'El recorte va a ser normal'

Las decisiones administrativas y de gobierno más complejas en el gabinete de Juan Manuel Santos pasan por María Lorena Gutiérrez, la ministra consejera de Gobierno y el Sector Privado. Ella, a partir del Consejo de Ministros del pasado lunes, será quien decida qué se hace y qué no para cumplir con el ‘apretón’ de gastos anunciado por el primer mandatario. Desmiente que vaya a ocurrir una ‘masacre laboral’ y explica por qué, a su juicio, el mote ‘derrochón’ no le cabe al gobierno de la Unidad Nacional y sí a sus predecesores.

El presidente Santos anuncia un apretón del cinturón en el alto Gobierno y ya hay sectores que hablan de una “masacre” laboral, ¿así de difícil está la situación?

Creo que se han concentrado en la supresión de entidades, pero ese no es el gran esfuerzo, ni es verdad. El esfuerzo es por la eficiencia. Ya en el proyecto de presupuesto de 2015 se incluyó un artículo en el que quedó claro que todas las entidades deben hacer una reducción del 10% en sus gastos generales. Es un esfuerzo por ahorrar en el Gobierno central. El presidente les pidió a los ministros que hicieran otro esfuerzo. Además de lo que está en el presupuesto, que es medio billón, lo que salió del Consejo de Ministros del lunes es otro medio billón.

¿Que implica exactamente ese esfuerzo que pide el presidente?

Se reducen en 40% los gastos de publicidad y publicaciones. Por ejemplo, haremos más cosas digitales y menos policromáticas. 15% en viáticos, 10% en celulares y papelería, y la nómina está congelada, aunque hay cargos que se tendrán que provisionar. Esto no es una crisis, es un esfuerzo por ser más eficientes sin afectar la inversión.

¿Qué significa eso de la congelación de la nómina?

El mandato general es congelación, pero el presidente también pidió que hiciéramos un esfuerzo con las entidades que, sin perder su objeto misional, podemos unir o insertar en los ministerios, para reducir gastos de funcionamiento pero no de personal. Por ejemplo, la Unidad de Regulación Financiera puede ser una dirección del Minhacienda y así nos ahorramos unos gastos administrativos. Esto no es una masacre laboral, será lo normal de acuerdo con los movimientos. El ahorro no es un recorte por lo laboral, es un recorte por los gastos de funcionamiento.

Claro que lo que anunció recientemente Germán Vargas Lleras para la Vicepresidencia sí es un recorte laboral…

Es un buen ejemplo de lo que uno puede hacer para ser eficiente sin una masacre laboral. Los programas de indígenas, afros, diálogo social, transparencia, derechos humanos y minas se reacomodaron entre la Presidencia y el Ministerio del Interior, pues el vicepresidente estará enfocado en la infraestructura. Ahora, claro que hay gente que va a salir por esa reestructuración. Como en todos los sectores, hay personas que cumplen los objetivos para los cuales fueron contratadas y ese contrato se termina. El presidente les dijo a los ministros que pensaran qué se podía reformular en el funcionamiento, pero no vamos a acabar ministerios o las entidades que creamos.

¿Pero es verdad que la Unidad de Víctimas y la Unidad de Restitución quedarían bajo la misma sombrilla?

No es verdad.

¿Marca País?

Va a Proexport.

¿Y la Agencia Nacional para la Superación de la Pobreza Extrema (Anspe)?

No sé.

¿Qué va a pasar con la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA)?

No hay riesgo de que vaya a desaparecer. Eso se lo inventaron. Igual que lo de la Agencia de Cooperación Internacional, que es clave para el posconflicto. Esas son mentiras que han puesto a rodar. A este país se le olvida que nosotros creamos la institucionalidad ambiental. Recibimos un Ministerio de Vivienda y Ambiente que no tenía nada de lo segundo y creamos el Minambiente. La ANLA fue un invento nuestro.

El uribismo ha dicho que ustedes crearon 16.000 puestos nuevos y que este apretón es un reversazo de un gobierno derrochón…

Si mira la tabla, sí hay 15.000 mil puestos nuevos, pero de estos solo se crearon 4.000. Los otros eran personas que tenían seis o siete años de contrato por prestación de servicios y lo que hicimos fue jugárnosla por la formalización laboral. 11.712 dejaron de ser por prestación de servicios y solo se crearon 1.500 cargos con la reforma al Estado. Los otros nombramientos son en Unidad de Víctimas y de Tierras, inspectores de trabajo y formalizamos a empleados de la DIAN. Esto no es ningún reversazo, como ha dicho la oposición; es un esfuerzo por ser eficientes. Si no saben, que averigüen qué significa una ‘masacre’ y les recordaría que ese no es el estilo de este gobierno.

El Gobierno ha reconocido que hay un hueco fiscal de $12 billones. Ya hay un billón, ¿los otros 11 se consiguen con la reforma tributaria?

Sí. Ya el Minhacienda está trabajando en una reforma por $12,5 billones. Yo no diría que es un hueco, sino un tema de más recursos para inversión. El presupuesto se compone de gastos de funcionamiento y gastos de inversión. La necesidad es seguir aumentando el presupuesto de la inversión. No hemos sido un gobierno derrochón, hemos reducido el déficit que recibimos del gobierno anterior y el promedio de crecimiento en gastos de funcionamiento en nuestro primer cuatrienio fue de 8%, mientras en los ocho años del uribismo estuvo alrededor del 12,5%. Además, aumentamos el presupuesto de inversión de $25 billones en 2010 a $47 en 2015.

Simón Gaviria, director de Planeación, dijo que algunos de los acuerdos de La Habana van a entrar en el Plan de Desarrollo. ¿Es posible comenzar a financiar desde ya los acuerdos?

La instrucción del presidente es que los ministerios vayan viendo cuáles proyectos son claves para el posconflicto y se pueden adelantar. Estamos armando ese portafolio de iniciativas que necesitarán nuevos recursos.

¿Incluyendo financiación extranjera?

Sí, eso está claro y es una prioridad del presidente.

Las decisiones administrativas y de gobierno más complejas en el gabinete de Juan Manuel Santos pasan por María Lorena Gutiérrez, la ministra consejera de Gobierno y el Sector Privado. Ella, a partir del Consejo de Ministros del pasado lunes, será quien decida qué se hace y qué no para cumplir con el ‘apretón’ de gastos anunciado por el primer mandatario. Desmiente que vaya a ocurrir una ‘masacre laboral’ y explica por qué, a su juicio, el mote ‘derrochón’ no le cabe al gobierno de la Unidad Nacional y sí a sus predecesores.

El presidente Santos anuncia un apretón del cinturón en el alto Gobierno y ya hay sectores que hablan de una “masacre” laboral, ¿así de difícil está la situación?

Creo que se han concentrado en la supresión de entidades, pero ese no es el gran esfuerzo, ni es verdad. El esfuerzo es por la eficiencia. Ya en el proyecto de presupuesto de 2015 se incluyó un artículo en el que quedó claro que todas las entidades deben hacer una reducción del 10% en sus gastos generales. Es un esfuerzo por ahorrar en el Gobierno central. El presidente les pidió a los ministros que hicieran otro esfuerzo. Además de lo que está en el presupuesto, que es medio billón, lo que salió del Consejo de Ministros del lunes es otro medio billón.

¿Que implica exactamente ese esfuerzo que pide el presidente?

Se reducen en 40% los gastos de publicidad y publicaciones. Por ejemplo, haremos más cosas digitales y menos policromáticas. 15% en viáticos, 10% en celulares y papelería, y la nómina está congelada, aunque hay cargos que se tendrán que provisionar. Esto no es una crisis, es un esfuerzo por ser más eficientes sin afectar la inversión.

¿Qué significa eso de la congelación de la nómina?

El mandato general es congelación, pero el presidente también pidió que hiciéramos un esfuerzo con las entidades que, sin perder su objeto misional, podemos unir o insertar en los ministerios, para reducir gastos de funcionamiento pero no de personal. Por ejemplo, la Unidad de Regulación Financiera puede ser una dirección del Minhacienda y así nos ahorramos unos gastos administrativos. Esto no es una masacre laboral, será lo normal de acuerdo con los movimientos. El ahorro no es un recorte por lo laboral, es un recorte por los gastos de funcionamiento.

Claro que lo que anunció recientemente Germán Vargas Lleras para la Vicepresidencia sí es un recorte laboral…

Es un buen ejemplo de lo que uno puede hacer para ser eficiente sin una masacre laboral. Los programas de indígenas, afros, diálogo social, transparencia, derechos humanos y minas se reacomodaron entre la Presidencia y el Ministerio del Interior, pues el vicepresidente estará enfocado en la infraestructura. Ahora, claro que hay gente que va a salir por esa reestructuración. Como en todos los sectores, hay personas que cumplen los objetivos para los cuales fueron contratadas y ese contrato se termina. El presidente les dijo a los ministros que pensaran qué se podía reformular en el funcionamiento, pero no vamos a acabar ministerios o las entidades que creamos.

¿Pero es verdad que la Unidad de Víctimas y la Unidad de Restitución quedarían bajo la misma sombrilla?

No es verdad.

¿Marca País?

Va a Proexport.

¿Y la Agencia Nacional para la Superación de la Pobreza Extrema (Anspe)?

No sé.

¿Qué va a pasar con la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA)?

No hay riesgo de que vaya a desaparecer. Eso se lo inventaron. Igual que lo de la Agencia de Cooperación Internacional, que es clave para el posconflicto. Esas son mentiras que han puesto a rodar. A este país se le olvida que nosotros creamos la institucionalidad ambiental. Recibimos un Ministerio de Vivienda y Ambiente que no tenía nada de lo segundo y creamos el Minambiente. La ANLA fue un invento nuestro.

El uribismo ha dicho que ustedes crearon 16.000 puestos nuevos y que este apretón es un reversazo de un gobierno derrochón…

Si mira la tabla, sí hay 15.000 mil puestos nuevos, pero de estos solo se crearon 4.000. Los otros eran personas que tenían seis o siete años de contrato por prestación de servicios y lo que hicimos fue jugárnosla por la formalización laboral. 11.712 dejaron de ser por prestación de servicios y solo se crearon 1.500 cargos con la reforma al Estado. Los otros nombramientos son en Unidad de Víctimas y de Tierras, inspectores de trabajo y formalizamos a empleados de la DIAN. Esto no es ningún reversazo, como ha dicho la oposición; es un esfuerzo por ser eficientes. Si no saben, que averigüen qué significa una ‘masacre’ y les recordaría que ese no es el estilo de este gobierno.

El Gobierno ha reconocido que hay un hueco fiscal de $12 billones. Ya hay un billón, ¿los otros 11 se consiguen con la reforma tributaria?

Sí. Ya el Minhacienda está trabajando en una reforma por $12,5 billones. Yo no diría que es un hueco, sino un tema de más recursos para inversión. El presupuesto se compone de gastos de funcionamiento y gastos de inversión. La necesidad es seguir aumentando el presupuesto de la inversión. No hemos sido un gobierno derrochón, hemos reducido el déficit que recibimos del gobierno anterior y el promedio de crecimiento en gastos de funcionamiento en nuestro primer cuatrienio fue de 8%, mientras en los ocho años del uribismo estuvo alrededor del 12,5%. Además, aumentamos el presupuesto de inversión de $25 billones en 2010 a $47 en 2015.

Simón Gaviria, director de Planeación, dijo que algunos de los acuerdos de La Habana van a entrar en el Plan de Desarrollo. ¿Es posible comenzar a financiar desde ya los acuerdos?

La instrucción del presidente es que los ministerios vayan viendo cuáles proyectos son claves para el posconflicto y se pueden adelantar. Estamos armando ese portafolio de iniciativas que necesitarán nuevos recursos.

¿Incluyendo financiación extranjera?

Sí, eso está claro y es una prioridad del presidente.