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A la mesa directiva de la Cámara de Representantes fue enviada dura carta en la que se le recriminó el manejo que se le dio a la bioseguridad en medio de las sesiones semipresenciales que se estaban realizando en el Salón Elíptico del Capitolio. Hasta el momento, tres personas, incluido un representante, han sido confirmadas positivas para COVID-19 y no se descarta que otras más hubiesen resultado contagiadas, pues habrían estado en contacto con quienes contrajeron el virus.
El Espectador conoció el documento, que Samuel Garzón Tenjo, funcionario de la Cámara y quien hace parte del Comité Paritario de Seguridad y Salud en el Trabajo (Copasst). Según Garzón, a las instalaciones del Congreso ha estado ingresando personal sin autorización “sin mayores funciones, por terquedad propia, por capricho de superiores”. Esto, a pesar de que cuando se anunciaron las sesiones semipresenciales se dijo que al Capitolio habría un estricto control de ingreso y que solo estarían presentes los justos y necesarios.
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“Debo expresar mi absoluto rechazo al direccionamiento selectivo para la escogencia de las personas a quienes se le aplicó la prueba de COVID - 19; estas debieron cobijar en su totalidad, al cien por cien de quienes están autorizados para el ingreso a cualquiera de los cuatro edificios donde se encuentran dependencias de la Cámara de Representantes”, manifiesta el funcionario.
En ese sentido, le reclamó a la mesa directiva que no hubiesen tenido en cuenta el protocolo de bioseguridad que recomendó el pasado 29 de abril para garantizar la salubridad en las sesiones de la Cámara. “No fue acogido y nunca se me consultó el porqué de cada ítem descrito; en el citado documento sugerí con fundamento un número máximo de funcionarios para las plenarias el cual se encuentra que está desbordado, incluí unos límites de edad que en el caso del personal de aseo es elevado, hice énfasis en la necesidad de alternar, quince días por quince días, la permanencia de todo el personal con el fin de evitar la propagación y que si alguno llegare a contagiarse tuviera su período de latencia en casa, aislado debidamente”.
También critica la asistencia de la secretaria del presidente de la Cámara, “dada la condición de mujer en estado de embarazo”. “Esto raya en lo absurdo y es abiertamente un despropósito que debía haber sido advertido por el personal de Seguridad y Salud en el Trabajo y la Administradora de Riesgos Laborales”, dice el documento. Según Garzón, a pesar de que se les hizo la prueba de COVD-19, aún no han sido aisladas al menos otros seis funcionarios, entre los que está el secretario general de la Cámara, Jorge Humberto Mantilla.
De hecho, asegura que de las pruebas realizadas en la Cámara de Representantes luego de que se conociera el posible contagio de agentes de la Policía, “fueron excluidas operarias de aseo y cafetería y funcionarios de planta de la Cámara de Representantes”.
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Con nombres propios, pide que se aísle de inmediato y se le haga la prueba de COVID-19 a una funcionaria “quien era la única operaria de aseo y cafetería que tenía contacto directo con la funcionaria de Presidencia de la Cámara de Representantes cuya prueba dio positivo para el citado virus”.
De igual forma se solicita aislamiento inmediato a otras dos funcionarias porque eran las únicas que “tenían contacto directo con la funcionaria de Presidencia de la Cámara de Representantes cuya prueba dio positivo para el citado virus”.
En las nuevas recomendaciones que hace el Copasst de la Cámara la adopción de turnos de 15 días de tres funcionarios máximo. Es decir, que en el mes serían seis los funcionarios que harían el acompañamiento en las labores de la Cámara porque, a su juicio, hay un “exagerado desfile de funcionarios sometidos a riesgo”. La misma recomendación de turnos se le hace la Policía encargada de la seguridad del capitolio para que un máximo de tres agentes esté en cada uno de los puestos de control, accesos y salidas de parqueadero y edificios.
“Esta propuesta indica que en dos turnos los expuestos son 20 (10 cada quince días). Siempre los mismos policiales para tener controlado el cerco epidemiológico. Prohibición total de circulación de agentes y personal de la Unidad Nacional de Protección en pasillos del Capitolio y túnel del Congreso”, recomienda. El documento concluye con la propuesta de que las sugerencias en materia de bioseguridad sean adoptadas en las comisiones.
