Alto turmequé: de políticos, litigantes e investigadores

El “cerebro”

Ahora que hay expectativa por saber si el presidente Gustavo Petro ejecutará su anuncio de ir a Naciones Unidas a denunciar al Estado colombiano por incumplir el Acuerdo de Paz con las FARC, en varios círculos políticos se comenzaron a preguntar de dónde salió una idea que, para algunos, es solo la búsqueda del mandatario de apoyo internacional para decir que el Congreso no aprueba sus reformas y que debe acudir a otras vías. Pues resulta que el “cerebro” de la movida es el excanciller Álvaro Leyva, quien también promovió las críticas a la JEP y el relato en torno a una cirugía a ese tribunal. Pero ahora que no está en el Gobierno, hay voces de muy alto perfil indicándole al jefe de Estado que abandone la idea y que más bien aproveche el buen ambiente que tiene la paz en el exterior.

Cumbre en la Nacho

La movida que impulsó el Pacto Histórico, con el apoyo directo del presidente Petro, para hacer una cumbre constituyente en el campus de la ahora convulsa Universidad Nacional tiene un propósito de fondo. Resulta que con las molestias que hay entre un sector amplio de la institución por cómo se ha dado el proceso de elección de rector, que han tenido muy activo al Gobierno, se planteó como el escenario propicio para mostrar que el proyecto político que hoy comanda la Casa de Nariño aún tiene respaldo entre la juventud y otros sectores sociales que se han ido alejando; uno de ellos es el de los indígenas, que también estará el jueves y el viernes en la cita. Lo que se busca, entre otras cosas, es salir de allí con un mensaje en torno a que “hay apoyo popular” para las reformas y que si el Congreso no lo ve, pues habría que acudir a otros caminos para impulsarlas.

Litigantes

Por estos días en que el Congreso ha retomado protagonismo por el avance de la reforma pensional, y por los escándalos de corrupción que salpican por igual a varios de sus miembros y a personas cercanas a la Casa de Nariño, se han dado movimientos que están pasando inadvertidos. Fuentes en el Capitolio le confirmaron a este diario que en el último mes han desfilado varios abogados penalistas de mucho peso por sus pasillos, averiguando por consultas que la Corte Suprema de Justicia está realizando sobre algunos legisladores; incluso, se habla de próximas capturas. El interés es saber, entre otras cosas, si la estrategia de renunciar a la curul para evadir la órbita del alto tribunal y quedar en manos de la Fiscalía, y de paso no perder la silla congresional para los partidos que los avalaron, aún es una opción. Los partidos Conservador, Liberal, Alianza Verde y Cambio Radical han estado atentos a estos procesos.

En el limbo

Hasta el 21 de junio tiene el Congreso para volver a votar, respetando el principio de publicidad, la conciliación del proyecto de ley del Plan Nacional de Desarrollo. Ello en virtud de que la Corte Constitucional halló ese vicio de trámite, pero lo entendió subsanable y por eso ordenó al Congreso rehacer ese paso de la conciliación de la hoja de ruta del gobierno Petro. Las bancadas de la oposición, no obstante, siguen desbaratando el quórum cada vez que el tema se pone en la agenda. Si esto no se logra antes de esa fecha, el PND será hundido. ¿Qué hará el presidente sin una brújula para su llamado gobierno del cambio?

Buscando fuerza

A Carlos Caicedo, cacique del Magdalena y cabeza de Fuerza Ciudadana, se le ha visto en los últimos días pidiendo pista en el Pacto Histórico, con ocasión de la asamblea que este movimiento realizará el 31 de mayo. También se le vio en la asamblea del Partido Comunes. Otra voltereta, después de que en las pasadas elecciones territoriales y congresionales no quiso unirse al Pacto. Ahora que el Consejo de Estado le quitó la personería a su partido y perdió la Alcaldía de Santa Marta, le tocó pedirles cacao a quienes antes despreció.

Viejos conocidos

La cercanía del exfiscal Eduardo Montealegre con Gilberto Iván Villarreal Pava, nuevo fiscal que tiene a cargo el proceso contra el expresidente Álvaro Uribe, tiene incómodos a varios. La razón: ambos estuvieron en la misma época en la Fiscalía General de la Nación; mientras Montealegre dirigía, Villarreal fue director seccional de Fiscalías de San Gil. Luego, ascendido y designado a fiscal delegado ante la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bucaramanga. Montealegre ha sido considerado víctima en el proceso que se adelanta contra el expresidente y, con un proceso ad portas de entrar en juicio, defensores y cercanos a Uribe se preguntan si esta cercanía garantizará objetividad y dará garantías para todas las partes.

Duque y la OEA

El expresidente Iván Duque está moviéndose con fuerza en Washington y no solo por el trabajo que realiza con el Woodrow Wilson Center. Sigue explorando seriamente una eventual postulación para ser el siguiente secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) en reemplazo del uruguayo Luis Almagro, quien está próximo a terminar su paso por ese organismo multilateral. En sus diálogos con varios estamentos en la capital estadounidense, Duque ha contado con el apoyo de otros sectores de derecha y centro-derecha, incluyendo algunos colombianos, y se ha planteado el escenario de que, si Donald Trump regresa a la Casa Blanca en las presidenciales de noviembre, su aspiración coja vuelo. Por ahora, se sabe que el actual Gobierno de Colombia no apoyaría ese proceso, pero aún faltan algunos meses para que todo se decante.

Gabo, de película

Esta semana se conoció la portada de la edición de junio de la prestigiosa revista Vanity Fair, que incluye un extenso reportaje de la periodista colombiana Silvana Paternostro sobre Gabriel García Márquez y su novela Cien años de soledad, a propósito de que Netflix está terminando de rodar en Tolima la serie basada en la novela mayor del remio nobel de literatura. Entre muchas cosas, cuenta los motivos por los que las obras del escritor no han tenido éxito en las pantallas. “Sus lectores y Colombia rezan para que Netflix lo haga bien”, dicen. Francisco Ramos, vicepresidente de contenido latinoamericano de Netflix, dice que “los Buendía ciertamente son más divertidos que los Windsor”, y el cineasta Rodrigo García Barcha, uno de los productores, comenta sobre el debate generado por la comercialización de la obra de su padre: “Cuando leo que estamos siendo codiciosos me siento triste por unos minutos, pero al final estas son las decisiones que tenemos que tomar”.

MICROLINGOTES

Por ÓSCAR ALARCÓN NÚÑEZ

Lo de Petro y su cachucha, ¿era una tomadura de pelo?

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¿Será que están jugando a que después de un descontento general llegue un general contento?

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El ministro de Salud está pidiendo los currículos de sus colegas.

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No se imaginó don Roberto que un nieto suyo iba a remplazar a Pachito Santos.

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Aracataca espera, y Carlos ¿Vives?

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No hay algo que atropelle más que un auto de Uribe

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