Congreso hundió matrimonio LGBTI

Durante dos semanas el país estuvo a la expectativa de la reglamentación del matrimonio igualitario que se estaba discutiendo en el Congreso tal como se lo había solicitado la Corte Constitucional. Ayer con una votación en la plenaria del Senado de 51 por el no y 17 por el sí, se hundió la posibilidad de que existiera una ley para la unión entre parejas del mismo sexo.

Ahora, tal como lo señaló la ministra de Justicia, Ruth Stella Correa, quienes quieran tener un vínculo matrimonial, podrán acogerse a la directriz que surja de la comisión integrada por miembros de la Superintendencia de Notariado y Registro y del Ministerio, para establecer los lineamientos bajo los cuales los notarios del país deberán operar en casos de matrimonios de personas del mismo sexo.

No es una historia nueva. Cuando se trata de legislar sobre asuntos con algún trasfondo político o religioso, que generan polémica, aunque tengan implicaciones sociales, el Congreso de la República prefiere no abordar los debates y termina archivando las iniciativas. Así ha sucedido con la reglamentación de la dosis personal de drogas, la práctica del aborto, la eutanasia, el matrimonio igualitario y otros derechos de la comunidad LGBTI.

La tibieza del Congreso frente a estos temas genera posiciones encontradas. Para el exmagistrado y exsenador Carlos Gaviria “eso ha significado que mientras la Corte se ha apropiado del contenido incluyente y pluralista de la Constitución de 1991, el Congreso ha dejado esto de lado, para luego criticar a los magistrados diciendo que son los jueces quienes se han apropiado de esta tarea que abandonaron los legisladores”.

Gaviria sostiene que “ está sucediendo un fenómeno que no es exclusivo de Colombia: los ciudadanos se sienten mejor protegidos por los jueces que por los legisladores”.

Contrario a este planteamiento. El senador conservador José Darío Salazar afirma que es la Corte la que está sobrepasando sus funciones, al abordar temas que son del resorte exclusivo del Congreso. “Ellos son los guardianes de la Constitución, pero algunos magistrados se han dedicado a violarla. Por ejemplo, la Carta dice claramente que la vida es inviolable y allá decidieron que hay tres excepciones para el aborto. También se refiere a que la familia se constituye a través de la unión entre hombre y mujer, no a una unión homosexual”, afirmó.

Para el senador Armando Benedetti, quien es el autor del proyecto de ley de matrimonio igualitario y será quien defienda la reglamentación de la eutanasia desde la próxima semana, lo que sucede es que “el Congreso no conoce los postulados de la Constitución. Es un Congreso cavernícola y por eso no está en sintonía con los temas que se están hablando en el primer mundo”.

Durante dos semanas el país estuvo a la expectativa de la reglamentación del matrimonio igualitario que se estaba discutiendo en el Congreso tal como se lo había solicitado la Corte Constitucional. Ayer con una votación en la plenaria del Senado de 51 por el no y 17 por el sí, se hundió la posibilidad de que existiera una ley para la unión entre parejas del mismo sexo.

Ahora, tal como lo señaló la ministra de Justicia, Ruth Stella Correa, quienes quieran tener un vínculo matrimonial, podrán acogerse a la directriz que surja de la comisión integrada por miembros de la Superintendencia de Notariado y Registro y del Ministerio, para establecer los lineamientos bajo los cuales los notarios del país deberán operar en casos de matrimonios de personas del mismo sexo.

No es una historia nueva. Cuando se trata de legislar sobre asuntos con algún trasfondo político o religioso, que generan polémica, aunque tengan implicaciones sociales, el Congreso de la República prefiere no abordar los debates y termina archivando las iniciativas. Así ha sucedido con la reglamentación de la dosis personal de drogas, la práctica del aborto, la eutanasia, el matrimonio igualitario y otros derechos de la comunidad LGBTI.

La tibieza del Congreso frente a estos temas genera posiciones encontradas. Para el exmagistrado y exsenador Carlos Gaviria “eso ha significado que mientras la Corte se ha apropiado del contenido incluyente y pluralista de la Constitución de 1991, el Congreso ha dejado esto de lado, para luego criticar a los magistrados diciendo que son los jueces quienes se han apropiado de esta tarea que abandonaron los legisladores”.

Gaviria sostiene que “ está sucediendo un fenómeno que no es exclusivo de Colombia: los ciudadanos se sienten mejor protegidos por los jueces que por los legisladores”.

Contrario a este planteamiento. El senador conservador José Darío Salazar afirma que es la Corte la que está sobrepasando sus funciones, al abordar temas que son del resorte exclusivo del Congreso. “Ellos son los guardianes de la Constitución, pero algunos magistrados se han dedicado a violarla. Por ejemplo, la Carta dice claramente que la vida es inviolable y allá decidieron que hay tres excepciones para el aborto. También se refiere a que la familia se constituye a través de la unión entre hombre y mujer, no a una unión homosexual”, afirmó.

Para el senador Armando Benedetti, quien es el autor del proyecto de ley de matrimonio igualitario y será quien defienda la reglamentación de la eutanasia desde la próxima semana, lo que sucede es que “el Congreso no conoce los postulados de la Constitución. Es un Congreso cavernícola y por eso no está en sintonía con los temas que se están hablando en el primer mundo”.