Enrique Peñalosa ha procurado distanciarse de la dinámica de agresiones mutuas entre candidatos presidenciales y enfocarse en sus promesas de gobierno. Sin embargo, la inminencia de las elecciones del 25 de mayo y la dinámica política forzaron al exalcalde de Bogotá a sentar posiciones frente al candidato-presidente Juan Manuel Santos y figuras de la entraña verde.
El candidato por la Alianza Verde presentó el equipo que construirá su plan de gobierno de la mano de Claudia López, su directora programática, y de Isabel Segovia, su fórmula vicepresidencial. Una alineación de empresarios, académicos y políticos de varias regiones que trazan un programa, que podrá ser modificado por la ciudadanía, enfocado en desarrollo rural y regional, medio ambiente, educación, salud, seguridad y justicia.
Salomón Kalmanovitz, exdirectivo del Banco de la República y referente académico en materia económica; Fanny Kertzman, exdirectora de la DIAN y exembajadora en Canadá; Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac); Absalón Machado, director del Informe de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas para Colombia y Louis Kleyn, presidente de la junta directiva de Derivez (mercado de futuros de electricidad), son algunos de los nombres de los académicos que vinculó Peñalosa a su comité programático.
Si bien las figuras que se sumaron a la candidatura de la Alianza Verde tienen todos los pergaminos en términos académicos, algunos de ellos están vinculados con sectores políticos. Por ejemplo, Andrés Bernal Morales fue jefe de asuntos jurídicos y en el Ministerio de Agricultura fue de la entera confianza de Juan Camilo Restrepo, quien ha sido destacado en varias oportunidades por el mismo Peñalosa por sus pronunciamientos sobre la supuesta cooptación que ha sufrido esa cartera a manos de la politiquería durante la administración de Rubén Darío Lizarralde.
Otro ejemplo es el del Movimiento Progresistas del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro. Aunque esa colectividad hace parte de la Alianza Verde, sus miembros han sido reticentes a apoyar en bloque a Peñalosa. Por eso, llamó la atención que Jaime Navarro Wolff, exrepresentante a la Cámara y hermano del senador electo Antonio Navarro (muy cercano al alcalde distrital) y Diego García, concejal en Bogotá, se presentaran entre los asesores programáticos.
Ellos, junto a Camilo Romero, quien disputó la candidatura verde con Peñalosa, son las cartas del progresismo que se unieron pese a que en esa colectividad sigue vigente el discurso de que Peñalosa podría ser una carta agazapada del uribismo. Una afirmación que el candidato y Claudia López han negado de tajo.
Además de presentar a sus asesores, Peñalosa se refirió a afirmaciones que se han tejido alrededor de su postulación. Por ejemplo, frente a lo dicho por el excandidato presidencial Antanas Mockus sobre la idoneidad del presidente Santos para hacer la paz, dijo que “el mismo Humberto De la Calle, el enviado del Gobierno a los diálogos de paz en Cuba, ha dicho que las conversaciones podrían continuar con un cambio de gobierno. Nosotros somos los únicos que creemos que la paz debe ser una política de Estado y, además, considero que es un contrasentido que un gobierno entregado a la politiquería y a la exclusión haga de la paz su bandera”.
Además, aprovechó para decirle a Santos que “no es ético que el candidato presidente esté gastando miles de millones en publicidad sin que se comprometa con ninguna de las reformas que necesita el país a pesar del costo político que eso pueda implicar”. Sin embargo, pese a la andanada contra el Gobierno, el candidato se mantuvo en la posición de que su candidatura no es contra nadie.
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Por Camilo Segura Álvarez
