Así serán las sesiones semipresenciales del Senado

El debate entre presencialidad y virtualidad en las sesiones del Congreso es cada vez menor. En el Legislativo han encontrado puntos medios que han permitido el desarrollo de las sesiones de forma mixta, sobre todo en la Cámara. Ahora le llegó el turno al Senado. Este jueves se reveló cómo será el protocolo para llevar a cabo las sesiones semipresenciales de la corporación encabezada por Arturo Char.

Los protocolos, creados con la asesoría de la ARL Positiva, establecen que solo podrá haber 39 personas en el salón elíptico. De estos, 32 de los puestos serán destinados para senadores, citados, secretario general, jefe de leyes y jefe de relatoría, y los otros 7 cupos irán para personas de apoyo. Estos tendrán que guardar la norma mínima de dos metros de distanciamiento físico y se prohíbe la presencia de visitantes durante las sesiones.

Para la repartición de espacios de trabajo se tuvo en cuenta la cifra repartidora y que se debe garantizar la presencia de al menos un miembro de cada organización política. Esto quiere decir que al menos se han dispuesto de 15 espacios de trabajo, uno por cada partido o movimiento político. Asimismo, se estableció que el resto de los senadores seguirán sesionando por medio de las plataformas de videollamada que se han usado hasta ahora.

Según los cálculos hechos por las directivas del Senado, en el capitolio se dispondrán hasta tres puestos para los partidos Centro Democrático, Cambio Radical, Partido Liberal, Partido de la U y Partido Conservador. La Alianza Verde tendrá derecho a como máximo dos espacios de trabajo, mientras que el resto (FARC, Polo Democrático, Mira, Colombia Humana-UP, Colombia Justa y Libres, ASI, MAIS, autoridades indígenas y la curul del segundo en las presidenciales de 2018) solo tendrán derecho a un representante en el Capitolio.

Ningún partido está obligado a tener un vocero de forma física, pues la virtualidad sigue siendo una forma valida de sesionar. De igual manera, para asistir, cada partido es libre de elegir los que ingresarán al recinto del Legislativo, pero estos deben ser reportados antes de cada sesión para cumplir con los protocolos dispuestos tanto por el Senado como la ARL.

Además, desde las mesas directivas se dispuso la adecuación del Salón de la Constitución y la sede social para que “los senadores que deseen asistir a las sesiones de manera presencial lo puedan hacer”. Aunque no está claro, todo apunta a que podrían hacer seguimiento a la sesión como lo ocurrido durante las votaciones a Procuraduría.

Las directivas del Senado dejaron en firme la limitación de acceso a las instalaciones del Senado, por lo que este será limitado apenas a los que se necesiten para llevar acabo las sesiones. De esta forma se mantendría la restricción a la presencia de externos al Senado: público, periodistas, cabildeantes y los grandes equipos de cada senador.

El protocolo también deja claro que se podrán habilitar a cada una de las comisiones constitucionales, legales, especiales y accidentales para que también sesiones de forma mixta, “cumpliendo las condiciones de bioseguridad recomendadas”. Este ejercicio ya está siendo llevado a cabo por la Comisión Primera de la Cámara, que está sesionando en el mismo recinto donde se lleva a cabo la plenaria.

Cada vez son más los senadores y representantes que piden la presencialidad. Varios miembros de la oposición la han solicitado con insistencia bajo el argumento de que las sesiones virtuales debilitan al Congreso y le permiten al Ejecutivo sacar adelante sus iniciativas y planes sin mayores dificultades en el Legislativo.

Gracias al pronunciamiento de la Corte Constitucional, que tumbó el decreto que viabilizaba este tipo de sesiones y advirtió que primaba la presencialidad, el Congreso ha dado cada vez más pasos para retomar sus labores presenciales. Por lo menos, en este momento, ambas plenarias tienen habilitadas las sesiones mixtas, aunque en la Cámara ha sido más la presencia de la oposición que de la bancada de Gobierno en el desarrollo de las actividades.

El debate entre presencialidad y virtualidad en las sesiones del Congreso es cada vez menor. En el Legislativo han encontrado puntos medios que han permitido el desarrollo de las sesiones de forma mixta, sobre todo en la Cámara. Ahora le llegó el turno al Senado. Este jueves se reveló cómo será el protocolo para llevar a cabo las sesiones semipresenciales de la corporación encabezada por Arturo Char.

Los protocolos, creados con la asesoría de la ARL Positiva, establecen que solo podrá haber 39 personas en el salón elíptico. De estos, 32 de los puestos serán destinados para senadores, citados, secretario general, jefe de leyes y jefe de relatoría, y los otros 7 cupos irán para personas de apoyo. Estos tendrán que guardar la norma mínima de dos metros de distanciamiento físico y se prohíbe la presencia de visitantes durante las sesiones.

Para la repartición de espacios de trabajo se tuvo en cuenta la cifra repartidora y que se debe garantizar la presencia de al menos un miembro de cada organización política. Esto quiere decir que al menos se han dispuesto de 15 espacios de trabajo, uno por cada partido o movimiento político. Asimismo, se estableció que el resto de los senadores seguirán sesionando por medio de las plataformas de videollamada que se han usado hasta ahora.

Según los cálculos hechos por las directivas del Senado, en el capitolio se dispondrán hasta tres puestos para los partidos Centro Democrático, Cambio Radical, Partido Liberal, Partido de la U y Partido Conservador. La Alianza Verde tendrá derecho a como máximo dos espacios de trabajo, mientras que el resto (FARC, Polo Democrático, Mira, Colombia Humana-UP, Colombia Justa y Libres, ASI, MAIS, autoridades indígenas y la curul del segundo en las presidenciales de 2018) solo tendrán derecho a un representante en el Capitolio.

Ningún partido está obligado a tener un vocero de forma física, pues la virtualidad sigue siendo una forma valida de sesionar. De igual manera, para asistir, cada partido es libre de elegir los que ingresarán al recinto del Legislativo, pero estos deben ser reportados antes de cada sesión para cumplir con los protocolos dispuestos tanto por el Senado como la ARL.

Además, desde las mesas directivas se dispuso la adecuación del Salón de la Constitución y la sede social para que “los senadores que deseen asistir a las sesiones de manera presencial lo puedan hacer”. Aunque no está claro, todo apunta a que podrían hacer seguimiento a la sesión como lo ocurrido durante las votaciones a Procuraduría.

Las directivas del Senado dejaron en firme la limitación de acceso a las instalaciones del Senado, por lo que este será limitado apenas a los que se necesiten para llevar acabo las sesiones. De esta forma se mantendría la restricción a la presencia de externos al Senado: público, periodistas, cabildeantes y los grandes equipos de cada senador.

El protocolo también deja claro que se podrán habilitar a cada una de las comisiones constitucionales, legales, especiales y accidentales para que también sesiones de forma mixta, “cumpliendo las condiciones de bioseguridad recomendadas”. Este ejercicio ya está siendo llevado a cabo por la Comisión Primera de la Cámara, que está sesionando en el mismo recinto donde se lleva a cabo la plenaria.

Cada vez son más los senadores y representantes que piden la presencialidad. Varios miembros de la oposición la han solicitado con insistencia bajo el argumento de que las sesiones virtuales debilitan al Congreso y le permiten al Ejecutivo sacar adelante sus iniciativas y planes sin mayores dificultades en el Legislativo.

Gracias al pronunciamiento de la Corte Constitucional, que tumbó el decreto que viabilizaba este tipo de sesiones y advirtió que primaba la presencialidad, el Congreso ha dado cada vez más pasos para retomar sus labores presenciales. Por lo menos, en este momento, ambas plenarias tienen habilitadas las sesiones mixtas, aunque en la Cámara ha sido más la presencia de la oposición que de la bancada de Gobierno en el desarrollo de las actividades.