Antioqueños siguen felices con sus gobernantes: Federico Gutiérrez sube y Luis Pérez se mantiene

Apenas ocho meses han pasado desde que los actuales alcaldes y gobernadores asumieron en el país con la misión de liderar a los entes territoriales en plena fase de consolidación de las negociaciones de paz. 

El múltiple desafío de prepararse para el posconflicto, dar continuidad a las buenas iniciativas de sus antecesores o romper definitivamente con aquellas que consideran poco convenientes comienza a pasarles factura a algunos de ellos. El alcalde Enrique Peñalosa, en Bogotá, es uno de los más damnificados, según el Gallup Poll, que entre el 22 y el 31 de agosto le tomó el pulso a la percepción ciudadana sobre los principales gobernantes del país. Según dicha muestra, su índice de desaprobación subió siete puntos y llegó al 69%. Caso contrario ocurre con Alejandro Char, quien mantiene una envidiable sintonía con sus gobernados, a juzgar por el 90% de aprobación que ostenta.

Entre ese selecto grupo de mandatarios cuya gestión es bien calificada por los ciudadanos en el Gallup Poll figuran otra vez los de Antioquia. Luis Pérez, el gobernador, se mantiene con un 73% de favorabilidad y su imagen negativa bajó de 20% a 19%.  La gente parece premiarle por la verticalidad de sus posturas, gracias a las cuales se le ha viso por igual enviando cartas de felicitación al presidente Juan Manuel Santos por su liderazgo en la iniciativa de paz, que cuestionando al Ejecutivo por armar un “circo” con el tema del desminado en Briceño.

Aún más halagüeña es, por el momento, la situación del alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez. Su aprobación subió del 79% al 83%. La mejor de sus ocho meses de mandato y muy cercana al momento de mayor aceptación que tuvo en su momento Aníbal Gaviria (que fue en del 85% al comenzar mandato). Muy por encima también de todo el historial del gobierno de Alonso Salazar y también superior a los niveles que registraron las alcaldías de Sergio Naranjo, Juan Gómez y Luis Pérez. Es más, sólo superado por el histórico que mantuvo como alcalde Sergio Fajardo, quien alcanzó niveles de aprobación hasta del 95%.

Lo curioso es que el respaldo a la gestión del alcalde no es del todo equivalente con la imagen que los habitantes tienen sobre cómo marchan las cosas en la ciudad. Mientras el 51% de los encuestados por Gallup Poll cree que las cosas están mejorando (en la pasada medición ese índice era del 55%), un 39% cree que en realidad las cosas van mal.

Es muy temprano aún para saber cómo terminará el alcalde, peor por ahora se sabe que ha librado una batalla muy dura por recuperar el centro de la ciudad que estaba en manos del crimen organizado y que hasta amenazas ha sufrido en su empeño. Lo que algunos le cuestionan es que aún no se ven las obras que prometió.  Amanecerá y veremos. (Ficha Técnica)

Apenas ocho meses han pasado desde que los actuales alcaldes y gobernadores asumieron en el país con la misión de liderar a los entes territoriales en plena fase de consolidación de las negociaciones de paz. 

El múltiple desafío de prepararse para el posconflicto, dar continuidad a las buenas iniciativas de sus antecesores o romper definitivamente con aquellas que consideran poco convenientes comienza a pasarles factura a algunos de ellos. El alcalde Enrique Peñalosa, en Bogotá, es uno de los más damnificados, según el Gallup Poll, que entre el 22 y el 31 de agosto le tomó el pulso a la percepción ciudadana sobre los principales gobernantes del país. Según dicha muestra, su índice de desaprobación subió siete puntos y llegó al 69%. Caso contrario ocurre con Alejandro Char, quien mantiene una envidiable sintonía con sus gobernados, a juzgar por el 90% de aprobación que ostenta.

Entre ese selecto grupo de mandatarios cuya gestión es bien calificada por los ciudadanos en el Gallup Poll figuran otra vez los de Antioquia. Luis Pérez, el gobernador, se mantiene con un 73% de favorabilidad y su imagen negativa bajó de 20% a 19%.  La gente parece premiarle por la verticalidad de sus posturas, gracias a las cuales se le ha viso por igual enviando cartas de felicitación al presidente Juan Manuel Santos por su liderazgo en la iniciativa de paz, que cuestionando al Ejecutivo por armar un “circo” con el tema del desminado en Briceño.

Aún más halagüeña es, por el momento, la situación del alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez. Su aprobación subió del 79% al 83%. La mejor de sus ocho meses de mandato y muy cercana al momento de mayor aceptación que tuvo en su momento Aníbal Gaviria (que fue en del 85% al comenzar mandato). Muy por encima también de todo el historial del gobierno de Alonso Salazar y también superior a los niveles que registraron las alcaldías de Sergio Naranjo, Juan Gómez y Luis Pérez. Es más, sólo superado por el histórico que mantuvo como alcalde Sergio Fajardo, quien alcanzó niveles de aprobación hasta del 95%.

Lo curioso es que el respaldo a la gestión del alcalde no es del todo equivalente con la imagen que los habitantes tienen sobre cómo marchan las cosas en la ciudad. Mientras el 51% de los encuestados por Gallup Poll cree que las cosas están mejorando (en la pasada medición ese índice era del 55%), un 39% cree que en realidad las cosas van mal.

Es muy temprano aún para saber cómo terminará el alcalde, peor por ahora se sabe que ha librado una batalla muy dura por recuperar el centro de la ciudad que estaba en manos del crimen organizado y que hasta amenazas ha sufrido en su empeño. Lo que algunos le cuestionan es que aún no se ven las obras que prometió.  Amanecerá y veremos. (Ficha Técnica)