La Iglesia Católica le sumó un ingrediente más a la discusión en torno a la aplicación de la pena de cadena perpetua para los asesinos y violadores de niños. Monseñor Libardo Ramírez Gómez, presidente del Tribunal Nacional Eclesiástico, les propuso a los promotores del referendo que busca implantar esa máxima pena en el país y a quienes impulsan un proyecto en este sentido en el Congreso de la República, que se considere también el aborto como un crimen contra un niño que aún se encuentra en el vientre materno.
Según el jerarca católico, se trataría de pedir el respeto al articulo 11 de la Constitución Nacional, que habla del derecho a la vida. “Sólo basta con que en la pregunta que plantea el referendo o en el proyecto que hace curso en el Congreso se incluya una pequeña frase que diga que el asesinato se considera desde la concepción”, explicó monseñor Ramírez Gómez. Agregó que lo fundamental es defender a los niños de la violencia en todo sentido, lo cual implica protegerlos desde el primer instante de vida: “De esta manera se rechazaría de plano lo dicho por la Corte Constitucional, donde se le abre la puerta al aborto”.
Por su parte, el presidente de la Academia de Historia Eclesiástica, monseñor Guillermo Agudelo, expresó que, efectivamente, la persona que asesina al ser humano antes de salir del vientre materno debe ser castigada con severidad. “Es incongruente que se hable de cadena perpetua para los violadores, asesinos y secuestradores de niños, si se aprueba el aborto en ciertos casos, como lo autorizó la Corte Constitucional”, dijo.
Ante la nueva propuesta de la Iglesia Católica, El Espectador consultó a los promotores de la iniciativa en el Legislativo de implantar la cadena perpetua, quienes no descartaron la idea, aunque indicaron que lo mejor sería que el asunto fuera abordado en un proyecto aparte. El representante David Luna, del movimiento político Por el País que Soñamos, dejó en claro que en una reciente sentencia, la Corte Constitucional despenalizó el aborto en casos particulares: cuando hay malformación
del feto, cuando la madre ha sido objeto de acceso carnal violento y cuando la madre esta en peligro, por lo que ir en contra de dicha sentencia implica un debate mayor. Sin embargo, calificó la propuesta de monseñor Ramírez Gómez como “interesante”.
Por su parte, Simón Gaviria, representante a la Cámara del mismo partido, aseguró que se trata de un tema complejo que no puede juntarse con el del referendo o el proyecto de ley que ya se tramita en el Congreso. En su concepto, incluir un tema tan controversial en Colombia como el aborto con lo de la cadena perpetua para los violadores, asesinos y secuestradores de niños, podría afectar el trámite de la iniciativa. “Con la propuesta de Monseñor yo preferiría pensar en un proyecto aparte, donde se toquen los temas del aborto de manera más profunda”, explicó. Gaviria invitó a monseñor Ramírez Gómez a sentarse a pensar en un proyecto que apunte a castigar penalmente el aborto en el país, en todas sus formas.
Ante el nuevo planteamiento de la Iglesia Católica, las reacciones no se hicieron esperar. El representante a la Cámara de Cambio Radical, Ángel Custodio Cabrera, consideró acertada la propuesta, aunque planteó que el aborto sea tratado mediante un referendo aparte del de la cadena perpetua, “de tal manera que los colombianos que no estamos de acuerdo con su despenalización nos podamos pronunciar mediante una iniciativa popular”, expresó. A su vez, el senador conservador Julio Manzur señaló que se trata de un tema para ser discutido aparte, ya que el aborto como un crimen debe ser mirado desde una óptica diferente a como se debe mirar el asesinato, el maltrato, el secuestro y la violación de niños.
Para el senador liberal Héctor Helí Rojas, se trata de “propuestas facilistas y bastantes desinformadas” de lo que existe en Colombia como legislación para perseguir a quienes cometen delitos de homicidio, de secuestro, o delitos contra la libertad sexual en menores. Rojas recordó que el Código del Menor es realmente draconiano, ya que duplicó las penas para que puedan llegar a 60 años, prohibiendo los beneficios penales y posibilidades de que el delincuente salga antes de cumplir la totalidad de la pena. “Ya esto en la practica es una prisión perpetua”, agregó. Se abre una nueva polémica.