Alto turmequé: de pragmatismos, esperanzas y amigos
Los mejores confidenciales sobre el poder en Colombia.
Pragmático
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Pragmático
El ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, acaba de obtener dos victorias en la aprobación de la Ley de Presupuesto para 2022. Por un lado, como ya lo había dicho esta sección, logró derogar parcialmente la Ley de Garantías a través de un artículo que permite la firma de convenios interadministrativos en tiempos de elecciones parlamentarias y presidenciales. Para muchos esta es una movida para aceitar la maquinaria política y la repartija de contratos de obra pública. Pero para el Gobierno es una medida necesaria para reactivar la economía y llevar obras a las regiones. La otra victoria del ministro fue lograr la aprobación del “traslado exprés” de los fondos privados de pensiones a Colpensiones, lo que traduce dinero para el Ejecutivo a cambio de una deuda pensional de Colpensiones mañana. Se calcula que se recibirán $5,4 billones durante el año 2022 para recibir a 19.000 personas con pensiones altas y subsidiadas.
Se cae
El Gobierno y los congresistas que derogaron la Ley de Garantías saben que eso se va a caer en la Corte Constitucional, pero también saben que eso ocurrirá una vez pasen las elecciones. Es decir, cuando ya el daño se habrá hecho. La razón jurídica es elemental. La Ley de Garantías es una ley estatutaria y el artículo que la derogó fue aprobado por una ley ordinaria, es decir, de inferior categoría. Algo que sencillamente no se puede. Una barbaridad constitucional que no tiene precedentes.
Sin esperanza
La llamada Coalición de la Esperanza nada que despega. Sergio Fajardo, que aún lidera las encuestas allí, afronta procesos fiscales y penales por su condición de exgobernador de Antioquia. Por su parte, Juan Manuel Galán nada que recibe la oficialización de la personería del Nuevo Liberalismo, por demoras en la Corte Constitucional para notificar dicha sentencia. Mientras tanto, al parecer, el senador Rodrigo Lara quiere adelantársele en su carrera por la Presidencia. Los otros precandidatos, Humberto de la Calle y Juan Fernando Cristo, no marcan y además están distantes del expresidente César Gaviria, que todavía maneja con fiereza los hilos del Partido Liberal. Y Jorge Enrique Robledo, quien tampoco parece aglutinar muchas fuerzas, es quien más está oponiéndose a la llegada del exministro Alejandro Gaviria a esta. Por ahora la Coalición tiene más bombos que acuerdos.
“Fico” y Gaviria
Hay dos figuras frescas en el panorama político que empiezan a ganar adeptos en la juventud y que calladamente están subiendo en las encuestas. El exalcalde Federico Gutiérrez, el gallo tapado de la derecha y los empresarios, y el exministro Alejandro Gaviria, el gallo tapado de los intelectuales y los liberales. El primero anda recorriendo el país y ya tiene el apoyo de Manuel Santiago Mejía y los empresarios paisas. En la otra orilla Gaviria busca espacios en el centro y recoge las simpatías de quienes detestan los extremos. El lío es que sin el Partido Liberal y ciertas maquinarias políticas que no parecen encajar muy bien en su proyecto es muy posible que naufrague en primera vuelta. Fico, en cambio, se arrima al uribismo.
En el limbo
Muy enredada está la ponencia que presentó en la Corte Constitucional el magistrado Antonio José Lizarazo sobre el tema de las tierras baldías, cuyo objetivo es implementar el punto 1 del Acuerdo de Paz. Hay dos magistrados liberales y amigos de la paz que no se han podido poner de acuerdo, dada la complejidad del tema. Lizarazo ha escrito varias ponencias muy profundas sobre la imprescriptibilidad de los baldíos de la nación, pero hay otros magistrados que no ven con buenos ojos su forma de aplicar la reforma rural integral. Mientras tanto, los campesinos y los reincorporados insisten en la formalización de la tierra para generar seguridad jurídica. Argumento que también reivindican muchos propietarios de extensos territorios entregados por el Estado.
La elección
Desde que se posesionó Marta Lucía Ramírez como canciller ha mejorado la imagen de las relaciones exteriores del país. De allí que el Gobierno esté convencido de que el exmagistrado conservador Carlos Bernal Pulido, a quien el presidente Duque condecoró por su paso fugaz por la Corte Constitucional, vaya a ser elegido en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Pero no todo está así de cocinado. Por andar en España y en Naciones Unidas, Colombia no estuvo en la Celac en México y, al parecer, descuidó la campaña de Bernal. A eso se suman las no tan buenas relaciones del embajador ante la OEA, Alejandro Ordóñez, y del director de la Agencia de Defensa Jurídica del Estado, Camilo Gómez, con el Sistema Interamericano de Derechos Humanos en Washington. Y algo más, en su presentación pública para el cargo, el pasado 22 de septiembre, Bernal confesó su credo cristiano. “Nuestros valores son el amor a Dios, la solidaridad, la honestidad, la integridad y la coherencia de vivir como se piensa”.
Íngrid y Santos
Íngrid Betancourt y el expresidente Juan Manuel Santos lanzarán el próximo martes, en el Gimnasio Moderno, su libro Una conversación pendiente, que muestra las dos caras de una Colombia que se debate entre la guerra y la paz desde hace tiempo. Santos y Betancourt son dos de los personajes más conspicuos del país: ambos pertenecen a las élites económicas y políticas, y debido a ello sus lazos comenzaron a hacerse muy próximos a partir de los años 90, cuando ambos entraron de lleno a la política. Ella como representante a la Cámara y él como ministro de Comercio Exterior en el gobierno de César Gaviria. De ahí en adelante sus destinos se cruzarían en la arena pública de distintas maneras, hasta la famosa Operación Jaque, que terminó devolviéndole la libertad a la aguerrida dirigente política. Este libro es, precisamente, una larga conversación sobre la Colombia que ambos vivieron y padecieron durante los años más duros del conflicto. Santos, que consiguió firmar la paz con la guerrilla más antigua del continente, y Betancourt, que padeció uno de los más largos secuestros que haya soportado un ser humano, develan los dolores de la condición humana en medio de la guerra. Hoy estas memorias llegan en tiempos de mucha agitación electoral y seguramente van a despertar la controversia entre los extremos políticos.
El amigo
El viernes, el expresidente Álvaro Uribe tuiteó: “Duele la partida de Kike Segrera, amigo y apoyo de siempre”. Solo el uribismo purasangre sabe que se refería al fallecimiento de Carlos Enrique Segrera Lemaitre, su amigo caballista, a quien condecoró durante su gobierno el 15 de junio de 2007, día que celebró los 150 años del departamento de Bolívar y le dedicó el discurso por ser “expresión de los ganaderos afectados durante tantos años por la violencia”. Segrera mandó una carta a El Universal de Cartagena en la que contó: “Invadieron mis predios más de ciento cincuenta hombres vinculados al Epl; gracias a la seguridad democrática y a nuestro Ejército salí ileso. Después la extorsión de los ‘paras’ duró más de cinco años. Estábamos arrinconados por las ‘pescas milagrosas’. En septiembre de 2002, una columna de las Farc trató de secuestrarme, pero gracias a la Infantería de Marina salí ileso”. También fue condecorado por José Félix Lafaurie, presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos.
MICROLINGOTES
Por ÓSCAR ALARCÓN NÚÑEZ
Con las monedas de oro, Duque peló el cobre.
…..,
El gobierno es de… voto de la ley de garantías.
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Los Centros Poblados estaban escondidos, con Tapia.
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A James le va a tocar a… Catar su nuevo contrato.
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“Sin Primera Línea no hay Paraíso”, senador Bolívar.
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Con el grito de Poncho Zuleta a Petro, a Uribe le cayó la Gota Fría.
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