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El “congresito” de Santos, una idea que da vueltas

La posibilidad sigue abierta. En diciembre del año pasado el expresidente Álvaro Uribe propuso un “órgano legislativo transitorio”.

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Redacción Política
13 de agosto de 2015 - 03:55 a. m.
El presidente Juan Manuel Santos. / Presidencia
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La idea de que a través de un “congresito” se implementen o se les dé legalidad a los eventuales acuerdos a los que se llegue con las Farc en La Habana, planteada desde el pasado domingo en entrevista con la revista Semana, sigue a la orden del día para el presidente Juan Manuel Santos. “El ‘congresito’ es una de las muchas ideas que se han planteado para agilizar los acuerdos, pero debe ser acordado con las Farc”, señaló ayer el mandatario, antes de un encuentro en la Casa de Nariño con jóvenes de diversos sectores académicos, sociales y políticos, con motivo del Día Internacional de la Juventud.

La figura, más que consenso, genera opiniones divididas en la clase política. De hecho, para el presidente del Senado, Luis Fernando Velasco, si bien ese puede ser el mecanismo válido para refrendar los acuerdos de paz, son muchos los obstáculos a superar. “No sé hasta qué punto la oposición esté de acuerdo en definir un ‘congresito’, cuando su participación en el Legislativo actual es del 20%, pero su opinión puede ser mayor. Ahí hay una dificultad política y una dificultad constitucional”, dijo. Para él, dicho “congresito” no puede ser ratificado sólo por la Unidad Nacional, sino que debe contar con la participación de sectores de oposición, en aras de su legitimidad.

En el uribismo hay quienes creen que la propuesta del presidente Santos apunta a un “cogobierno con las Farc”, como lo dijo el senador del Centro Democrático Everth Bustamante, mientras para el representante a la Cámara Federico Hoyos se trata de un “pésimo mensaje” en la lucha contra los grupos criminales, pues implícitamente se está diciendo “que el crimen paga”. Con el interrogante obvio de quien está en la otra orilla: “¿Cómo se elegirá a los congresistas que participen en él? ¿Pura Unidad Nacional?”. En general, en el uribismo creen que el “congresito” no es más que la puerta de entrada de los jefes de las Farc a la política, sin responder ante la justicia.

Lo curioso es que, hacia finales de diciembre del año pasado, fue el expresidente y hoy senador Álvaro Uribe, líder del Centro Democrático, quien habló de crear un órgano legislativo temporal, lo que bien podría considerarse un “congresito”, para que fuera éste, y no la ciudadanía a través de un referendo, el encargado de evaluar y refrendar los posibles acuerdos entre el gobierno Santos y las Farc en Cuba. Lo hizo en respuesta a una carta del excomisionado de Paz Luis Carlos Restrepo al Centro Democrático, en la que pedía que sumaran su respaldo al proceso de paz.

“Un órgano legislativo transitorio, de elección popular, con la previa y verificada entrega de armas y desmovilización de las Farc, sin la posibilidad de que participen responsables de crímenes atroces, podría ser un mecanismo para la discusión, aprobación, rechazo o modificación de los acuerdos de La Habana. Este mecanismo al menos permitiría el debate y evitaría que el Gobierno entregue el país al terrorismo, a través de un referendo que coincida con otra elección atractiva de votantes, para aprobar todo en nombre de la paz, palabra cautivante que en estos tiempos coincide con fortaleza terrorista a causa del abandono de la seguridad”, decía en concreto la propuesta de Uribe.

En ese momento dicha figura fue considerada por algunos como inconveniente, inviable e innecesaria, además de estar por fuera de la Constitución. “Tenemos un Congreso que está operando, no veo para qué se convocaría un ‘congresito’ (…) la asignación de funciones a un organismo como ese tendría que provenir de la Constitución, lo cual implica que habría que reformarla para hacer ese ‘congresito’. Es decir, primero tendría que haber un acuerdo de bancadas para reformar la Constitución, porque esa figura no existe en el ordenamiento legal actual, algo que además haría compleja su aprobación”, explicó el exmagistrado de la Corte Constitucional José Gregorio Hernández.

¿Qué diferencias hay, entonces, entre la propuesta de Santos y la de Uribe? El jefe de Estado ha dicho que todo apunta a que el país avanza hacia una nueva reforma constitucional, en la cual se podría plantear la instancia del “congresito”: “No es para reemplazar al Congreso, es simplemente que dentro del propio Congreso, que es el que va a aprobar ese acto legislativo, se podría determinar que hay un grupo que puede ser de congresistas, de la Comisión Primera del Senado o de la Cámara, más algunos representantes de las Farc que tengan la capacidad de darles la implementación legal a los acuerdos a los que lleguemos”.

Una salida por las vías de la institucionalidad, pero que tiene sus reparos, incluso en la misma coalición de Gobierno en el Congreso, donde definitivamente no quieren verse desplazados en los temas de definición de la paz. “Es preferible convocar, de una vez por todas, una constituyente que atienda los requerimientos constitucionales de los acuerdos de La Habana”, piensa el senador liberal Horacio Serpa. “Aquí no se está hablando de revocar el Congreso, y cualquiera que sea la fórmula de refrendación de los acuerdos será decidida por nosotros”, agregó Roy Barreras, senador del Partido de la U. Lo cierto es que la idea seguirá dando vueltas y serán Gobierno y Farc los que tendrán las definiciones en la mesa de diálogos.

Por Redacción Política

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