A través de un trino, el expresidente Álvaro Uribe se pronunció por primera vez luego de que la Corte Constitucional decidiera negarle la tutela que interpuso y, con ello, determinara (a su vez) que la indagatoria del exmandatario en la Corte Suprema de Justicia era equiparable a una imputación de cargos realizada por la Fiscalía.
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“En diálogo con mi ser, busco más fuerza espiritual para defender mi reputación, seguridad jurídica, y luchar contra las amenazas tibias y radicales a la democracia”, aseguró en su cuenta de Twitter este viernes, dos días después de que el alto tribunal diera a conocer el veredicto.
La votación en la Sala Plena estuvo reñida: Alejandro Linares, magistrado ponente del caso (y quien planteó la tesis que finalmente fue aprobada), contó con el apoyo de 5 magistrados, mientras que cuatro más estuvieron en la orilla contraria de la decisión. Estos son: Jorge Enrique Ibáñez, Paola Meneses, Alberto Rojas Ríos, y Antonio José Lizarazo.
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En el fallo, la Corte explicó que a Uribe no se le vulneraron sus derechos fundamentales, como en un inicio lo fundamentó en la tutela presentada. Ahora, su caso pasó a la Fiscalía, que ya lo acusó formalmente, eso sí, manteniendo en firme toda la investigación que desarrollo la Corte Suprema.
Con la decisión, la Corte Constitucional instauró una posición clave que afectará a otros congresistas aforados que, cuando se sienten apretados en la Corte Suprema de Justicia, renuncian a su investidura para que el caso pase a la Fiscalía, buscando un trato más favorable o simplemente para dilatar los tiempos. Ahora es claro lo que le debe suceder a quienes renuncian a sus curules como as bajo la manga.
