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El impacto de la pandemia en la economía del país fue el tema central que tocó el presidente Gustavo Petro en el Congreso Nacional de Acopi, que este año tiene su versión número 67. Durante la instalación de la convención, que se realiza en Barranquilla, el mandatario realizó un panorama de lo que, a su juicio, tuvo mayores impactos por la pandemia: la economía popular. A su vez, destacó que esta será el eje y la principal apuesta para desarrollar la economía colombiana en una época de recesión mundial.
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“¿Qué hace el Gobierno que no tiene que ver con la tasa de interés? ¿Cuál son los derroteros en una tormenta como esta, de hambre, pobreza e inundaciones que acrecientan la crisis de recesión y hambre mundial?”, preguntó Petro antes de mencionar que, como dijo durante su campaña, la apuesta de su administración será la economía popular. “Lo vengo defendiendo desde antes. El verdadero capitalismo de Colombia está en la economía popular, en un mundo que ustedes conocen muy vivo, muy rico, muy de sobrevivencia y por eso tan intenso”, añadió el mandatario.
Sigue a El Espectador en WhatsAppPara dicha concusión, Petro partió de las estadísticas que tienen las cámaras de comercio del país, que indican que de 1,8 millones de empresas de economía popular quebraron 600.000 en el período de pandemia. Y aunque puede que esas empresas quebradas se hayan transformado o reemplazado por otras unidades productivas y comerciales más grandes, es una investigación que no se ha hecho, pero lo claro es que “la pandemia se convirtió en una excusa para incrementar la desigualdad social en Colombia”, según el mandatario.
Sobre las razones para este descalabro económico, para Petro no fue culpa de la pandemia en sí, sino de las políticas públicas para atender la emergencia. “La política pública que se construyó en medio de la pandemia arrojó como resultado una enorme destrucción de la economía popular y de la pequeña, mediana y microempresa del país”, dijo el mandatario, enviando así un “sablazo” al gobierno de Duque al que señaló de “salvar las 1.000 empresas más grandes empresas” con el pretexto de que “ahí estaba el empleo”.
“La falta de atención provocó el descalabro económico y los culpables seremos nosotros, pero la responsabilidad de nosotros es colocar los pilares que permiten restituir, reactivar y potenciar las posibilidades que la economía popular tiene para el país”, dijo el mandatario sobre el difícil panorama económico que se viene en el mundo por cuenta de “una inflación internacional galopante del orden de los dos dígitos” y “un problema de hambre que llega a 2.800 millones de personas”, lo que bajo su óptica va a provocar grandes éxodos. “Lo del Darién es apenas el inicio”, resaltó.
En cuanto a soluciones, Petro indicó que el gota a gota debe desaparecer de la economía popular y en su lugar propuso un sistema de crédito cooperativo público porque como reiteró en su discurso “el desarrollo está en la economía popular” e indicó que su administración tiene claro que la economía popular necesita crédito.
“Se necesita una banca nacional de desarrollo, incluso con crédito de fomento (...) Los fondos de segundo piso que quedan del gobierno se pueden transformar, todos, en un banco de primer piso del desarrollo de la economía popular de Colombia. El Banco Agrario existe y se puede desarrollar también como banco de fomento de la economía popular urbana de Colombia: un megabanco, es decir el banco más grande de Colombia. Volvería a ser el Banco Agrario Popular”, aseguró Petro.
Otro tema que volvió a poner sobre la mesa el presidente, tal como lo ha hecho en sus primeras intervenciones internacionales, es cómo superar la crisis climática. De acuerdo con el mandatario, esto pasa por “un cambio de sistema político y económico a escala global”, lo que calificó como “un desafío inmenso para la humanidad que nadie sabe si estamos capacitados para dar”.
Con ese complejo panorama a nivel mundial, Petro destacó que en Colombia se están tomando decisiones como elevar las tasas de interés que, esperan, permita acelerar la reactivación económica y “que la economía popular florezca”. En todas las ciudades de Colombia hay la burbuja enorme de una economía popular que ha sido golpeada indudablemente, pero que no ha muerto. Eso explica la mayor parte de los puestos de trabajo que no son asalariados, es decir tienen que ver más con criterios de asociatividad, de colaboración o de esfuerzo individual por el rebusque”, dijo también el presidente.
En efecto, la tesis sobre la economía popular se sintoniza con lo que planteó en su programa de gobierno, en el que propuso “un pacto con las economías populares que permita recuperar la confianza en el Estado y construir una sociedad basada en el reconocimiento del trabajo de al menos dos tercios de la población económicamente activa, que realiza su trabajo en la llamada informalidad, de los cuales el 80% trabaja por cuenta propia, principalmente en actividades que no les permiten ganar ni siquiera un salario mínimo mensual”. A los trabajadores de ese sector de la economía, Petro les prometió reconocerles la producción de “valor social y económico” y garantizarles sus derechos.
Además de la economía popular, eje de su intervención, el mandatario se refirió al acuerdo de compra de tres millones de hectáreas a la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), un suceso que para ambas partes fue “histórico” teniendo en cuenta que las tierras “de máxima fertilidad” serán destinadas a los campesinos más pobres del país.
“Hasta ahora solo tenemos un papel firmado con el señor Lafaurie (presidente de Fedegán), pero estoy hablando de la perspectiva que anuncia esa posibilidad y cómo entonces, en medio de las tormentas internacionales y nacionales y de la política que lleva a la desactivación económica, el alza de la tasa interés en un año podría el gobierno generar un proceso anticíclico (...) La señora (María Fernanda) Cabal dirá que eso es el comunismo, pero es capitalismo. ¿Quién dijo que el capitalismo se hizo sin el Estado?”, concluyó Petro en su intervención.