La lluvia marcó parte de la jornada electoral, y el boletín número seis expedido por la Registraduría indicaba como dato parcial que 2.240.232 personas habían votado (ver recuadro).
A pesar de que el Registrador Nacional del Estado Civil, Carlos Ariel Sánchez, señalaba desde su oficina en Bogotá que los ciudadanos “habían respondido a la convocatoria”, los jurados se quejaban por lo que ellos consideran “una pérdida de tiempo”.
Carlos Medina, quien fue llamado por la Registraduría para que colaborara en una mesa de votación en Corferias, lo expresó de manera contundente: “Da tristeza tanta inversión de dinero, para la poca participación registrada. Creo que faltó información por parte de los partidos políticos”.
Sin embargo, quienes no faltaron a la cita democrática fueron los máximos líderes de las tres colectividades —La U, el Polo Democrático y el Partido Conservador.
El senador Gustavo Petro, del Polo, llegó a eso de las 10 de la mañana al barrio Santa Isabel, en compañía de su familia y algunos seguidores.
Se mostró optimista frente a los resultados de la contienda y aprovechó para referirse a la fuga del ex congresista Óscar Tulio Lizcano.
Petro también habló del futuro de su partido, que ayer medía las fuerzas que en él convergen —la izquierda moderada y la radical, según los analistas—. “Si salimos hoy triunfantes el Partido será capaz de sacar a Colombia de la guerra, del hambre y del desempleo”, afirmó.
El senador Carlos Ferro, vocero del Partido de la U, subrayó desde Fusagasugá (Cundinamarca) que allá veía a la gente votando con mucho entusiasmo y tranquilidad. Reafirmó que con esta consulta el Partido de Unidad Nacional pretendía elegir a los delegados sociales para la asamblea.
Por su parte, el senador conservador Efraín Cepeda, quien sufragó en Barranquilla, manifestó que percibía un “ánimo entusiasta”, aunque reconoció que la poca afluencia de votantes podía deberse a que “no se trata de unas elecciones de Congreso”.
Los voceros de las colectividades que medían sus fuerzas acudieron a sus lugares de origen puesto de que la gran mayoría de los dirigentes políticos tenían inscrita sus cédulas fuera de Bogotá.
Por ejemplo, Carlos Gaviria, presidente del Polo, depositó su voto en la ciudad de Medellín.
Frente a la participación en la jornada del domingo, el Registrador Nacional dijo que se debía tener en cuenta que en la actividad sólo participaron tres partidos políticos.
El funcionario aseguró que en algunas regiones del país las votaciones habían estado muy concurridas. De hecho, dijo que hacia las 11 de la mañana se estimaba que “unos 700.000 militantes” de las colectividades habían sufragado.
En Barranquilla el problema que se registró fue el de la falta de tarjetones, hecho que fue solucionado con la impresión de éstos, con la respectiva firma de los delegados electorales. Estas consultas fueron la primera prueba de fuego desde que se posesionó Carlos Ariel Sánchez.
“Yo diría que estoy satisfecho con mi primera prueba de fuego y con el trabajo de mis colaboradores”, sostuvo el Registrador.
Pese a que el trabajo real del Consejo Nacional Electoral (CNE) inicia a partir de este lunes, el presidente de dicha entidad, Juan Pablo Cepero, visitó varios puestos de votación y manifestó a los medios de comunicación que estaba “tranquilo” por lo que acontecía.
Este lunes el CNE verificará los votos y entregará los resultados oficiales de la contienda.
Faltaron tarjetones para las votaciones
Los dirigentes políticos que participaron el domingo en las consultas internas se mostraron inconformes y molestos por la falta de tarjetones en algunas zonas del país donde se desarrollaron estas elecciones.
El Partido Conservador, en cabeza de su presidente Efraín Cepeda Sarabia, expresó su “consternación” por las denuncias registradas, de varios copartidarios en por lo menos 14 departamentos del país, que dieron cuenta de la falta de tarjetones para los comicios. Se dice que en algunas mesas de votación los tarjetones comenzaron a agotarse desde las 10 de la mañana, apenas dos horas después de abrirse los sufragios.
El dirigente del Polo Democrático, Carlos Romero, se quejó además porque, supuestamente, en Bucaramanga se programó una maratón que alteró el transporte público y no permitió a los electores llegar a votar.
Los inconvenientes llegaron a tal punto que la Registraduría tuvo que ampliar el horario de votaciones hasta las cinco de la tarde. Estaba programado que se cerraran a las cuatro.