Los militares y los policías seguirán sin poder votar. Así lo decidió el Congreso este martes: la Comisión Primera del Senado votó en contra de la reforma constitucional que buscaba que los miembros activos de la Fuerza Pública en un futuro participaran de las elecciones.
La iniciativa fue del senador conservador Germán Blanco, y la mayoría de su bancada acompañó esta propuesta popular, pues ya ha sido presentada en años anteriores, pero nunca ha tenido éxito. En esta ocasión, el proyecto de acto legislativo contó con 10 votos en contra y nueve a favor.
El senador Blanco quería que los cerca de 400 mil votos “diseminados por toda la geografía nacional” pudieran ejercer este derecho político. “Pretendíamos que se igualaran los derechos políticos de los miembros de la Fuerza Pública al del resto de los ciudadanos. Es decir, que estos no solo tuvieran derechos civiles, sino también políticos para votar de manera voluntaria y secreta”.
En ese sentido, explicó que su intención no era “volver la fuerza deliberante” o que ellos mismos se candidatizaran. “Hemos dado hoy un importante sufragio, argumentado, pero lamentablemente la Comisión Primera ha archivado el proyecto. La discusión es vigente y la seguiremos trayendo a estos escenarios”.
María Fernanda Cabal, senadora del Centro Democrático, fue una de las políticas que defendió la propuesta durante la discusión. “Siempre me he preguntado por qué el sacrificio lo debe hacer siempre la Fuerza Pública”, cuestionó la senadora sobre la imposibilidad de los militares y policías a votar. “Es increíble cómo aquí hay una complacencia enorme con la subversión con las acciones criminales disfrazadas de romanticismo revolucionario”, agregó.
Durante la sesión en la que se archivó el proyecto de reforma constitucional, el ministro de Defensa Iván Velásquez manifestó que permitir el sufragio podría desestabilizar la unidad de las fuerzas. “Hay que garantizar la neutralidad de la Fuerza Pública porque es una garantía para la democracia. En las circunstancias actuales, el que los miembros de la Fuerza Pública no tengan el derecho al voto es para todos los movimientos, partidos políticos y candidatos una garantía para la democracia. Consideramos que está posibilidad del ejercicio del voto podría fracturar la estructura de la Fuerza Pública tan indispensable en el ejercicio de sus actividades”, destacó el ministro.
“Muchos afirman que es peligroso que en estas circunstancias los militares pudieran asumir posiciones partidistas. Este tema debe revisarse en el marco de la conveniencia o no para la democracia y para la transparencia. En una estructura tan jerarquizada, con tan marcada influencia de arriba hacia abajo, que además tiene el uso legítimo de las armas podría eventualmente convertirse en ilegal”, añadió Velásquez.
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