La posible designación de Armando Benedetti como ministro del Interior ha generado una ola de reacciones en el espectro político. La información, que El Espectador confirmó con fuentes cercanas a la Casa de Nariño, indica que el actual jefe de despacho de Gustavo Petro está a la espera del visto bueno final del presidente para asumir el puesto que ocupa en encargo Gustavo García tras la salida de Juan Fernando Cristo.
García, quien se encuentra en Putumayo para las elecciones del nuevo gobernador, fue uno de los que se pronunció al respecto este domingo: “Estaremos ejerciendo el encargo hasta tanto el presidente lo disponga. Frente a ese tema, se nos ha manifestado a los ministros, que será él quien anuncie directamente los procesos que se hagan frente a los cambios de ministros”.
La posible designación de Benedetti ocurre en un contexto de ajustes en el gabinete ministerial y en medio de un intento del gobierno Petro por sacar adelante su paquete de reformas. Desde su llegada como jefe de despacho, Benedetti había intensificado el diálogo con congresistas de diferentes partidos, incluyendo el Liberal, el Conservador y La U, así como con miembros del Pacto Histórico.
En la noche de este sábado, Jaime Raúl Salamanca, presidente de la Cámara de Representantes, adoptó una postura neutral ante el posible nombramiento y enfatizó la importancia de la relación institucional entre los poderes: “Mantener una relación proactiva entre el Ejecutivo y el Legislativo debe ser el objetivo del nuevo ministro Benedetti. [...] Importante dar continuidad a lo bueno y revisar en qué se puede mejorar”.
Por el contrario, la representante verde Catherine Juvinao señaló que el el nombramiento de Benedetti se podría interpretar como que “en 2025 Gustavo Petro está dispuesto a lo que sea, como sea, al costo que sea, con quien sea. ”Una falsa promesa de cambio que sucumbió ante lo peor de la política en Colombia”, agregó.
En la misma línea, la representante de Dignidad y Compromiso Jennifer Pedraza calificó la posible llegada de Benedetti como una “traición al mandato social de cambio”: “Esto es una escupida en la cara a la gente que confió en Gustavo Petro. Un promotor de la reelección de Uribe, investigado por compra de votos como Benedetti, es el dueño del Gobierno”.
Desde la oposición, representante del Centro Democrático José Jaime Uscátegui afirmó: “Del embajador que amenazaba con ‘hundirlos a todos’ si hablaba, al nuevo Ministro del Interior. Armando Benedetti, acusado de corrupción y violencia intrafamiliar, regresa al gobierno Petro. ¿Ética? ¿Cambio? No, solo el reciclaje de la misma podredumbre”.
El excandidato presidencial Sergio Fajardo también se sumó a las críticas y aseguró que la llegada de Benedetti refuerza la politiquería: “El avión de campaña aterrizó para hacer lo que mejor sabe: repartir mermelada, profundizar la corrupción y destruir la confianza. Nombrar a Benedetti en el ministerio del Interior es aplaudir la politiquería, insultar la lucha de las mujeres por sus derechos y reivindicar el todo vale. El cambio quedó en la basura”.
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