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En días pasados, algunos sectores del Partido Conservador plantearon cerrar de una vez las inscripciones de precandidatos para la consulta interna que escogerá el aspirante azul a la Presidencia de la República en 2010.
Según se dijo, se trataba de cerrarle el paso a una posible llegada de Noemí Sanín —la hoy embajadora en el Reino Unido—, cuyo nombre sigue sonando con insistencia en los mentideros políticos y más aún cuando en la cumbre uribista del pasado martes en la Casa de Nariño fue incluida en la baraja de posibles “herederos”, en caso de que el referendo reeleccionista se hunda.
Pero, ¿qué piensan los actuales precandidatos conservadores de una llegada de Noemí al juego político del partido? ¿Es bienvenida? El Espectador consultó su opinión y lo que se puede palpar es que la figura de la actual diplomática despierta simpatías, indiferencia y rechazo.
Por ejemplo, el ex ministro de Agricultura Andrés Felipe Arias dice seguir dedicado a recorrer Colombia y a la agenda del pueblo, y que lo único que lo desvela es ganar la consulta del 27 de septiembre para renovar el conservatismo y darle opción de poder.
Sin embargo, Arias lanza sus pullas: “No tengo tiempo para pensar en cálculos y alianzas de otros u otras. Mi proyecto político es ajeno al cálculo, al oportunismo y a los camaleones. Es con lealtad y amor verdadero por Colombia”, dice.
Por su parte, el también precandidato José Galat no se ahorró en críticas contra Sanín: “Ella ha despreciado al partido en tres ocasiones y estoy seguro de que la inmensa mayoría la rechaza. Es una oportunista y ahora es que está derramando lágrimas de cocodrilo por el conservatismo”.
Sin embargo, Galat no está de acuerdo con cerrarle las puertas de la colectividad. “Que venga, que se inscriba. Ella siempre arranca igual, con el 80% de respaldo y al final termina desinflada”, agregó.
Los otros dos precandidatos azules, Fernando Araújo y Carlos Holguín, son más moderados en su tono. Para el primero, la llegada de Noemí Sanín “fortalece” el proceso electoral del partido ya que, quiérase o no, “es una excelente opción para todos colombianos”.
Holguín es de los que también piensa que el regreso de la hoy embajadora “enriquecerá” el debate y sería una “nueva opción” para los ciudadanos. “La decisión es de más de ella que del partido. El conservatismo tiene las puertas abiertas para todo el mundo”, manifestó.
Lo cierto es que el teléfono de la Embajada en Londres sigue recibiendo llamadas todos los días de dirigentes azules y de otras corrientes uribistas, en las cuales le piden volver para postularse a la Presidencia. Su respuesta, hasta el momento, es la misma: “No he tomado ninguna determinación y todo lo que se diga es pura especulación”.