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El expresidente y director del Partido Liberal, César Gaviria, lanzó esta semana numerosas invitaciones a su casa para hablar con varios políticos. ¿Sus objetivos? Varios de ellos se relacionan con la influencia de su colectividad en el Congreso y los propósitos que tiene de cara a las próximas elecciones de Presidencia y del Legislativo.
Por un lado, buscó votos para el senador Lidio García, a quien postuló como candidato único para la presidencia del Senado, elección que se llevará a cabo del próximo 20 de julio y tiene como fin la designación del sucesor del conservador Efraín Cepeda.
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Además, se vio con militantes de los partidos de La U y Conservador, de cuyos encuentros logró réditos. En efecto, y sumando otras colectividades, ya habría consolidad al menos 37 votos en favor de García, quien será enfrentado por Alejandro Chacón, senador liberal que ha estado en la disidencia a Gaviria.
También se encontró con otras colectividades para hablar de la conformación de una coalición de centro derecha que se dispute el poder en 2026 con el petrismo, grupo con el que viene teniendo duros desencuentros por la paz total, la consulta popular y la minirreforma laboral que radicó su bancada.
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Esta semana puede determinante en el Senado para todas las fuerzas políticas, incluyendo al Partido Liberal de Gaviria, pues se debatirá la el proyecto de consulta popular que radicó el presidente Gustavo Petro y sobre el cual el exmandatario liberal pidió votar negativamente.
A través de un comunicado, el director del Partido Liberal calificó la iniciativa como “una decisión equivocada” y un “despilfarro inadmisible”.
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Según el exmandatario, destinar un billón de pesos a una “votación simbólica” en medio de la crisis fiscal del país representa un uso irresponsable de los recursos públicos.
“Ese dinero debería destinarse a lo urgente: mejorar las condiciones de los trabajadores, apoyar a las víctimas, fortalecer la fuerza pública y financiar políticas sociales que beneficien a quienes más lo necesitan”, afirmó.
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