Así convenció el Gobierno a los congresistas que terminaron apoyando la reforma pensional

Luego de una dura disputa entre el presidente Gustavo Petro y el Congreso por cuenta del hundimiento de la reforma a la salud y al desajuste de las mayorías para ese proyecto, su equipo de gobierno logró voltear esta semana la torta con varias reuniones a puerta cerrada con algunos de los miembros de los partidos tradicionales en la Casa de Nariño.

Luego de una dura disputa entre el presidente Gustavo Petro y el Congreso por cuenta del hundimiento de la reforma a la salud y al desajuste de las mayorías para ese proyecto, su equipo de gobierno logró voltear esta semana la torta con varias reuniones a puerta cerrada con algunos de los miembros de los partidos tradicionales en la Casa de Nariño.

Esos encuentros y negociaciones habrían sido exitosos y le permitieron al oficialismo lograr los votos, apenas justos, para avanzar en la discusión de la reforma pensional, sobre la que ya fue aprobado el informe de ponencia con 49 votos a favor. Con eso, consiguieron abrir el debate de la minucia de la reforma al sistema pensional, sobre el que, aun así, el Congreso todavía podría modificar puntos clave.

La ponencia positiva fue aprobada en la noche del lunes por la plenaria del Senado, solo después una reunión en Palacio entre el primer mandatario y al menos nueve senadores del Partido Liberal. Fue una cita en la que, según contaron, no les dieron almuerzo, pero en la que el Gobierno sí cedió sobre su propuesta, así como sobre la representatividad de los liberales en la burocracia gubernamental.

Pero esa no es la única bancada a la que citó el Gobierno en los últimos días, pues en la tarde del pasado miércoles, 10 de abril, también se reunieron con ocho parlamentarios del Partido de la U. Esas dos colectividades fueron clave para que el Ejecutivo pudiera levantar los votos para a ponencia mayoritaria de la pensional, pero también para hundir la ponencia alternativa de la senadora Norma Hurtado, que buscaba hacer modificaciones sobre el texto original, tal como reducir el aporte a Colpensiones de 3 salarios mínimos a uno y medio.

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Así lo reconocieron desde la bancada petrista: “Saludo a los senadores Liberales, de la U y otros, que le dieron una oportunidad a los trabajadores y pensionados colombianos, posibilitando el debate argumentado de la Reforma pensional radicada por el gobierno”, dijo el senador Wilson Arias, quien estaría contando con los mismos votos para lograr revivir la reforma a la salud, para lo que presentó una apelación.

La propuesta de Hurtado solo fue apoyada por 18 legisladores, pero entre esos no estuvieron la mayoría de sus copartidarios, por eso, los roces entre la senadora y los ocho que han negociado con el Gobierno son evidentes. De hecho, hay quienes aseguran que Hurtado se lo tomó como una traición que ya se venía gestando desde la semana anterior en complicidad con el oficialismo.

Así, los liberales y la U fueron los votos claves, que le servirían a Petro para levantar mayorías en el Congreso. No obstante, el Partido Conservador no ha sido indiferente a los llamados del Gobierno. Aunque la bancada del Senado está sometida a la directriz de la presidencia de Efraín Cepeda, quien decidió junto a la mayoría no apoyar las reformas, sí habría una parte de los senadores negociando. Esos congresistas tendrían incidencia sobre los representantes, que ya tienen representatividad y que no están subordinados a Cepeda.

Inclusive, un día después de la aprobación de la ponencia del Gobierno y horas antes de iniciar con la consideración del articulado en la sesión plenaria de este 16 de abril, según se lo confirmaron a este diario, en Palacio recibieron para el desayuno a tres de los 15 senadores conservadores que estarían colaborando con la administración petrista: Carlos Andrés Trujillo, Liliana Benavides y Miguel Ángel Barreto -quien dijo que fue a conversar con la consejera de Regiones, Sandra Ortiz-.

Aún así, ellos ya son visitantes usuales de la Casa de Nariño, al igual que congresistas de la U, como Antonio José Correa, que también estuvo este miércoles temprano en la sede del poder Ejecutivo.

Correa sería uno de los principales interlocutores de la U con el Gobierno. Incluso, fue él quien reconoció que en el partido se estaba levantando una disidencia -autodenominada como el G8- en contra de la ponencia de Hurtado. Y fueron Correa, Julio Elías Chagüi y Julio Elías Vidal quienes estuvieron la semana pasada en una reunión con el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, y con 6 EPS en Cartagena para buscar un acuerdo para convertirse en gestoras de salud y vida -como lo propone la cirugía a la salud del Gobierno- y para revivir el proyecto con la apelación presentada y para lo que ya hay una comisión que la estudiará.

Eso sí, la ahora gobernadora del Valle y antigua directora de la U, Dilian Francisca Toro, quien sigue teniendo incidencia sobre el partido y en cierta medida sobre los nuevos codirectores, la exgobernadora Clara Luz Roldán y el exregistradora Alexander Vega, estaría jugando a dos bandas, pues mientras respaldaba la ponencia de Norma Hurtado en el Senado, también habría encomendado a Juan Carlos Garcés participar en la misma reunión en Cartagena con el resto del G8.

Todos esos encuentros, en los que también se habría hablado de burocracia, fueron determinantes para que el Gobierno lograra rearmar los votos. Así, como se lo comentaron a El Espectador, la U habría pedido un ministerio, pues –dijo una fuente– “el Mintic es la cartera de Mauricio Lizcano y no de la U. Él hace lo que quiere”.

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Mientras tanto, a los liberales los estaría apretando el Gobierno para cobrarles la representatividad que ya tendrían en la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (USPEC). Además, estarían buscando mayor participación en los ministerios, pues no reconocen el de Justicia, con Néstor Osuna, y el de Vivienda, con Catalina Velasco. De todos modos, la estrategia sería meter a su “gente” en el Minvivienda.

Chacón habló con El Espectador y negó que la bancada hubiese hecho acuerdos de tipo burocrático con el jefe de Estado en su más reciente reunión. “Esto no tiene absolutamente nada que ver con una transacción con el Gobierno. Es más, una de las cosas que pudimos hablar es que es muy complejo dialogar sin que crean que estamos negociando burocracia. Es bastante feo en lo que están poniendo el ejercicio de la política”, dijo.

Y Petro también señaló en un trino que lo de las supuestas negociaciones burocráticas con los liberales “son una mentira”. Pero, coincidentemente, o no, los asistentes a las reuniones son los mismos que ayudaron al gobierno a impulsar la ponencia positiva y hundir la de Norma Hurtado.

“Si llegaron a acuerdos burocráticos, lo desconozco. Lo único cierto y de lo que estoy convencido es de que el Partido Liberal está jugando con los ahorros de los colombianos”, dijo por su parte el senador de oposición David Luna (Cambio Radical).

Por un lado, la propuesta de la senadora fue votada de forma negativa por 59 legisladores y de su partido ayudaron a hundirla John Besaile, Julio Elías Chagüi, Antonio José Correa, Jose Alfredo Gnecco, Juan Carlos Garcés, José David Name y Julio Elías Vidal. Esos mismos votaron a favor de la ponencia del Gobierno, que fue aprobada con 49 votos. Mientras tanto, los que apoyaron a Hurtado y se opusieron al oficialismo fueron ella misma, Alfredo Deluque y Juan Felipe Lemos.

Por su parte, entre los liberales votaron a favor del Gobierno estuvieron Fabio Amín, Alejandro Chacón, Jaime Durán, Laura Fortich, Juan Diego Echavarría, Karina Espinosa, Claudia Pérez y John Jairo Roldán; aunque el Gobierno contaba con los votos de Lidio García y Alejandro Vega, ambos se ausentaron de la votación.

Además, los apoyos de los liberales se terminaron de consolidar después de una reunión con el director liberal, el expresidente César Gaviria, el pasado 9 de abril, en la que los congresistas le pidieron apartarse de la discusión legislativa, pues la mayoría de la bancada ya había tomado la decisión de apoyarla con algunas modificaciones.

Por eso, según liberales consultados, su apoyo sería condicional a su “trato” en el Gobierno, pero especialmente a que tanto la ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez, como el presidente de Colpensiones, Jaime Dussan, cedan y le otorguen el visto bueno a varias de las proposiciones que tiene en mente la bancada, que incluyen que el aporte a Colpensiones sea desde 2,3 salarios mínimos.

Pese a que esos partidos fueron los clave en la aprobación, también votaron favorablemente la totalidad del Pacto Histórico y entre los de la Alianza Verde que respaldaron al Gobierno estuvieron Inti Asprilla, Ariel Ávila, Fabián Díaz Plata, Ana Carolina Espitia, Angélica Lozano y Andrea Padilla. Solo votaron en contra Jota Pe Hernández e Iván Name.

Por el momento, hay expectativa sobre si esos mismos votos que aprobaron la ponencia de la pensional le servirán al gobierno para revivir la reforma a la salud luego de que la comisión que estudia la apelación emita su concepto. Mientras tanto, en la Cámara el panorama es menos complejo, pues allí el Gobierno ya se midió el semestre pasado y tiene acuerdos sobre la marcha. Adicionalmente, sobre la reforma a la educación no hay mayor disenso y, de hecho, ya se aprobó en la plenaria de esa corporación.

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