Crece la discusión en torno al voto obligatorio

Con un umbral del 3% para obtener curules y con la implementación del voto obligatorio, en las elecciones de 2.018 los partidos y movimientos políticos tendrían que obtener cerca de 900 mil votos para lograr escaños en las corporaciones públicas y mantener su personería jurídica. Por eso, se hace necesario que se establezca un período de transición en la implementación de dicho voto obligatorio y se brinden condiciones especiales de umbral a los partidos minoritarios para que puedan obtener curules.

Es la petición que le hizo hoy el partido Mira al Gobierno, después de que la Comisión Primera del Senado aprobara, en primer debate, el proyecto de ley conocido como ‘reequilibrio de poderes’, incluyendo la obligación ciudadana de acudir a las urnas en los próximos tres períodos electorales. Un ‘deber’ que, según la norma, trae estímulos positivos para quienes participen y sanciones para los abstencionistas.

Y es que según Carlos Alberto Baena, presidente del Mira, con el voto obligatorio, el umbral que en 2.014 fue de 355.955 votos, pasaría dentro de cuatro años a 886.722 votos, sobre un presupuestado censo de sufragios válidos de 29’557.384, lo que supone un crecimiento cercano al 300%.

“El Gobierno puede implementar el voto obligatorio, pero debe brindarle a los partidos minoritarios un umbral especial que les permita mantenerse en la arena política. Si no es así, en algo que no tiene sentido, algunos obtendrían la personería pero no lograrían curules”, enfatizó Baena.

En este sentido, agregó que otra de las opciones que se pueden empezar a discutir para brindarles garantías a los pequeños partidos minoritarios y nuevas formas de expresión política, es no tener en cuenta los votos en blanco para efectos del umbral. “No estamos en contra del voto obligatorio, nos parece que es necesario para impulsar la cultura política pero si abogamos por una democracia incluyente que permita decantar y consolidar una verdadera paz”, dijo.

Lo cierto es que el tema del voto obligatorio ha generado reacciones de todo tipo, a favor y en contra. Por ejemplo, el senador Alexánder López, vocero del Polo Democrático, no está de acuerdo pues, en su concepto, se trata es de obligar a los colombianos a votar y eso puede convertirse en una forma de legitimar la corrupción, la guerra y la violencia en Colombia.

“La abstención en Colombia se da porque la gran mayoría de colombianos no cree en el sistema electoral que permite el fraude y el constreñimiento. Obligando a los colombianos a votar no se solucionan estos problemas, al contrario los agudiza”, indicó.

Para el legislador, el gobierno del presidente Santos y la Unidad Nacional están acabando con lo poco que queda de democracia: “Al aprobar que sea el 3% y no el 2% el umbral de los partidos, van acabando con los partidos minoritarios, como ya ocurrió con el Mira, que solo tiene presencia en la Cámara de Representantes pero no logró llegar al Senado”, explicó.

Sin embargo, el Movimiento Ciudadano Blanco, organización que ha promovido el voto en blanco en Colombia, es de los que cree que se dio un buen paso: ““Consideramos que esta iniciativa podría fortalecer el voto de opinión, toda vez que el gran número de abstención que hemos visto en la elecciones anteriores, sin duda se va a traducir a favor del voto en blanco, porque quienes no van a las urnas, lo hacen como manera de protesta y falta de confianza en sistema político corrupto de la política Colombiana”.

En un comunicado público, agregó que si bien el voto obligatorio está consagrado como un derecho fundamental en la Constitución Nacional, es de recordar que todo derecho implica un deber y una responsabilidad que justifique y argumente este derecho, y en este caso los ciudadanos están obligados a involucrarnos en los asuntos de la política y el Estado en general.

“Así las cosas, iniciaremos desde ya, una campaña a favor de la iniciativa para que todos los que están indignados con el sistema político actual, respalden la reforma y salgan a votar de manera crítica y miren este mecanismo como un instrumento revolucionario”, concluye el comunicado.

Con un umbral del 3% para obtener curules y con la implementación del voto obligatorio, en las elecciones de 2.018 los partidos y movimientos políticos tendrían que obtener cerca de 900 mil votos para lograr escaños en las corporaciones públicas y mantener su personería jurídica. Por eso, se hace necesario que se establezca un período de transición en la implementación de dicho voto obligatorio y se brinden condiciones especiales de umbral a los partidos minoritarios para que puedan obtener curules.

Es la petición que le hizo hoy el partido Mira al Gobierno, después de que la Comisión Primera del Senado aprobara, en primer debate, el proyecto de ley conocido como ‘reequilibrio de poderes’, incluyendo la obligación ciudadana de acudir a las urnas en los próximos tres períodos electorales. Un ‘deber’ que, según la norma, trae estímulos positivos para quienes participen y sanciones para los abstencionistas.

Y es que según Carlos Alberto Baena, presidente del Mira, con el voto obligatorio, el umbral que en 2.014 fue de 355.955 votos, pasaría dentro de cuatro años a 886.722 votos, sobre un presupuestado censo de sufragios válidos de 29’557.384, lo que supone un crecimiento cercano al 300%.

“El Gobierno puede implementar el voto obligatorio, pero debe brindarle a los partidos minoritarios un umbral especial que les permita mantenerse en la arena política. Si no es así, en algo que no tiene sentido, algunos obtendrían la personería pero no lograrían curules”, enfatizó Baena.

En este sentido, agregó que otra de las opciones que se pueden empezar a discutir para brindarles garantías a los pequeños partidos minoritarios y nuevas formas de expresión política, es no tener en cuenta los votos en blanco para efectos del umbral. “No estamos en contra del voto obligatorio, nos parece que es necesario para impulsar la cultura política pero si abogamos por una democracia incluyente que permita decantar y consolidar una verdadera paz”, dijo.

Lo cierto es que el tema del voto obligatorio ha generado reacciones de todo tipo, a favor y en contra. Por ejemplo, el senador Alexánder López, vocero del Polo Democrático, no está de acuerdo pues, en su concepto, se trata es de obligar a los colombianos a votar y eso puede convertirse en una forma de legitimar la corrupción, la guerra y la violencia en Colombia.

“La abstención en Colombia se da porque la gran mayoría de colombianos no cree en el sistema electoral que permite el fraude y el constreñimiento. Obligando a los colombianos a votar no se solucionan estos problemas, al contrario los agudiza”, indicó.

Para el legislador, el gobierno del presidente Santos y la Unidad Nacional están acabando con lo poco que queda de democracia: “Al aprobar que sea el 3% y no el 2% el umbral de los partidos, van acabando con los partidos minoritarios, como ya ocurrió con el Mira, que solo tiene presencia en la Cámara de Representantes pero no logró llegar al Senado”, explicó.

Sin embargo, el Movimiento Ciudadano Blanco, organización que ha promovido el voto en blanco en Colombia, es de los que cree que se dio un buen paso: ““Consideramos que esta iniciativa podría fortalecer el voto de opinión, toda vez que el gran número de abstención que hemos visto en la elecciones anteriores, sin duda se va a traducir a favor del voto en blanco, porque quienes no van a las urnas, lo hacen como manera de protesta y falta de confianza en sistema político corrupto de la política Colombiana”.

En un comunicado público, agregó que si bien el voto obligatorio está consagrado como un derecho fundamental en la Constitución Nacional, es de recordar que todo derecho implica un deber y una responsabilidad que justifique y argumente este derecho, y en este caso los ciudadanos están obligados a involucrarnos en los asuntos de la política y el Estado en general.

“Así las cosas, iniciaremos desde ya, una campaña a favor de la iniciativa para que todos los que están indignados con el sistema político actual, respalden la reforma y salgan a votar de manera crítica y miren este mecanismo como un instrumento revolucionario”, concluye el comunicado.