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Alejandro Eder de nuevo quiere ser alcalde de Cali. Al momento de hablar se le siente una palabra responsable y sosegada. Su ánimo de llegar al palacio de gobierno caleño lo ha hecho sudar voto a voto. Su experiencia en resolución de conflictos, en caso de ganar, se pondrá a toda prueba en una ciudad con múltiples violencias y retos. Pretende ser contrafómeque de Jorge Iván Ospina, de quien dice que fue el peor administrador que ha tenido Cali en toda su historia.
¿Quién es Alejandro Eder?
Caleño, empresario, servidor público por más de 17 años, experto en seguridad, constructor de paz, ex alto consejero para la Reintegración de la Presidencia de la República. Fundador y primer director de ProPacífico, la fundación más grande del Valle del Cauca, desde donde agrupó a las grandes empresas de la región para sacar adelante proyectos de desarrollo como el tren de cercanías, promotor de las casas Francisco Esperanza en el oriente de Cali y próximo alcalde de la ciudad.
¿Un balance de su paso estos cuatro años por la llanura solitaria de la derrota anterior?
Lecciones aprendidas, hicimos bien algunas cosas y otras se pudieron hacer mejor. Sacamos 135.000 votos, no ganamos, pero fue la tercera votación más alta. Eso nos dejó el camino allanado para estar hoy en esta competencia enfilados al triunfo el 29 de octubre. Nunca dejé de recorrer las calles de Cali, esto es un proyecto cívico que crece todos los días y agrupa a todos los sectores. Estoy seguro porque es lo que siento, que en Cali la gente pide un cambio, un gerente que saque adelante la ciudad, ese soy yo.
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¿Cómo fue el proceso para tomar la decisión de regresar a la arena política caleña?
Nunca me fui de la arena política. Por supuesto, hubo un repliegue estratégico entre 2020 y 2021, por razones de pandemia y paro, pero no paramos nunca. La decisión más bien fue nunca irme de la arena política, seguir conociendo más de las necesidades que padece la ciudad, llegar a más espacios, y preparándome sin descansar. Estoy más que listo para tomar las riendas de Cali, hoy con mayor conocimiento.
¿Qué lecciones deja para su aspiración política lo ocurrido en Cali hace dos años conocido como “el estallido social”?
Que hay que concentrar esfuerzos en unir a Cali. No más ese cuentico de las dos Calis o de las muchas Calis. Cali es una sola, nos toca convivir, entendernos, dejar de lado las peleas y los discursos de odio. El paro nos enseñó que hay excluidos que quieren ser escuchados y hay que corregir ese abandono en el que están miles de caleños; y en esa misma línea, el sector empresarial también necesita un mayor respaldo por parte de la administración, hay que gobernar para todos.
¿En Cali hay segregación o discriminación racial, o ambas o ninguna?
Todas. Piense en este dato: una mujer afro joven gana 47 % menos que el resto de la población. Aún pasan cosas como que una persona que vive en el oriente de la ciudad tiene menos opciones de conseguir empleo, incluso de poder llegar a su puesto de trabajo. Eso habla de unos retos estructurales complejos, y que tenemos que trabajar para que todas las personas que vivan en esta ciudad puedan tener más oportunidades.
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¿Por qué volverse a presentar a la Alcaldía de Cali?
Porque creo que tengo la vocación de servicio y las habilidades que necesitamos para gobernar mejor a Cali. Estamos frente a una ciudad fragmentada, desanimada, insegura y con un deterioro de la confianza en las instituciones que se expresa en el caos y el abandono de la autoridad. Creo que puedo enfrentar esos retos y revivir Cali. Una ciudad que está pendiendo de un hilo. El momento de actuar es ahora.
¿Los tres temas más importantes que su candidatura les ofrece a los caleños?
Seguridad, porque hoy Cali pone uno de cada 10 homicidios, el 82 % de los caleños se siente inseguro, los hurtos están creciendo. Necesitamos generación de ingresos, productividad y empleo, porque tenemos a 600.000 cabezas que no se alimentan bien, donde el 47 % de los caleños trabaja en la informalidad y el 30 % de los caleños está en la pobreza. La mejor política social es el empleo formal y digno; proyectar a Cali para los 500 años, porque nos cansamos de ir a Medellín o Barranquilla y sentir que allá avanzan y aquí en Cali no pasa nada. Cortemos con eso, vamos a pintar el presente y un mejor futuro para Cali, que cuando miremos a otras ciudades que avanzan digamos “nosotros vamos bien y vamos mejorando.”
Un tema central es la seguridad de Cali. ¿Qué va a hacer para enfrentar este desafío de la inseguridad?
Lo primero es recomponer las relaciones con las autoridades. El alcalde debe ser el socio de la fuerza pública para defender la vida y los bienes de los caleños. No más esa ruptura entre la Alcaldía y la Policía, por ejemplo. Tendremos tres momentos en la lucha contra la inseguridad. Primero, un plan de choque, que es sacar a la fuerza pública en forma combinada y controlar las zonas donde se cometen más delitos como el hurto. Luego viene aplicar una política de seguridad para mejorar las capacidades operativas de la fuerza, de la inteligencia y la investigación criminal, invertir en tecnología y en dotar mejor a la justicia. Tenemos que hacer un esfuerzo con nuestros recursos, buscar plata de cooperación y bajar más recursos del Fonset. Y todo esto debe ir con unas estrategias de paz y reconciliación, del que la principal apuesta será revivir el programa de Territorios de Inclusión y Oportunidades (TIO). Inversión social, prevención social de la violencia y participación comunitaria son claves.
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Un aspecto que hoy resuena mucho es la situación de Buenaventura. Cómo candidato de una ciudad con mucha población llegada de esta ciudad, ¿cuál será su aporte, desde la Alcaldía de Cali, para ayudar a resolver esta problemática?
Lo que pasa en Cali se refleja en Buenaventura. Si controlamos la violencia y la inseguridad en Cali, habrá un efecto positivo en Buenaventura. Pero tenemos que contemplar apuestas comunes, como la vía Mulaló-Loboguerrero. El liderazgo de Cali debe conducir a que el Gobierno Nacional mire con mayor atención al Pacífico vallecaucano.
¿Usted tendría línea con el presidente Gustavo Petro?
Por supuesto. Aquí el interés es revivir a Cali, necesitamos al Gobierno porque la paz total pasa por Cali, mucho de lo que quiere hacer el presidente se logrará aquí. Desde mi gobierno, habrá toda la capacidad y atención en hacer llave con el Gobierno Nacional.
¿Deportivo Cali o América?
América, pero me inquieta lo que pasa con el Deportivo Cali. De verdad espero que superen su crisis, Cali es la ciudad que más copas tiene, ese récord hay que mantenerlo.
¿Para usted quién es Jorge Iván Ospina?
El peor alcalde que ha tenido Cali, por eso el 80 % de los caleños reprobamos su gestión.
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