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“Voy a acabar con esta mafia politiquera, que lo único que sabe hacer es robar”
Invito a los colombianos a votar por mí, en primer lugar, porque yo voy a llegar al gobierno sin deberle nada a nadie, y por eso nadie me va a controlar. Yo he ganado mi propio dinero, no necesito el de otros. Mi gobierno será por y para el pueblo colombiano, no para estarle pagando favores a nadie. Por el contrario, mientras los otros no harán más que ver cómo devolver favores y cumplir compromisos sacándole plata de su bolsillo, es decir, de los impuestos que usted ha pagado, yo trabajaré es para poner plata en su bolsillo. Toda mi vida me he dedicado a trabajar duro y crear empleos, y eso es lo que seguiré haciendo en mi presidencia.
En segundo lugar, yo no me voy con rodeos, mi discurso puede parecer simple, pero es que los principales problemas de nuestra sociedad lo son. Hasta que no les quitemos la chequera a los ladrones y le pongamos un fin a la corrupción, Colombia no va a poder avanzar, ni dar respuesta a las necesidades de su gente, ni ayudar a salir de la pobreza a quienes hoy no tienen más salida que resignarse. Yo voy a acabar con esta mafia politiquera, con toda esta vieja politiquería que lo único que sabe hacer es robar lo que es del pueblo colombiano.
En tercer lugar, yo sé cuál es el rol de un presidente: un presidente debe saber dirigir y administrar. Y yo tengo más de 50 años de experiencia en esto, y sé escuchar a los expertos que me rodean, para poder dirigirlos hacia el camino correcto. Finalmente, los invito a votar por mí para mantener viva la democracia, para que en cuatro años volvamos a tener elecciones.
“El país que soñamos no es un imposible. Compartan este sueño conmigo, lo mejor está por venir”
El pasado 29 de mayo, Colombia votó de manera mayoritaria por el cambio. Votó por la esperanza de una transformación como nación. Votó por el país que queremos: próspero, pacífico, unido (…) Una nación que anhela convertirse en potencia mundial de la vida. Hoy asistimos una vez más al llamado ciudadano del grito de la libertad en las urnas, que definirá quién deberá asumir las riendas y hacer realidad esa nación que soñamos.
Colombia debe escoger hoy cuál es el cambio que prefiere. No se trata de elegir entre candidatos o partidos. Debemos decidir si queremos avanzar o, lo que es peor que mantener las cosas como están, retroceder. Ha llegado el momento de votar con firmeza, con tranquilidad, con alegría, con ganas, con decisión. ¡Hoy, 19 de junio, tenemos una oportunidad histórica de cambiar a Colombia de verdad!
Si ustedes me eligen como su presidente, tengan la certeza de que gobernaré para hacer realidad ese sueño de una Colombia mejor y lo haré con respeto por nuestra Constitución y las leyes. Gobernaré desde el amor, por y para los más de 50 millones de colombianos y colombianas, sin distingo de raza, religión, ideología o credo. Gobernaré para la juventud, para los hombres y mujeres, viejas y viejos, que conforman nuestra amada Colombia.
Este 19 de junio, me dirijo con humildad a quienes aún dudan, a quienes eligieron otra opción el 29 de mayo. Les pido que pensemos primero en ese sueño que compartimos todos por un mejor país y se sumen a esta apuesta por un nuevo comienzo en la historia de nuestra adolorida Colombia. Los invito a que, unidos, podamos recuperar la dignidad de nuestro país, a que progresemos y podamos vivir sabroso, como dice Francia Márquez.
Mi promesa con el pueblo colombiano es que, si asumo la jefatura de Estado, volveré a unir a nuestra nación. No es momento de mantener dividido al país y permanecer en este ciclo de violencia que tanto daño nos ha hecho. Mi gobierno será un gobierno de paz, uno que dejará atrás la guerra y trabajará por llevar la armonía a cada rincón de nuestro país.
Gobernaré con consenso. Realizaremos diálogos regionales creando un Gran Acuerdo Nacional que nos oriente hacia los cambios que Colombia necesita para lograr la paz y el progreso. Nuestra propuesta de cambio nos convoca a todos y todas a unir fuerzas para empezar a crecer con transparencia, con respeto a los derechos, con igualdad, con democracia, paz y solidaridad.
Hemos hecho una campaña con mucha pasión. Visitamos cientos de lugares y recorrimos el país entero, de norte a sur, de oriente a occidente, conociendo de cerca lo que les preocupa a ustedes. Escuchamos a los campesinos, a los pescadores, a las amas de casa, a los caficultores, a los empresarios, a los emprendedores, a la juventud, a las mujeres. Escuchamos con gusto y con atención para tomar nota y entregarles la mejor propuesta de gobierno que atienda de verdad sus necesidades.
Nuestra propuesta es de transformación tranquila y a paso seguro, que busca sentar las bases para un futuro promisorio, en el que todos y todas logremos mejorar nuestras condiciones para vivir. Para que el pequeño empresario encuentre en el Estado el apoyo para no quebrar; para que los niños no mueran por desnutrición y puedan crecer sanos y felices; para que los viejos y viejas, nuestros padres, madres y abuelos, vivan con la dignidad que merecen por haber levantado este país a pesar de la violencia y la guerra.
Puedo decir, con orgullo y convicción, que conozco el país que quiero. Francia Márquez y yo tenemos la preparación y el conocimiento para liderar la construcción de la Colombia que nos hemos prometido en la Constitución de 1991.
Como lo ha sido en los más de 30 años sirviendo al país desde la política, mi deseo es disminuir la pobreza, construir una Colombia más igualitaria, cerrar las brechas económicas entre las mujeres y los hombres, priorizar la transición energética responsable de cara al futuro. El país que soñamos no es un imposible. Compartan este sueño conmigo. Debemos tener la convicción de que lo mejor está por venir.
A todos los ciudadanos y ciudadanas los invito a votar por el cambio por la vida que hemos propuesto, a depositar en las urnas la confianza por el futuro de sus hijos e hijas. A toda la militancia la invoco a cuidar la democracia. Estamos a pocas horas de tener el primer gobierno progresista en la historia de Colombia y nuestro compromiso es compartir con el resto del país esa esperanza que nos ha llevado hasta donde estamos hoy.
¡Te quiero mucho, Colombia! ¡Me llamo Gustavo Petro y quiero ser su presidente!