‘El Presidente está de precandidato’

Para el ex ministro y ex senador Rafael Pardo, más allá del tema de la seguridad, el camino que debe seguir el país a partir de 2010 es el de la búsqueda de la igualdad social. Convertido desde hoy en precandidato oficial del liberalismo a la Presidencia, Pardo dice que el Gobierno desde hace rato está en campaña reeleccionista.

Si Uribe se lanza, ¿qué debe hacer el Partido Liberal?

Vamos a tener candidato a la Presidencia, esté quien esté en el tarjetón. El Partido ya tiene un camino trazado, a diferencia de los uribistas que no tienen reglas y ni siquiera saben si Uribe va a ser candidato o no. Nosotros vamos a escoger candidato el 27 de septiembre y a buscar un mecanismo de coalición interpartidista.

¿Coalición con quién?

No tenemos restricciones ni estamos atados a una coalición sólo con los que hoy somos de oposición. Hay personas y sectores políticos que hoy están en el uribismo con los cuales se pueden hacer alianzas antes de la primera vuelta. Pero no se trata de un asunto meramente de mecánica electoral, sino pensando en el largo plazo, en una coalición estructurada que sea transparente, hecha por encima de la mesa y que les dé garantía a los colombianos.

¿Cuáles serían esos sectores?

Hay sectores que en el pasado estaban en el liberalismo y que hoy son uribistas: parte del Partido de la U o la mayoría de Cambio Radical, por ejemplo. Con el Polo también es posible hacer convergencia, aunque ellos tienen que definir su camino. Y hay otros sectores que hoy no están estructurados como partido, pero que tienen presencia importante en la vida nacional. Creo que es posible formar una gran coalición democrática para ganar las elecciones y gobernar al país de una manera distinta.

¿Con qué bandera?

Colombia necesita mirar hacia temas de equidad social entre regiones, géneros y sectores. La actual crisis económica es un crecimiento en las desigualdades sociales en el país.

¿Y el tema de la seguridad?

Por supuesto que hay que tenerlo en cuenta, reconociendo que el presidente Uribe transformó el tema en un derecho que los ciudadanos tienen que exigir y que todo gobierno tiene que garantizar. Estoy de acuerdo con continuar con la presión militar, pero pienso que no sólo con ello se va a lograr la paz. Se necesita también una política de reconocimiento a las víctimas del conflicto y que les dé posibilidades a los ex combatientes. Asimismo, creo que hay que hacerle cambios porque existen problemas serios de seguridad en las grandes ciudades, donde los índices de muerte violenta han crecido. Allí no se trata de soldados ni de brigadas móviles, sino de prevención, de tratamiento de las contravenciones, de relación con los alcaldes, de una mejor actuación de la Policía y de educación.

¿Por qué será que el presidente Uribe siempre advierte que en época electoral se aprovechan de la paz para hacer campaña?

Eso es lo que él está haciendo, porque para mí ya está de precandidato. El Gobierno no puede negar que está haciendo todo lo posible para permitir una nueva reelección.

¿Será que el referendo pasa?

Lo que sé es que ese referendo está más viciado que la calle del Cartucho. Está viciado en la recolección de firmas, en sus promotores, en la financiación y hasta en el proceso en el Congreso, porque todavía no se sabe si se puede o no cambiar la pregunta. Por lo demás, no cabe duda de que el uribismo tiene las mayorías para aprobarlo, pero aún así vendrán otros obstáculos: ir a revisión de la Corte Constitucional y alcanzar una votación popular que no será nada fácil.

¿Y los uribistas que siguen en el liberalismo, caso Rodrigo Rivera, no deberían irse?

El liberalismo no expulsa a las personas por diferir en términos de pensamiento político, pero sí tiene claro quiénes son los que deben representar al Partido. El congreso liberal definió estar en oposición al Gobierno y a una nueva reelección del Presidente.

¿Será que Rivera es bipolar?

Eso sí pregúntele a él.

¿Cree que Juan Manuel Santos está haciendo campaña desde el Ministerio de Defensa?

Pues si Uribe está haciendo campaña desde la Presidencia, como no van a hacer campaña los funcionarios desde sus cargos. Aquí se rompieron todas las barreras de participación en política y el Palacio de Nariño se convirtió en un directorio político donde se lanzan candidaturas, se organizan listas, se promueven aspiraciones y se arreglan temas políticos.

Su nombre aparece entre los ‘chuzados’ del DAS, ¿qué tan preocupado está?

Es muy delicado y ello pone al descubierto la existencia de una organización dedicada a espiar ilegalmente a magistrados, políticos, periodistas y altas personalidades del país, de la cual aún no se conocen sus cabecillas, ni autores intelectuales. Es claro que hubo seguimientos sistemáticos, ya se sabe a quién y cuándo, lo que no se conoce es quién las ordenaba y recibía los informes. Esto no era un asunto de mandos medios y se necesita saber quién es el Montesinos colombiano.

¿Se llegará a saber?

Esperamos que la investigación de la Fiscalía no termine allí y que otros organismos, como la Procuraduría, identifiquen y judicialicen a los ideólogos de la organización.

Para el ex ministro y ex senador Rafael Pardo, más allá del tema de la seguridad, el camino que debe seguir el país a partir de 2010 es el de la búsqueda de la igualdad social. Convertido desde hoy en precandidato oficial del liberalismo a la Presidencia, Pardo dice que el Gobierno desde hace rato está en campaña reeleccionista.

Si Uribe se lanza, ¿qué debe hacer el Partido Liberal?

Vamos a tener candidato a la Presidencia, esté quien esté en el tarjetón. El Partido ya tiene un camino trazado, a diferencia de los uribistas que no tienen reglas y ni siquiera saben si Uribe va a ser candidato o no. Nosotros vamos a escoger candidato el 27 de septiembre y a buscar un mecanismo de coalición interpartidista.

¿Coalición con quién?

No tenemos restricciones ni estamos atados a una coalición sólo con los que hoy somos de oposición. Hay personas y sectores políticos que hoy están en el uribismo con los cuales se pueden hacer alianzas antes de la primera vuelta. Pero no se trata de un asunto meramente de mecánica electoral, sino pensando en el largo plazo, en una coalición estructurada que sea transparente, hecha por encima de la mesa y que les dé garantía a los colombianos.

¿Cuáles serían esos sectores?

Hay sectores que en el pasado estaban en el liberalismo y que hoy son uribistas: parte del Partido de la U o la mayoría de Cambio Radical, por ejemplo. Con el Polo también es posible hacer convergencia, aunque ellos tienen que definir su camino. Y hay otros sectores que hoy no están estructurados como partido, pero que tienen presencia importante en la vida nacional. Creo que es posible formar una gran coalición democrática para ganar las elecciones y gobernar al país de una manera distinta.

¿Con qué bandera?

Colombia necesita mirar hacia temas de equidad social entre regiones, géneros y sectores. La actual crisis económica es un crecimiento en las desigualdades sociales en el país.

¿Y el tema de la seguridad?

Por supuesto que hay que tenerlo en cuenta, reconociendo que el presidente Uribe transformó el tema en un derecho que los ciudadanos tienen que exigir y que todo gobierno tiene que garantizar. Estoy de acuerdo con continuar con la presión militar, pero pienso que no sólo con ello se va a lograr la paz. Se necesita también una política de reconocimiento a las víctimas del conflicto y que les dé posibilidades a los ex combatientes. Asimismo, creo que hay que hacerle cambios porque existen problemas serios de seguridad en las grandes ciudades, donde los índices de muerte violenta han crecido. Allí no se trata de soldados ni de brigadas móviles, sino de prevención, de tratamiento de las contravenciones, de relación con los alcaldes, de una mejor actuación de la Policía y de educación.

¿Por qué será que el presidente Uribe siempre advierte que en época electoral se aprovechan de la paz para hacer campaña?

Eso es lo que él está haciendo, porque para mí ya está de precandidato. El Gobierno no puede negar que está haciendo todo lo posible para permitir una nueva reelección.

¿Será que el referendo pasa?

Lo que sé es que ese referendo está más viciado que la calle del Cartucho. Está viciado en la recolección de firmas, en sus promotores, en la financiación y hasta en el proceso en el Congreso, porque todavía no se sabe si se puede o no cambiar la pregunta. Por lo demás, no cabe duda de que el uribismo tiene las mayorías para aprobarlo, pero aún así vendrán otros obstáculos: ir a revisión de la Corte Constitucional y alcanzar una votación popular que no será nada fácil.

¿Y los uribistas que siguen en el liberalismo, caso Rodrigo Rivera, no deberían irse?

El liberalismo no expulsa a las personas por diferir en términos de pensamiento político, pero sí tiene claro quiénes son los que deben representar al Partido. El congreso liberal definió estar en oposición al Gobierno y a una nueva reelección del Presidente.

¿Será que Rivera es bipolar?

Eso sí pregúntele a él.

¿Cree que Juan Manuel Santos está haciendo campaña desde el Ministerio de Defensa?

Pues si Uribe está haciendo campaña desde la Presidencia, como no van a hacer campaña los funcionarios desde sus cargos. Aquí se rompieron todas las barreras de participación en política y el Palacio de Nariño se convirtió en un directorio político donde se lanzan candidaturas, se organizan listas, se promueven aspiraciones y se arreglan temas políticos.

Su nombre aparece entre los ‘chuzados’ del DAS, ¿qué tan preocupado está?

Es muy delicado y ello pone al descubierto la existencia de una organización dedicada a espiar ilegalmente a magistrados, políticos, periodistas y altas personalidades del país, de la cual aún no se conocen sus cabecillas, ni autores intelectuales. Es claro que hubo seguimientos sistemáticos, ya se sabe a quién y cuándo, lo que no se conoce es quién las ordenaba y recibía los informes. Esto no era un asunto de mandos medios y se necesita saber quién es el Montesinos colombiano.

¿Se llegará a saber?

Esperamos que la investigación de la Fiscalía no termine allí y que otros organismos, como la Procuraduría, identifiquen y judicialicen a los ideólogos de la organización.