La Casa de Nariño ajusta más de seis días en medio de la convulsión que generó la escalada violenta del ELN en el Catatumbo y Arauca y la posterior reacción del presidente Gustavo Petro con el anuncio de una declaración de conmoción interior. Aunque los ministros y el equipo jurídico de la Presidencia han trabajado día y noche para concretar esa apuesta, en el camino han encontrado diferentes obstáculos que han demorado la publicación del decreto que le da luz verde al Gobierno para acelerar medidas en materia militar, humanitaria y de inversión social para la región.
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Este jueves, Petro volvió a citar a todos sus jefes de cartera y a la cúpula militar a un consejo extraordinario para terminar de delinear los componentes de la conmoción y completar las 19 firmas de sus ministros. Sin embargo, las dudas jurídicas y algunos temas de forma impidieron alcanzar una versión definitiva, por lo que, según le dijo a El Espectador un integrante del gabinete, la orden fue “mantener la confidencialidad del decreto hasta que esté totalmente terminado”.
Además de analizar los argumentos de la declaratoria, que la Corte Constitucional revisará con lupa y que hasta el momento van enfocados en la emergencia social que implica tener más de 80 muertos y 36.000 desplazados en el Catatumbo, en la oficina jurídica de la Presidencia evalúan si es viable la idea del presidente de incluir al departamento de Arauca en la medida. La insistencia de Petro en la conmoción es tal que, además de las largas jornadas de trabajo de los últimos días, este jueves canceló su participación en un evento que se iba a realizar en Barranquilla con motivo del lanzamiento del programa “Economía Popular Productiva y Solidaria”.
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A todo esto se suma que al jefe de Estado se le han abierto nuevos frentes en materia de seguridad, diplomacia y gobernabilidad. Y es que además de la arremetida del ELN en Norte de Santander, que tiene como objetivo controlar los pasos claves en la frontera con Venezuela, el país es testigo de nuevos hechos violentos en Cauca, Guaviare, Chocó y otras zonas. En El Plateado, enclave de las disidencias de alias Iván Mordisco, este jueves estalló una moto cargada con explosivos, dejando al menos tres civiles y dos militares heridos.
En medio de esta turbulencia, el presidente salió del país este miércoles y pasó por República Dominicana y Haití, desde donde lanzó duros dardos en contra del recién posesionado presidente estadounidense, Donald Trump, a quien le cuestionó sus políticas migratorias y las declaraciones en contra de América Latina. “No quieren haitianos, no quieren venezolanos, no quieren puertorriqueños, no quieren colombianos, pues dejémoslos un rato solos, a ver cómo les va. Yo creo que somos nosotros los que nos vamos a ayudar entre nosotros y que quienes no echan se van a quedar solos, y entre más solos más pobres, más decadentes”, aseguró Petro.
La tensión que durante toda la semana ha reinado en el gabinete por cuenta de los cambios en varias carteras también alteró el panorama. El anunciado cuarto remezón ministerial ya provocó un llamativo enroque entre el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Presidencia; ya que el vicecanciller, Jorge Rojas, tomó el puesto de la mano derecha del presidente como director del Dapre, cargo del que sale Laura Sarabia para asumir como nueva canciller desde el 1 de febrero. Por su parte, el saliente Luis Gilberto Murillo despejó su camino para una eventual aspiración presidencial en las elecciones de 2026.
En el consejo extraordinario de este jueves a muchos les llamó la atención que Jorge Rojas ya estuviera sentado a la derecha de Petro, en el puesto que usualmente ocupa Laura Sarabia, y con el rótulo de director del Departamento Administrativo de la Presidencia.
También salieron del equipo de Petro la ministra de Transporte, María Constanza García, aparentemente por diferencias con el mandatario, y el ministro de las TIC, Mauricio Lizcano, otro que estaría interesado en la carrera electoral. El sonajero de nombres para sus posibles reemplazos generó comentarios de todas las orillas políticas, pues muchos se preguntan si el presidente Petro mantendrá la puerta abierta a la representación de otros partidos o si, por el contrario, se la juega por rodearse de funcionarios que sigan al pie de la letra su programa. En el caso de Transporte, en las últimas horas se decantó por alguien cercana a su proyecto, María Fernanda Rojas, quien venía trabajando en Prosperidad Social.
Voces del alto Gobierno señalan que aún están pendientes dos o tres cambios de ministros, además de las renuncias de varios embajadores, lo que en parte genera incertidumbre sobre el equipo definitivo que acompañará a Petro en sus últimos 18 meses en el poder y particularmente en el reto de apagar la hoguera de la violencia en varias regiones.
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El problema ha abierto un debate aún mayor que podría definir buena parte del legado del gobierno Petro. En el interior del gabinete hay voces que insisten en que la paz total está herida de muerte, por lo que el paso a seguir es girar hacia una narrativa de cero tolerancia con los grupos armados y el fortalecimiento de las capacidades de la fuerza pública. En el caso del ELN, el mandatario ya demostró que habrá mano dura contra esa guerrilla e incluso dejó en el aire la posibilidad de que lo mismo ocurra con otros grupos.
“Buscan el control de la frontera basados económicamente en la cocaína del Catatumbo. Pablito tiene la mayor responsabilidad en esta acción. Buscan el control para convertirse en carta de negociación internacional y para enriquecerse con la cocaína. Por soberanía nacional, el ELN debe ser derrotado y toda fuerza que tenga sus mismos objetivos”, dijo en un trino.
En este punto cobra relevancia el factor frontera. El propio Petro y varios de sus funcionarios confirmaron que hay un diálogo constante con las autoridades de Venezuela e incluso con Nicolás Maduro para articular acciones que impidan el paso de los integrantes del ELN al país vecino. “Se construye un plan de acción, conjunto que busca cerrar todo espacio de acción de los dueños del narcotráfico en la frontera. Se hará reunión de los dos ministros de defensa para el efecto”, anunció el jefe de Estado. Todo esto, cabe aclarar, en medio de la polémica por los ejercicios militares que Maduro ordenó en la frontera y por las imágenes que divulgó el régimen de Diosdado Cabello atendiendo a desplazados colombianos.
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En diferentes sectores políticos e incluso en el mismo Gobierno esperan que el presidente presente pronto el decreto de conmoción, pero además se pronuncie sobre el futuro de la paz total. Desde la Iglesia Católica, con monseñor Héctor Fabio Henao, delegado de la Conferencia Episcopal para las Relaciones Iglesia-Estado, piden evaluar si se pueden mantener abiertos los canales de la paz, pero con el paso de las horas y la falta de una solución clara para el Catatumbo y otras regiones, también crecen las voces de quienes piden mano dura y acciones para recuperar el orden público.
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