
Gómez Hurtado fue asesinado el 2 de noviembre de 1995 cuando salía de dictar clases en la Universidad Sergio Arboleda en Bogotá.
Foto: Archivo El Espectador
La primera campaña presidencial en Colombia de la que tengo un recuerdo nítido es la de 1986. Mi familia era liberal —tan liberal que yo pude salir conservador, aunque no del partido, por suerte— y le hacía fuerza a Virgilio Barco. Todavía me acuerdo de unas banderitas rojas triangulares que yo blandía en Popayán como si fueran ringletes: “Con Barco, unidos para el cambio”. Pero mi abuela, que tenía un parentesco con él porque sus abuelos eran medio hermanos, sí decía: “Lástima que Álvaro Gómez sea tan inteligente”. Fue una frase que me...
Por Juan Esteban Constaín * / Especial para El Espectador
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