Las elecciones regionales de 2023 reencaucharon en la política electoral a dos de los últimos expresidentes de Colombia, quienes, luego de obtener la personería jurídica de sus antiguos partidos, lograron avalar candidatos y así competir por algunas gobernaciones, alcaldías, asambleas, concejos y juntas administradoras locales.
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En el mapa electoral solo estaban los expresidentes Álvaro Uribe Vélez, con el Centro Democrático, y César Gaviria, con el Partido Liberal. Pero este año entraron nuevos actores: Andrés Pastrana, con Nueva Fuerza Democrática, y Ernesto Samper, quien renunció oficialmente al liberalismo esta semana tras obtener la personería jurídica de Poder Popular. Y aunque no alcanzó a avalar candidatos para las regionales, este último desde ya se proyecta para tener una lista para las elecciones al Congreso de 2026.
Pero quien sí alcanzó fue Pastrana. Para acoger a los conservadores inconformes con su colectividad debido a las posturas frente al gobierno de Gustavo Petro, y con la promesa de hacer “una verdadera oposición”, el expresidente de estirpe conservadora recuperó en marzo de este 2023 la personería jurídica de su partido Nueva Fuerza Democrática y, por eso. participa en las regionales con un total de 2.409 candidatos.
Su colectividad, que surgió en 1991 como una disidencia al Partido Conservador, no ha estado exenta de polémica, y no solo por una demanda de nulidad a su personería -que cursa en el Consejo de Estado y que pone en riesgo a las actuales candidaturas-, sino también por algunos pronunciamientos reprochables de algunos de sus candidatos y la cercanía que tendrían algunos con aspirantes del Pacto Histórico, pese a definirse como opositores.
El candidato Juan Alfredo Qüenza, quien aspira a ser alcalde de Arauca, avalado por este movimiento, indicó que para enfrentar la problemática del consumo de sustancias psicoactivas hay que atentar y expulsar del municipio a los consumidores: “A los marihuaneros se les da la oportunidad de cambiar y, si no quieren cambiar, hay que darles plomo y sacarlos de Arauca porque la gente está mamada”. Este pronunciamiento fue rechazado por el partido, que le exigió una rectificación a su candidato.
Por otro lado, fuentes del Tolima indican que habría cercanía entre el candidato José Barreto, aspirante a la Alcaldía de Ibagué por Nueva Fuerza Democrática, y Mauricio Jaramillo (hermano del actual ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo), quien busca la gobernación del Tolima.
¿La personería jurídica de Nueva Fuerza Democrática no está en firme?
Pasaron 17 años para que Pastrana recuperara la personería de su partido, argumentando haberla perdido en 2006 por el conflicto armado que, según él, impidió darle continuidad a las actividades políticas. El exmandatario se amparó en la sentencia SU-257 de 2021, que busca constituir movimientos que posean condiciones de violencia igual o similares a las del Nuevo Liberalismo, para recobrar el aval.
Sin embargo, algunas voces señalan que este argumento no es del todo cierto y que la colectividad se desintegró por la pérdida de fuerza del partido. Después de obtener 400.000 votos en su lista al Congreso en 1991, obteniendo nueve curules en el Senado, y ser una de las colectividades que avaló la aspiración presidencial de Pastrana, el movimiento se fue desintegrando y algunos de los “disidentes”, como Efraín Cepeda (actual presidente del Partido Conservador) regresaron al conservatismo puro para continuar sus proyectos políticos. En 2006, el CNE les retiró la personería al no lograr el umbral de los 200.000 sufragios necesarios en ese entonces para mantener la personería.
Es por esto que el Consejo de Estado se encuentra estudiando una demanda de nulidad contra Nueva Fuerza Democrática para determinar si en verdad la violencia en el país fue determinante para el exterminio de la colectividad. De acuerdo con el abogado Juan Manuel Urueta, quien radicó la demanda, en este movimiento no se “hacen referencia a condiciones de violencia que conlleven un ataque sistemático con un designio metódico de exterminar la agrupación política, a través del homicidio con fines terrorista de su Director y principales líderes”.
¿Y Gaviria, Uribe, Santos y Duque?
El expresidente Uribe sabe que tiene el reto de consolidar al Centro Democrático para estas elecciones y que juegan como partido opositor en medio de un gobierno de izquierda. El partido, fundado en 2013 para hacerle oposición a Juan Manuel Santos, espera que, con los más de 6.700 candidatos avalados, pueda hacerse con el poder regional.
Por esto, el exmandatario ha estado de gira por el país, demostrando su apoyo a sus candidatos, manifestando su descontento con el gobierno Petro y promocionando una consulta popular en contra de las reformas sociales que están en trámite en el Congreso. Después de su declive en las legislativas del año pasado, en las que lograron 30 sillas en el Congreso, es decir, 21 escaños menos que en 2019, buscan recomponer sus fuerzas en las regiones y medir su caudal político.
Ese objetivo también lo tiene Gaviria con su Partido Liberal. Eso sí, tiene ventaja, pues fue el partido más votado en 2022 y aunque en este año ha tenido sus roces con la bancada y su “pelea” con el CNE, los liberales son nuevamente, como hace cuatro años, la colectividad con mayor número de aspirantes para los comicios territoriales: 11.632.
Santos ha manifestado que se encuentra alejado de lo electoral. Aunque desde el Partido de la U se habló de postularlo como su próximo presidente, luego de que Dilian Francisca Toro renunciara y se acogieran a un cuerpo colegiado temporalmente, esta propuesta no prosperó. Santos tendría en la mira la Secretaría General de la ONU, actualmente ocupada por Antonio Guterres.
Ahora bien, Duque también tendría su influencia en el Centro Democrático, al punto de que hubo divisiones en la bancada a la hora de apoyar candidatos. Fue el caso para la Gobernación de Cundinamarca, pues mientras un ala se iba por Nancy Patricia Gutiérrez, otra (más cercana a Duque) pedía a Jorge Emilio Rey. Finalmente, Gutiérrez obtuvo el apoyo.
En menos de un mes se verá cuál será el rendimiento de los partidos políticos para estas elecciones, que tienen la particularidad de ser las primeras bajo un mandato nacional de izquierda y contar con un alto número de actores políticos: 128.105 candidatos avalados por 35 partidos, más del doble que en 2019 cuando hubo 16 organizaciones participando. De igual forma, está por verse qué tanta fuerza tienen los expresidentes para ganarse al electorado.
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