Reclamando una supuesta participación en política, sumado a una aparente estigmatización de las víctimas del conflicto, este miércoles fue interpuesta una queja disciplinaria contra el embajador de Colombia en Estados Unidos, Juan Carlos Pinzón, que recientemente se refirió a la eventual sanción presidencial de las 16 curules de paz.
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A través de Twitter, el funcionario aseguró que dichos espacios de participación –consagrados en el Acuerdo de Paz con la otrora guerrilla de las Farc–, aseguró que “si las 16 curules no son para víctimas, exsecuestrados, deudos del terrorismo, militares y policías heridos sino terminan en cabeza de personas afines al narcotráfico o a grupos criminales o a sectores que justifican el terrorismo sería negativo para nuestra democracia”.
Si las 16 curules no son para víctimas, exsecuestrados, deudos del terrorismo, militares y policías heridos etc, sino terminan en cabeza de personas afines al narcotráfico o a grupos criminales o a sectores que justifican el terrorismo sería negativo para nuestra democracia.
— Pinzón Bueno (@PinzonBueno) August 3, 2021
Dicho mensaje, en opinión del senador de oposición Iván Cepeda (Polo Democrático), podría constituirse en grave falta disciplinaria, por lo que elevó el caso ante la Procuraduría General de la Nación. Según el congresista, Pinzón cuestionó la iniciativa con mensajes que violan el principio de imparcialidad en procesos electorales y desconocen el universo de víctimas que existe en el país.
“Estas actuaciones no solo conducirían a una violación de las prohibiciones frente a la participación en política, sino que constituyen un ejercicio de estigmatización y descalificación de los otros grupos de víctimas o de organizaciones que pueden aspirar a estas circunscripciones”, reclamó Cepeda.
En el documento radicado ante la Procuraduría, el congresista argumenta que el embajador da “un trato privilegiado e injustificado” a un grupo de víctimas en un escenario electoral que, de antemano, excluye a las víctimas de otras infracciones contra el Derecho Internacional Humanitario o de violaciones a las normas internacionales de Derechos Humanos, “como ocurre con las víctimas de ejecuciones extrajudiciales, desaparición forzada, desplazamiento forzado, entre otras”.
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Incluso, se alega que, con su mensaje, Pinzón Bueno favorecería causas políticas de unos aspirantes a cargos de elección popular y discriminaría otras expresiones ciudadanas. El senador dijo que el embajador Pinzón “debe decidir si de dedica a cumplir labores diplomáticas o hacer politiquería”.
Por todo esto, pidió al órgano disciplinario establecer si las declaraciones constituyen estigmatizaciones y difamaciones respecto de la labor de las víctimas en la defensa de los derechos humanos a nivel regional, “lo que pondría en riesgo la vida de estas personas”.
Apenas este martes, los presidentes del Senado y la Cámara, Juan Diego Gómez y Jennifer Arias, firmaron el Acto Legislativo 05 de 2017, que crea las 16 circunscripciones especiales para las víctimas del conflicto armado. Un acto administrativo que tardó más de tres años en llegar, mientras la rama judicial definía si se cumplieron o no las mayorías en la aprobación de dicho proyecto producto del Acuerdo de Paz.
A su turno, el presidente Iván Duque ratificó que cumplirá “con su deber” en el sentido de materializar estos espacios de participación y pidió que se garantice que esos escaños “sean para las víctimas”.
Si bien hoy el expresidente Álvaro Uribe Vélez, máximo jefe del Centro Democrático, expresó reparos a las curules –alegando que están ideadas “para aumentar participación de Farc y aliados”–, Duque instó a las mesas directivas de Senado y Cámara a cumplir con su deber, insistiendo en que desde el Ejecutivo se hará lo propio.
“Presidente del Senado (Juan Diego Gómez, del Partido Conservador) y presidenta de la Cámara (Jennifer Arias, del Centro Democrático), cumplan con su deber, con el trámite que les corresponde y nosotros haremos el nuestro”, declaró el primer mandatario.
Duque manifestó que espera que en la reglamentación de las curules haya medidas que garanticen que las víctimas sean quienes ocupen esos escaños y no haya posibilidad de que terceros, sin ostentar dicha condición, terminen allí.
“Garanticemos que esas curules sean para las víctimas, para las personas que tantos años fueron laceradas del terrorismo”, agregó el jefe de Estado, que insistió en que las víctimas deben tener voz en el Congreso.