Si algo quedó en evidencia durante la actual crisis diplomática, desatada por el operativo militar que terminó con la muerte de Raúl Reyes, es el apoyo incondicional de Estados Unidos al gobierno de Álvaro Uribe. No sólo el presidente, George W. Bush, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y otros altos funcionarios salieron en defensa de las acciones de Colombia en la frontera con Ecuador, sino que hasta los demócratas, tan reacios a aprobar el Tratado de Libre Comercio, se mostraron dispuestos a cambiar su posición en apoyo al país por la reacción de los gobiernos de Venezuela, Ecuador y Nicaragua frente a los hechos.
Durante la sesión convocada esta semana en la Organización de Estados Americanos (OEA), el gobierno estadounidense envió al subsecretario de Estado, Thomas Shannon, para que siguiera muy de cerca las deliberaciones que pretendían terminar con una condena a Colombia por transgredir la frontera. Al final, y luego de varias charlas del enviado especial con varios embajadores latinoamericanos, no hubo condena.
El subsecretario de Estado norteamericano no se quedó ahí. Ya contactó a varios mandatarios de países vecinos, como que tienen cierta cercanía con Hugo Chávez, Rafael Correa y Daniel Ortega, para que los convenzan de solucionar la crisis por canales diplomáticos. Pero, ¿qué tanto le favorece a Colombia ese apoyo directo de Washington? Al parecer, no mucho, pues según los propios presidentes de Venezuela, Ecuador y Nicaragua, sus acciones son en contra de la política “imperialista” de EU.
En la Cumbre de Río, que terminó bajando los ánimos de los actores del diferendo, la mayoría de presidentes que intervinieron, dejaron ver que Colombia está aislada en la región. “A pesar de los abrazos y de los compromisos, Colombia tiene una lección que aprender y es que por cuenta de su política hacia los países vecinos puede quedarse sin aliados. Su alianza estratégica con EU ha ido en detrimento de sus relaciones en Latinoamérica. Si bien este apoyo ha sido fundamental en varios frentes, la cercanía sin restricciones creó un entorno regional negativo hacia Colombia… El precio de la soledad solamente lo puede pagar EU, para Colombia el costo es más alto y no lo puede asumir sola”, aseguraró Michael Booth, analista en Washington. El Espectador consultó la opinión de otros analistas suramericanos y la mayoría coincide en que las difíciles relaciones con los vecinos aislan a Colombia.
Chile
Raúl Sohr
Director del Instituto de Estudios Estratégicos y de Seguridad Internacional (IDEESI).
Colombia, al atacar al interior de Ecuador, hace temer que el remedio es peor que la enfermedad. Al colocar la lucha contra las Farc por sobre el respeto al derecho internacional, recuerda los tiempos de las dictaduras latinoamericanas en que no se respetaban fronteras, tribunales ni derechos humanos para perseguir a los enemigos. En ese sentido Colombia aparece introduciendo doctrinas que son ajenas al hemisferio y que generan inquietud y rechazo.
Brasil
Clóvis Rossi
Editorialista ‘La Folha’ de Sao Paulo.
No hay posibilidad de “israelizar” a Colombia. Esa es una teoría muy débil. Por el lado de Brasil, Uribe tiene muy buena relación con Luiz Inácio Lula da Silva, además el real interés brasileño es la integración latinoamericana y por eso no haría nada para aislar a Colombia.
Argentina
Thomas Sheetz
Editor y experto en temas militares de varias universidades argentinas.
El problema es más político que militar. Ya por su relación estrecha con el gobierno estadounidense Colombia se había diferenciado del resto de América del Sur. Este hecho no hace más que distanciar más al país de la región.
México
Alfredo Pérez Delabre
Analista y editorialista.
Colombia cometió un grave error político al transgredir la frontera ecuatoriana con el argumento de que ellos no podían controlar su territorio, aunque Colombia tampoco lo puede hacer. Si el gobierno de Uribe cooperara con sus homólogos de la región, esto no tendría que haber pasado.
Venezuela
Simón Alberto Consalvi
Ex ministro de Relaciones Exteriores y editorialista del periódico ‘El Nacional’.
No creo que Colombia vaya a quedar aislada después de estos incidentes. Pienso que, por el contrario, deberá operarse en la región una toma de conciencia sobre las responsabilidades de los Estados, sus potestades y sus limitaciones. No deberían aislarla.
Ecuador
Adrián Bonilla
Director de la Facultad de Estudios Latinoamericanos (Flacso).
Las agendas de seguridad de Colombia y sus prioridades no son siempre compartidas o comprendidas por sus vecinos y contrapartes latinoamericanas, que tienen sus propias preocupaciones. Esa situación probablemente ha hecho que Colombia mire el escenario hemisférico desde sus propias necesidades y volcada hacia adentro. El incidente con Ecuador no hace sino consolidar la imagen previa de aislamiento que de alguna manera se reprodujo en la reunión de la OEA.
La clave en la OEA
La Organización de Estados Américanos es hoy el más importante escenario internacional para resolver la difícil crisis que sacude a la región.
El caso: Ecuador, en cabeza de su embajadora, María Isabel Salvador, acusó a Colombia de violar su soberanía. El embajador colombiano, Camilo Ospina, se defendió, invocó el derecho a la legítima defensa, y entregó al Consejo Permanente de la OEA pruebas del apoyo de Venezuela y Ecuador a las FARC. El Consejo Permanente expidió una resolución en la que reconoció que Colombia "violó la soberanía y la integridad territorial del Ecuador". Sin embargo, no condenó las acciones colombianas ni se pronunció sobre las denuncias contra Venezuela y Ecuador.
El futuro: La OEA creó el miércoles una Comisión ad hoc encabezada por su secretario, José Miguel Insulza y los embajadores de Argentina, Bahamas, Brasil, Panamá y Perú, quienes llegarán el lunes a la frontera, y deberán luego presentar un informe ante la Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores, el 17 de marzo. La comisión tiene en sus manos la responsabilidad de pronunciarase sobre la veracidad contenida en las mutuas acusaciones realizadas en el Consejo. Para el abogado internacional Andres Téllez, la Reunión de Consulta escuchará el informe "y muy probablemente emitirá una resolución con una votación similar a la de esta semana, con la diferencia que, al ser emitida por los jefes de relaciones exteriores, tendrá profundas repercusiones políticas".