Este lunes, la Cámara le dio el sí a un proyecto que prohíbe que se usen caballos u otro tipo de animales por parte de la Fuerza Pública para controlar la protesta social. La iniciativa es del representante Juan Carlos Lozada y ya cuenta con el aval de la Comisión Primera y la plenaria de la Cámara, por lo que solo le quedaría el trámite en Senado.
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A pesar de que las fuerzas alternativas ahora son mayoría en el Congreso, el proyecto tuvo que sortear un duro debate de casi cuatro horas ante las muchas dudas que había en su articulado. Desde el Centro Democrático, representantes como José Jaime Uscátegui se opusieron con vehemencia al proyecto bajo el argumento de que era “un desmantelamiento velado” de la fuerza de carabineros de la Policía.
El ahora partido de oposición aseguraba que el proyecto apuntaba a que se prohibiera el uso de perros antiexplosivos en cualquier espacio y se impidiera que los caballos fueran utilizados por las fuerzas de carabineros para movilizarse en las ciudades. Uno de los puntos más criticados del proyecto era un parágrafo que señalaba que únicamente se podía usar los animales como medio de transporte de los uniformados en zonas rurales, lo que fue tomado como un gesto en contra de los carabineros.
Esta preocupación sobre la prohibición del uso de caballos por la fuerza pública en zonas urbanas también fue expresada por la representante Katherine Miranda, de la Alianza Verde. Esta cuestionó la postura y señaló sus temores a que se restringiera el uso de animales en zonas urbanas.
Del debate también hizo parte la Policía Nacional, a través del coronel José Andrés Pulido, director de la Escuela metropolitana de Bogotá. El uniformado insistió en el correcto uso de los animales y las buenas prácticas frente a estos. También hizo énfasis en la importancia que tiene el buen trato de los animales en los manuales de funciones de la Policía.
La controversia llevó a que la oposición intentara aplazar la discusión del proyecto y hasta pidió su archivo. Sin embargo, en ambas ocasiones, la plenaria negó las pretensiones del uribismo y se pasó a estudiar el articulado del proyecto. En esta fase se hicieron los ajustes frente a la parte más problemática del texto, que era el uso de animales en zonas urbanas.
Al final se reformó el articulado y quedó señalado que “en ningún caso se podrá usar animales para funciones distintas a las de registro o para movilización de los uniformados, siempre y cuando no existan alteraciones de orden público que puedan poner en riesgo su vida, integridad o salud.
La propuesta ahora tendrá que ser conocida por el Senado. Allí se espera que el nuevo ministro de Defensa emita sus conceptos sobre la iniciativa. Actualmente, el proyecto contaba con un concepto negativo de la cartera dirigida por Diego Molano pues señalaba que no era necesario, ya que en los protocolos de la Policía ya se protegía a caballos y perros en caso de perturbación del orden público.