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De los candidatos exóticos

Siempre que se da una contienda electoral —bien sea a nivel nacional, regional o local— aparecen en el escenario candidatos de todos los sabores y colores.

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Redacción Política
25 de octubre de 2011 - 11:10 p. m.
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No sólo avezados dirigentes políticos, sino también personajes ‘exóticos’ —actores, cantantes, modelos, actrices o, como sucede en muchos pueblos, el tendero de la esquina, el zapatero o el que vende los tintos—, con quienes los partidos y movimientos políticos buscan atraer votantes gracias al reconocimiento popular que tienen.

No es un fenómeno exclusivo de Colombia y bien podría decirse que sucede en casi todo el mundo, sobre todo en Latinoamérica. El ejemplo más llamativo acaba de darse en las pasadas elecciones a la Cámara de Diputados en Brasil, donde Francisco Silva, el payaso Tiririca, obtuvo la mayor votación: 1,3 millones de sufragios, y después fue acusado de no saber leer ni escribir. ¿Por qué se da esta situación? El Espectador dialogó al respecto con Fernando Abrucio, coordinador del Doctorado de Gobierno de la Fundación Getulio Vargas de Brasil.

Usted dice que se debería obligar a los candidatos a debatir propuestas concretas y evitar que llegue gente no preparada…

La legislación electoral en Brasil es muy complicada en cierto aspecto, porque favorece la fragmentación y los personalismos. Nosotros tenemos un sistema proporcional con lista abierta y el elector vota por el candidato, no por el partido. Si bien hay aspectos positivos, ello también abre brechas para los llamados candidatos exóticos, como los payasos o los jugadores de fútbol. El caso de Tiririca es también el caso de las coaliciones que buscaban ocupar tiempos en la televisión y en la radio. Son candidatos que tienen gracia, pero ese no es el objetivo de la democracia.

¿Qué hacer frente a este fenómeno?

Hay que hacer reformas a la legislación electoral, pero creo que el propio ejercicio de la democracia, hablando de largo tiempo, debe servir para limpiar a los candidatos más exóticos.

Sin embargo, a los partidos les gustan esos candidatos porque atraen votos…

Otra reforma importante es la de la democracia interna en los partidos. La sociedad no tiene participación en ellos. En algunos países hay procesos de primarias o convenciones que obligan a los partidos a consultar a la sociedad. Creo que así los candidatos exóticos tendrían menos espacio. Los partidos deben tener una estrategia nacional por encima de la estrategia regional.

Por Redacción Política

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