Que hay fuertes choques en el interior de la denominada unidad nacional no cabe duda. Y aunque por ahora el Partido Conservador aplica la tesis que alguna vez esgrimiera Álvaro Gómez Hurtado —“lograr acuerdo sobre lo fundamental”—, ello no le impide disentir y ser crítico en algunos temas clave, no sólo frente a los otros movimientos políticos de la coalición, sino también frente al mismo presidente Juan Manuel Santos.
En entrevista con El Espectador, el senador caucano José Darío Salazar, presidente del conservatismo, advierte, por ejemplo, que la seguridad en el país se está deteriorando, que en el mejoramiento de las relaciones con Venezuela se le ha hecho un favor a Chávez, que hay quienes quieren hacer populismo atacando a la colectividad azul y, refiriéndose a aspectos de mecánica electoral, pone en la baraja un nuevo nombre para la Alcaldía de Bogotá, el de Noemí Sanín, aunque aclara que si el ex presidente Álvaro Uribe se lanza, se irán con él.
¿Qué ha sido lo más difícil en estos cuatro meses de Unidad Nacional?
Hay muchas cosas difíciles, pero mencionaría la ley de víctimas y el tema de los agentes del Estado. La idea es que la reparación aplique a quien ha sido víctima de los grupos ilegales con una prueba sumaria. Con que una persona diga que fue afectada en una zona donde hubo combates, ya tiene derecho a la reparación. Lo que se ha propuesto es que las víctimas de agentes del Estado tengan el mismo trato, teniendo en cuenta que el soldado o el policía poseen una presunción de inocencia de la que carece el criminal. Ellos actúan amparados por la ley. Esa reparación no se puede hacer a la carrera. Ahora, ello no quiere decir que haya impunidad, sino que hay que vencer en juicio al agente del Estado.
¿Es por eso que algunos dicen que el Partido Conservador está en contra de la ley de víctimas?
Eso es infame, irrespetuoso y es un juego desleal. Están tratando de hacer populismo y darnos golpes bajos. Nosotros no nos oponemos a la ley.
¿Quién les está dando golpes bajos?
No lo sé, pero venga de quien venga lo rechazamos porque no es cierto. No se puede equiparar la acción guerrillera con la de quienes actúan en nombre de la ley defendiendo al pueblo.
¿No le han echado ustedes la culpa a los liberales?
No hemos señalado a nadie, pero recuerdo que cuando Juan Manuel Santos era ministro de Defensa, ellos lo atacaban y le endilgaban ser la cabeza de los falsos positivos. Hoy lo quieren mucho, no sé si porque es el Presidente. El Partido Conservador siempre ha estado con él y nunca hemos cambiado de posición.
¿Por qué se habla tanto de roces en la unidad nacional y de un inminente rompimiento?
Los ha habido ante diferentes puntos de vista sobre algunos proyectos, pero por ahora no dan para hablar de rompimiento. La unidad está para actuar en torno a las políticas planteadas por el presidente Santos y, como digo, los que han cambiado son otros. La semana pasada, por ejemplo, el Partido Liberal se opuso al trámite de la reforma de sostenibilidad fiscal. No sé si eso mortificó al Gobierno, pero a nosotros sí.
Por cuestiones como éstas es que se habla de que la unidad puede romperse...
Puede suceder, pero todavía no da para tanto. Todavía no se ha llenado el vaso.
¿Cree que el ministro Germán Vargas Lleras ha favorecido el protagonismo liberal?
No creo, él no puede participar en política. Con nosotros ha habido diálogo y nos hemos entendido.
¿No hubo un choque con él por lo del estatuto anticorrupción?
Son debates normales en torno a la agenda legislativa, pero que no tienen trasfondo político.
¿Por qué en los más recientes escándalos de corrupción –como Estupefacientes, Fondelibertad o Agro Ingreso Seguro– sus protagonistas han sido personas de filiación conservadora?
Ustedes lo dicen: son escándalos. Hay que esperar las decisiones de los órganos competentes. Mientras tanto hay que expresar que el Partido Conservador colabora integralmente con la justicia en su combate a la corrupción y acata las decisiones judiciales.
Claro que en el caso de Agro Ingreso Seguro el mismo ex presidente Uribe aceptó que hubo irregularidades y que el error fue no salir a reconocerlas…
Algunos avivatos se pusieron a dividir tierras para sacar tres o cuatro auxilios. Aquí se ha expresado que la mayoría de la plata se entregó a los ricos y no fue así, se entregó a los pequeños agricultores. Nada se hizo ilegal. Se han aprovechado tratando de endilgarle la responsabilidad al Partido y maximizar unas acciones de dos o tres empresarios que se dedicaron a conseguir recursos con unos procedimientos non sanctos. Tengo mucha fe en que el doctor Andrés Felipe Arias saldrá bien de todo esto.
¿Ha habido una campaña para enlodar la imagen del Partido?
No me cabe duda.
¿De quién o quiénes?
Siempre es la oposición la que exagera. Por cierto, ¿por qué será que el Polo no ha vuelto a hablar de corrupción?
¿Por qué?
Hay que preguntarles a ellos. Creo que están en una crisis muy profunda.
Hablemos de la elección de Fiscal. ¿Qué quiso decir con eso de que el cambio de la terna no dejaba ver la fortaleza de las instituciones?
La Constitución Nacional dice que el Presidente envía una terna y la Corte Suprema escoge. Si las instituciones fueran más fuertes, se hubiera cumplido ese mandato con las ternas que mandó el ex presidente Uribe. El argumento inicial fue que ninguno de los ternados era penalista y, que yo sepa, Viviane Morales no cumple ese requisito.
¿O sea que tiene sus dudas con la recién designada?
No, creo que es una mujer muy calificada, constitucionalista y académica. Lo hará muy bien.
¿Lo de la Corte es un asunto personal con Uribe?
No sé, pero eso fue lo que sucedió. Habría que preguntarles a los protagonistas por qué. Eso demuestra que no hay una gran fortaleza de nuestras instituciones.
¿Y esa falta de fortaleza implica, como dice Uribe, que no hay garantías en la justicia?
Eso es distinto, pero claro, si no hubiera garantías, también sería una falla en las instituciones.
¿Pero tiene razón el ex presidente Uribe?
Lo que ha dicho es que no hay garantías en el juzgamiento de algunos de sus ex funcionarios. No conozco los expedientes y no puedo dar una opinión. El ex presidente Uribe no ha querido dejar solos a sus funcionarios. Está defendiendo su obra y es legítimo.
Hay quienes hablan de un distanciamiento entre Santos y Uribe, ¿usted lo ve?
No, lo que veo es que tienen buenas relaciones. El presidente Santos quiere continuar las políticas del ex presidente Uribe, aunque debo expresar mi preocupación con el deterioro en el orden público. Uno a veces siente que el Cauca se ha vuelto a incendiar y los atentados criminales permanentes, como lo del Huila, están mostrando que hay un florecimiento de la violencia. Hay que ponerle cuidado; si no aseguramos el orden público, las políticas que nos dejó Uribe se nos van para atrás.
¿Y quién tiene que ponerle cuidado?
Esa es una responsabilidad del alto mando militar, que tiene que responderle al país porque los resultados de hoy indican que el orden público se está deteriorando.
Si el orden público se está deteriorando, ¿qué ha mejorado con Santos?
Las relaciones con Venezuela, aunque personalmente no confió en Chávez. Ha mejorado el diálogo y no nos ha vuelto a insultar, pero eso no es un gran logro. Pero nosotros quisiéramos conocer el contenido de los computadores del Mono Jojoy. Chávez no nos ha dicho qué ha sucedido con los campamentos guerrilleros que estaban en Venezuela, si es que ya no están. Y su respuesta frente a las denuncias que le hicieron ante la comunidad internacional fue romper relaciones. Lo que creo es que estaba en una mala posición y que el aparente cambio de actitud le ha dado oxígeno. Lo que le hemos hecho es un favor porque, por lo demás, sigue profundizando su revolución comunista, las expropiaciones, la censura y gastando sus dólares en equipamiento militar.
¿Cuál será el objetivo del Partido para las elecciones de 2011?
Como lo dijo en su momento el ex presidente Misael Pastrana, el Partido Conservador tiene las mayorías geográficas en el país. En la actualidad tenemos cerca de 240 alcaldías y queremos aumentar ese número.
¿Y cómo jugarán en Bogotá?
Hay nombres importantes, como los de Martha Lucía Ramírez, Eduardo Pizano de Narváez o Noemí Sanín. Estamos entrando en un proceso de diálogo para ver si alguna de estas personas está interesada en enarbolar nuestras banderas.
¿Y si Uribe se lanza?
Sería un excelente candidato y seguramente lo apoyaríamos.