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La ingeniera Amparo Sánchez Londoño (como cuota del exsenador y hoy presidente del partido Conservador, Ómar Yepes Alzate) fue protagonista del gabinete de las últimas gobernaciones del departamento de Caldas, ocupando incluso el cargo de gobernadora encargada. Hoy es la principal carta del “yepismo” para las elecciones legislativas de mañana, al ser su principal candidata al Senado, con el número 99 en la lista del partido Conservador.
Sin embargo, justo en medio de la contienda electoral, sus enemigos políticos hicieron público uno de los secretos mejor guardados de la exfuncionaria y que durante casi tres décadas nadie conoció en Caldas durante su carrera en el sector público: la ingeniera Sánchez Londoño en su juventud tuvo una sociedad con un sujeto, que años después fue el autor intelectual de la matanza de las fincas Honduras y La Negra, ocurrida en marzo de 1988 en el Urabá antioqueño.
Se trata de Mario Zuluaga Espinel, quien hoy purga una condena a 31 años de prisión por los delitos de homicidio con fines terroristas y terrorismo. De acuerdo con un informe expedido en febrero de 1994 por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Zuluaga Espinel fue el autor intelectual y promotor de la incursión paramilitar en la que asesinaron a 17 obreros, con edades entre los 20 y los 47 años, miembros del Sindicato de Trabajadores Agrarios de Antioquia (Sintagro). Zuluaga Espinel, hoy de 65 años, se encuentra detenido en la cárcel de Varones La Blanca de Manizales y está a la espera de que le resuelvan una solicitud de prisión domiciliaria.
De acuerdo con un certificado de existencia y representación social, expedido por la Cámara de Comercio de Manizales, la ingeniera Amparo Sánchez Londoño y Zuluaga Espinel fundaron en julio de 1986 (dos años antes de la matanza) la empresa Todo Ingeniería Ltda. La sociedad se concretó mediante escritura pública de la notaría segunda de Envigado (Antioquia) y fue pactada con vigencia hasta el año 2000.
“El objeto principal de la empresa era la ejecución de todas las labores inherentes a la ingeniería en cualquiera de sus áreas, bien sea en centros urbanos o rurales, con la posibilidad de contratar con cualquier empresa pública o privada”. La sociedad fue constituida con un capital de $12 millones para la época, de los cuales, el 10% fue capital aportado por Gladys Stella Pineda Agudelo; 10%, de Sánchez Londoño, y el restante 80% de Zuluaga Espinel. Estos últimos aparecen como subgerente y gerente de la sociedad respectivamente.
Justo después de la matanza de Honduras y La Negra, Zuluaga Espinel se fugó y fue condenado como reo ausente por el Juzgado 103 de Instrucción Penal de Bogotá. Por esta razón, la empresa nunca fue clausurada y hoy aparece como empresa en liquidación por vencimiento de la vigencia de la sociedad. Finalmente, el criminal fue capturado en mayo de 2009, en el municipio de Anserma (Caldas), donde se mantuvo escondido bajo una falsa identidad.
Si bien es cierto, desde la época de la constitución de Todo Ingeniería Ltda a la fecha no se conoce algún vínculo adicional de Sánchez Londoño con Zuluaga Espinel, lo que sí se conoce es que ella ha mantenido su relación profesional con Gladys Stella Pineda Agudelo (También socia en la empresa cuestionada).
Ambas siguieron trabajando juntas hasta hace unos años, al hacer parte de diferentes consorcios, con los que participaron en procesos de contratación ante la Secretaría de Infraestructura de Risaralda. De igual forma, Stella Pineda participó por su cuenta en varios procesos contractuales abiertos por la Secretaría de Infraestructura de Caldas, cuando Sánchez Londoño fue jefe de dicha dependencia en la Gobernación del departamento.
De acuerdo con la hoja de vida promocionada en su página de internet, Amparo Sánchez Londoño fue “Secretaria de Infraestructura de Caldas en el año 1999, logrando una brillante carrera en el sector público hasta el 2013... ha logrado ocupar cargos de suma importancia y responsabilidad, por encargo como Gobernadora de Caldas, Secretaria de Hacienda, Secretaria de Desarrollo Económico y Gerente departamental de la Empresa para la Salud (EDSA), entre otros”.
En medio de esta historia, vale aclarar que el hecho de que la hoy candidata hubiera sido socia de Zuluaga Espinel, no quiere decir que ella tenga alguna relación con el pasado criminal de este personaje. Sin embargo, evidencia de sus relaciones. El Espectador intentó comunicarse con la ingeniera para hablar de su vínculo con Zuluaga Espinel, pero no se pudo establecer un diálogo directo.
Si bien, dos personas cercanas a Sánchez Londoño llamaron a la redacción para expresar que ella quería hablar de este hecho, no se concretó la entrevista. La única explicación que se conoció fue la expresada por Rafael Zuluaga, uno de sus colaboradores, quien aseguró que la candidata había expresado que la sociedad se dio “en su juventud y cuando Zuluaga Espinel no era delincuente”.