelosos. En el tercer subgrupo están los autodenominados “gerentes”, aunque pica en punta Dilian Francisca Toro si es que Álex Char decide no lanzarse al agua.

Los indecisos

Hasta ahora no se sabe dónde estarían los expresidentes Juan Manuel Santos y César Gaviria, y el exvicepresidente Germán Vargas Lleras. Si bien se da por descontado que Santos apoyaría a cualquiera que defienda el Acuerdo de Paz, su gran legado, Gaviria tiene el problema de que los parlamentarios liberales estarían muy alineados con el Gobierno por cuenta de la mermelada regional. Se especula que podría ser la primera vez en que el gran Partido Liberal de antaño no tenga candidato presidencial para 2022. Aunque el candidato de Gaviria es el rector de los Andes, Alejandro Gaviria, este ha dicho que no se va a lanzar. Por su parte, Vargas Lleras tampoco tiene candidato, pues con Álex Char partieron cobijas hace rato.

El silencio

Los poderosos tras bambalinas que estarían moviendo la idea –o, por lo menos, que no les choca– de ampliar el período del presidente Duque y de los congresistas sería el ministro del Interior, Daniel Palacios, y la jefa de gabinete, María Paula Correa. Aunque todos los sectores de opinión han calificado esta idea como un desastre, en el Congreso todavía no hay un no rotundo para cerrarle la puerta. Y el lobby para que esto cuaje es real y cada vez más fuerte.

Samper tenía razón

En diciembre de 1990, en la reunión ministerial donde se negociaban multilateralmente varios acuerdos internacionales de comercio, incluido el de propiedad intelectual, el ministro de Desarrollo de la administración Gaviria, Ernesto Samper, se opuso a conceder patentes a los productos farmacéuticos, junto con India y Brasil, por razones de salud pública. Al final fue derrotado en esa negociación. Curiosamente, la asesora de Samper en materia de propiedad intelectual era la entonces funcionaria del Ministerio de Hacienda Íngrid Betancourt. Ahora con la pandemia del COVID-19 la historia parece darle la razón a Samper, mientras el gobierno Duque sigue la misma línea de hace 30 años.