Esa es la tesis que se maneja en la Casa de Nariño, según lo expresó el ministro del Interior y Justicia Carlos Holguín Sardi, al término de un consejo de seguridad en el que se estableció que los organismos de Policía Judicial revisarán minuciosamente los sistemas de seguridad que hay alrededor de las comunicaciones de la Presidencia de la República y de los altos funcionarios del Estado.
La decisión se adopta un día después de conocerse la grabación clandestina de una comunicación telefónica entre el presidente Álvaro Uribe y el magistrado César Julio Valencia, ex presidente de la Corte Suprema de Justicia, revelada por el noticiero Noticias Uno.
Además de Holguín, en la reunión de emergencia para tratar el caso de las “chuzadas” al Presidente participaron el Fiscal General de la Nación, Mario Iguarán; el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos; la Directora del DAS, María del Pilar Hurtado y el Director de Inteligencia de la Policía, general Luis Gilberto Ramírez.
Según Holguín, después de evaluar los actuales esquemas de seguridad del Primer Mandatario y los otros altos funcionarios del Estado, incluida la Corte Suprema, se determinará si es necesario o no usar tecnologías más modernas “para blindar los sistemas de seguridad en las comunicaciones y proteger la privacidad de los altos funcionarios del Estado”.
Comisión de fiscales
El Fiscal Mario Iguarán dijo que ya se inició una investigación para precisar “quién grabó, por qué grabó, para quién grabó y por qué aparece esa grabación en un medio de comunicación”. El Gobierno no descartó que de ser necesario se pedirá ayuda internacional para reforzar la seguridad en las comunicaciones.
Iguarán designó una comisión de Fiscales para determinar quién está detrás de las ‘chuzadas’. Lo que se presume es que la conversación interceptada no es la única que se le haya grabado al presidente Uribe, aunque de todas formas, aún no está claro cuál de los dos teléfonos era el que estaba interceptado.
En la conversación, que data del 3 de octubre pasado, el magistrado de la Corte le agradece al presidente Uribe por todos los esfuerzos que ha hecho por mantener su seguridad, una de las situaciones que más preocupa a éstos teniendo en cuenta el tipo de investigaciones que adelantan, por ejemplo, la parapolítica.
El jefe de Estado le informa en la charla sobre una reunión que mantuvo con el comandante de las Fuerzas Militares, general Freddy Padilla de León, así como con otros funcionarios que deben velar por la seguridad de los magistrados.
Valencia, por su parte, le habla de una conversación que mantuvo con el director de la Policía, general Óscar Naranjo, sobre su seguridad y la de los demás magistrados del alto tribunal. En medio de la charla, la comunicación se interrumpe y sólo el magistrado queda en línea, hecho que hace suponer que la interceptación se hizo desde su teléfono.
El presidente Uribe y Valencia sostienen un enfrentamiento legal por una supuesta llamada que hizo el jefe de Estado a este magistrado para preguntarle en qué iba la investigación contra su primo, el senador Mario Uribe, sobre sus presuntos vínculos con paramilitares.
La otra chuzada a Uribe
El 12 de diciembre pasado, el fiscal general, Mario Iguarán, explicó que su despacho tenía interceptado al ex fotógrafo de la Casa de Nariño, con quien el Presidente discutió en una conversación telefónica que se filtró a los medios.
Iguarán aseguró que la Fiscalía General realizó varias interceptaciones a las conversaciones telefónicas de Luis Fernando Herrera, conocido como ‘El Mechudo’ y ex fotógrafo de Palacio, luego de que el presunto narcotraficante Raúl Grajales presentara varias denuncias en su contra por un supuesto soborno.
Sin embargo, el Fiscal aclaró que la conversación con el presidente Uribe, que se conoció por esos días, no hace parte de las interceptaciones que su despacho ordenó. "Se utilizaron agentes encubiertos, se realizaron interceptaciones, pero todo este proceso se realizó con el aval de un juez de control de garantías", enfatizó.
Por su parte, el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, confirmó la versión del Fiscal. "El tal ‘Mechudo’ estaba siendo objeto de una investigación por parte de la Fiscalía y tenía su teléfono interceptado, y cualquier comunicación que llegaba a ese teléfono era grabada, tengo entendido que es por eso que se grabó esa conversación”.
Santos rechazó la versión de que la grabación se hizo desde el propio Palacio y que luego el mismo Gobierno la filtró a los medios de comunicación. "No tiene ninguna lógica que eso se grabe en la Casa de Nariño, eso se cae de su propio peso", aseveró.
Tras conocerse ese diálogo, el Jefe de Estado ofreció excusas por haber pronunciado "palabras impropias" en dicha conversación, al tiempo que instó a que se investigue la publicación de la misma. "Creo que sí se debe investigar por qué hay una interceptación de una conversación privada del Presidente de la República. Si hace parte de un expediente judicial, por qué lo filtran. Me parece que la institucionalidad colombiana necesita eso”.
Esto dijo el presidente Álvaro Uribe al referirse a la conversación telefónica de carácter privado que fue interceptada y llegó de manera ilegítima a conocimiento público. “Por eso lo que he hecho, a través de la (Secretaría) Jurídica de la Presidencia, es pedir que eso se aclare. Que nos digan claramente: si está en un expediente judicial, que nos digan quién lo filtró, porque eso viola la reserva del sumario”.
“Ahí hay palabras impropias pronunciadas por mí. Hoy que las conozca la opinión pública, me da vergüenza. Me da vergüenza con mis compatriotas y les tengo que ofrecer excusas por eso. ¿A qué se deben? ¿Qué las motiva? Yo no hago ostentación moral, pero he tenido una actitud totalmente férrea alrededor de la idea de cero corrupción. Entonces cuando conocí ese episodio, me ofusqué mucho. Me sentí muy mal. Y por eso tomé el teléfono no sé si fue para responder una llamada o tomé la iniciativa. Eso ya hace algún tiempo. Tomé el teléfono y dije lo que aparece en esa grabación”, dijo.
Y agregó: “En medio de palabras que pronuncié, impropias, en esa conversación privada, que quede un mensaje muy claro: a lo largo de mi vida pública he tenido cero tolerancia con la corrupción. Y hago un llamado de atención: nuestro Gobierno en lo que le falta tiene que tener cero tolerancia con la corrupción”.
La conversación telefónica es entre el presidente Uribe y el fotógrafo Luis Fernando Herrera. Al parecer, Herrera, después de dejar el cargo de Asesor para la imagen fotográfica del Presidente de la República, intentó extorsionar al empresario Raúl Grajales, preso y sindicado por delitos relacionados con narcotráfico.
“Estoy muy berraco (molesto) con usted y ojalá me graben esta llamada... y si lo veo le voy a dar en la cara, marica”, se escucha a Uribe reclamar al ex funcionario, quien supuestamente fue a una cárcel para pedir 15 millones de dólares a Raúl Grajales a cambio de evitar su extradición. Al final del diálogo, Uribe dice que es “muy grave” todo el caso y antes de colgar, ordena a Herrera “aclare eso, aclare eso”.
Aún no se sabe si esta conversación tendrá algún eco, toda vez que contra Luis Fernando Herrera no hay ningún proceso judicial en marcha. Sin embargo, la polémica ahora se centra en si esa conversación fue "chuzada" o mandada a grabar por el mismo Ejecutivo.