A pesar de que Álvaro Echeverry Londoño y Plinio Alarcón Buitrago llevan dos semanas haciendo campaña para ocupar la vacante que dejó César Lorduy como noveno magistrado del Consejo Nacional Electoral (CNE), a menos de 24 horas de la elección varias bancadas aún no habían tomado una decisión. La votación, que se realizará este martes a las 9 de la mañana con el Congreso en pleno, es clave porque el órgano electoral investiga posibles irregularidades en la campaña presidencial de Gustavo Petro. Sin embargo, en este ajedrez político están en juego otros intereses partidistas, como la presidencia de la Cámara de Representantes en su último año.
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Hacia las 3 de la tarde del lunes, la Comisión de Acreditación emitió su veredicto sobre las hojas de vida de ambos candidatos y les dio el visto bueno. Pero en los pasillos del Congreso ya todos daban por hecho el resultado: que Echeverry, postulado por Colombia Justa Libres, será quien ocupe la silla que dejó Cambio Radical. Por él ya se decantaron el Pacto Histórico y el Partido de la U en reuniones por separado, que hicieron la semana pasada.
El abogado es considerado el candidato del oficialismo: trabaja en el Ministerio del Interior y fue clave para que el Pacto recuperara cerca de 500.000 votos en el escrutinio de las elecciones de 2022. De hecho, voces cercanas a esa coalición aseguran que la propuesta de postularlo habría venido del embajador en Reino Unido, Roy Barreras, ya que Echeverry viene de las filas de su partido, Fuerza de la Paz. En principio, los votos de estas dos colectividades asegurarían cerca de 74 respaldos a favor de Echeverry.
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Algunos partidos optaron por dejar el voto libre, como los liberales y los miembros de la Alianza Verde —cuya escisión se frustró recientemente—. Otros, en cambio, aplazaron la reunión de bancada hasta último minuto. Es el caso de Cambio Radical, el Centro Democrático y el Partido Conservador. Efraín Cepeda, exjefe de esta última colectividad y actual presidente del Congreso, aseguró que aún no sabe si su partido tomará una decisión unificada o dejará el voto a discreción. “A la presidenta del partido, Nadia Blel, le compete tomar esa determinación. Yo soy disciplinado y sigo esas directrices”, dijo.
Sobre las 5 de la tarde, 16 horas antes de la elección, el partido del expresidente Álvaro Uribe se reunió en el despacho de la segunda vicepresidencia del Senado, que ocupa el legislador Alirio Barrera. Sabiendo que la elección de Echeverry por parte del Congreso en pleno estaba casi cantada, debatieron si darle su voto a Plinio Alarcón —postulado por el Partido MIRA— o si, sencillamente, ausentarse. Finalmente, tomaron la decisión de apoyar a Alarcón.
El Centro Democrático también tiene otra carta sobre la mesa: una tutela en la que alega que no hubo una notificación adecuada del proceso, pues no se habría garantizado la suficiente publicidad durante el período de inscripción de candidatos. Aunque la acción aún no ha sido resuelta, persiste la incertidumbre sobre si, en caso de prosperar, podría viciar el trámite de la elección prevista para este martes.
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Desde la colectividad uribista también insisten en que, cuando se definieron los actuales magistrados del CNE, su partido no fue parte de la plancha principal en la que sí estaba César Lorduy, miembro de Cambio Radical, que en ese momento no era un partido de oposición. En ese sentido, no sienten una obligación particular sobre quién debería ser el reemplazo.
Y es que Cambio Radical también tiene otros intereses, razón por la cual no habría inscrito candidatos propios: su apuesta está en quedarse con la presidencia de la Cámara para la próxima legislatura, como lo establecen los acuerdos entre bancadas. Fuentes cercanas al partido del exvicepresidente Germán Vargas Lleras reconocen que, como Echeverry era el siguiente en la lista de la plancha en la que estaba Lorduy, permitir que él asuma la silla en el CNE les ayudaría a allanar el camino para que a ellos también se les respete su turno en la mesa directiva durante el epílogo de este Congreso, para la cual postularían a Néstor Leonardo Rico.
A ese interés se suma, además, que varios en la colectividad no les ven mayor futuro a las investigaciones contra el jefe de Estado en el órgano electoral, independientemente de cómo quede compuesta la Sala Plena.
Según fuentes del Congreso, la llegada de Echeverry podría alterar de forma significativa el equilibrio de fuerzas dentro del CNE, lo que impactaría directamente al bloque de magistrados que ha impulsado la investigación contra el presidente Petro por presunta violación del tope de gastos en la campaña presidencial de 2022.
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Ese grupo está conformado por el actual presidente del órgano electoral, Álvaro Hernán Prada (Centro Democrático), y por Benjamín Ortiz (Partido Liberal), Maritza Martínez (Partido de la U), Alfonso Campo (Partido Conservador) y Cristian Quiroz (Alianza Verde). En contraste, Alba Lucía Velásquez y Fabiola Márquez (ambas del Pacto Histórico) no han respaldado el proceso. Por su parte, Altus Baquero, del Partido Liberal, reconoce que aunque pudo haber una violación del tope de gastos, sostiene que el CNE no tiene competencia para investigar al presidente.
Como Lorduy, a quien el Congreso le aceptó la renuncia hace 35 días, era parte del primer bloque —que reunía seis votos claves— su salida dejó al grupo con cinco. Si Echeverry llega a ocupar ese lugar, el bloque quedaría en desventaja, con apenas cinco votos frente a cuatro, lo que podría ralentizar o incluso frenar algunas actuaciones dentro del expediente. “Hoy casi que se da por hecho la elección de la persona cercana al Gobierno, por lo que el CNE habría perdido cualquier carácter de independencia”, dijo al respecto el representante del Centro Democrático Hernán Cadavid.
La decisión final se tomará con voto limpio y llamamiento a lista. Aunque el panorama parece despejado a favor de Echeverry, trascendió que en la noche de este lunes, a las 7:00 p.m., algunos congresistas fueron invitados a una cena en el Hotel de la Ópera, por invitación suya, en un último esfuerzo por asegurar los respaldos necesarios antes de la votación.
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Por Daniela Cristancho
