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El Congreso lleva casi dos años sin sesionar de forma completamente presencial debido a la pandemia del COVID-19. Sin embargo, a partir de la próxima semana, la Cámara retomará funciones con un aforo del 100%, lo que implica que todos los representantes tendrán que volver a ocupar sus sillas en el capitolio nacional.
La razón de esta determinación es una proposición impulsada por el representante Inti Asprilla y otros miembros de la Alianza Verde, como Mauricio Toro, que fue acogida por la plenaria. Esta, que tuvo una votación de 144 votos a favor y solo 1 en contra, establece que desde el 8 de noviembre se debe sesionar en total presencialidad los lunes, martes y miércoles.
De esta forma, la Cámara es la primera corporación del poder legislativo que da un salto total a retomar sus funciones a la normalidad antes de la pandemia. Hasta el momento se estaba sesionando de forma mixta. Esto implicaba que algunos congresistas estuvieran en el Salón Elíptico sesionando, mientras que la mayoría aún se mantuviera debatiendo y votando desde plataformas de videollamada, como Zoom o Meet.
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“No hay justificación para que algunos congresistas sigan sesionando desde sus camionetas y sus fincas, mientras los vemos asistir a actos de campaña”, dijo el representante Toro, que cuestionó que la mayoría de los colombianos regresaron a sus labores de forma presencial, mientras que los congresistas, que se ganaban $34 millones al mes, seguían con las facilidades de trabajar de forma remota.
“No se justifica que la Cámara siga sesionando en remoto. Eso se justificaba cuando no estaban todos vacunados. Todos están vacunados, pero hay personas que les gusta sesionar desde las camionetas. Allá ellos, pero el fallo de la Corte dice que solo se sesionaba de forma virtual de forma remota en casos excepcionales. Pero parece que la excepción la están convirtiendo en regla”, fue el comentario del representante Germán Navas Talero
Estos argumentos fueron oídos por la plenaria, que votó de forma mayoritaria la propuesta del representante Inti Asprilla. Sin embargo, hubo un cierto debate debido a que en las próximas semanas se comienzan las remodelaciones del Salón Elíptico y la Cámara deberá trabajar desde el Salón Boyacá, que tiene un menor aforo. No obstante, varios pidieron que se pospongan las obras hasta el 17 de diciembre, para que puedan sesionar sin mayores problemas en lo que queda del año.
Pero, para la dirección general de la Cámara, el aplazamiento puede resultar problemático ya que podría implicar mayores gastos para almacenar los equipos que estarían llegando al país. Esto significa un sobrecosto frente al contrato inicial. Es por eso que la plenaria no tomó una decisión sobre el inicio de la remodelación, pero sí mantuvo la determinación de sesionar de forma presencial. Ahora solo falta ver si el Senado seguirá los pasos de su corporación hermana.