Un trino del expresidente Álvaro Uribe, en el que pide la intervención del Gobierno Nacional a las Empresas Públicas de Medellín (EPM), desató una tormenta de mensajes cruzados en las redes sociales entre políticos y opinadores.
“El Gobierno Nacional debería pensar en la intervención en EPM. Las calificadoras son claras, de no recuperarse el gobierno corporativo la bajan a BB+, quedaría sin grado de inversión y seguiría empeorando. Mejor una decisión fuerte que lamentaciones posteriores”, escribió el exmandatario.
Uno de los primeros en salir a responder fue el mismo alcalde de Medellín, Daniel Quintero, también en Twitter: “Expresidente, quiero darle buenas noticias: calificadoras anunciaron que mantienen calificación, y una más: en Hidroituango seguiremos adelante sin ceder un centímetro: responsables de daños deben pagar por ellos”, le dijo.
Pero además, el burgomaestre fue más allá y enfatizó: “Nunca pensé ver un trino de Uribe pidiendo que se expropie a EPM para dársela al Gobierno Nacional. Mientras sea alcalde de Medellín, EPM seguirá siendo pública, de Medellín, de Antioquia y de todos los colombianos”.
De paso, contestó también un trino del pasado viernes del mismo Álvaro Uribe, en el que se refería a la administración municipal de la capital antioqueña como la “oposición” y que estaba arriesgando a EPM, estimulando el odio de clases, expandiendo la burocracia, actuando en connivencia con los criminales y permitiendo la “invasión de foráneos especializados en clientelismo y pleitos políticos”.
“Señor expresidente, sé que es duro, pero me toca recordarle que en Medellín ustedes son la oposición”, le contestó Quintero.
Lo cierto es que la reciente salida de Álvaro Rendón como gerente de EPM dejó al descubierto las fracturas que existen al interior de la alcaldía de Quintero. Se habla de presiones indebidas e incluso denuncias por corrupción. Y para nadie es un secreto que la crisis de la hidroeléctrica de Ituango ha golpeado con fuerza a la empresa, considerada como la joya de la corona en asuntos financieros para la capital antioqueña y clave para el país.
Quintero sigue aferrado al discurso que no dejará que los empresarios ni los clanes políticos manejen a su antojo a Medellín. En la vía contraria, el argumento es que debe prevalecer el respeto por la autonomía de EPM y de otras entidades en la que el empresariado ejerce importante rol en sus juntas directivas, y en esa posición se alinderan los principales detractores del alcalde. Incluso, hay voces que dicen que el alcalde le ha dado mucho juego en su administración al liberalismo de César Gaviria y a la gente del exalcalde Luis Pérez.
En contexto: La nueva crisis en las Empresa Públicas de Medellín
Por supuesto, se trata de temas técnicos con una marcada trasescena política. Y también en las redes sociales, muchos han fijado postura. Como por ejemplo, el abogado y columnista de El Espectador Ramiro Bejarano, quien señaló: “Qué propuesta tan irresponsable la de Álvaro Uribe Vélez de intervenir EPM. Eso sería acabar con esa empresa. Todo porque el uribismo pretende retomar control de EPM de la mano de lo que les facilite el gobierno del subpresidente Iván Duque. ¿Se atreverán?”.
También opinó el senador Gustavo Petro: “La intervención de EPM por parte del Gobierno Nacional sería un verdadero golpe del uribismo contra el voto popular en Medellín. Algo así iban a intentar en Bogotá con la Empresa del Acueducto, cuando decidimos no continuar con la privatización de esa empresa y del aseo”.
Queda claro que la pela será dura y va para largo.
