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La elección del nuevo Congreso está a la vuelta de la esquina y esta campaña se ha caracterizado por las múltiples candidaturas que no representan partidos tradicionales, sino movimientos alternativos o que se conformaron hace poco. Para conocer mejor algunas de esas aspiraciones, así como las tendencias que representan, este jueves se llevó a cabo un nuevo debate de candidatos al Congreso en el auditorio de la Universidad Eafit, en Medellín.
En la capital antioqueña, doce candidaturas de diferentes inclinaciones políticas se dieron cita para discutir sobre tres ejes (justicia, medio ambiente y educación), aunque hubo espacio para conocer sus posturas sobre varios temas de coyuntura. Los asistentes al debate fueron Elizabeth Giraldo (Estamos Listas); Sandra Borda (Nuevo Liberalismo); María José Pizarro (Pacto Histórico); Erika Ibargüen (Coalición Centro Esperanza); Andrés Guerra (Centro Democrático); Álex Velásquez (Cambio Radical); Luis Fernando Meza (SOS Colombia); Manuel Antonio Virgüez (Partido MIRA); Ómar de Jesús Restrepo (Comunes); Luis de la Hoz (Movimiento Gente Nueva); Carlos Ignacio Cuervo (Salvación Nacional) y Carlos Enrique Gil (Movimiento Unitario Metapolítico).
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En el primer segmento, sobre justicia y democracia, se discutió sobre la forma de elección de las cabezas de los entes de control. En ese aspecto, varios candidatos coincidieron en la necesidad de reformar no solo la justicia sino la forma en que se escogen los jefes de la Fiscalía, Contraloría, Defensoría y Procuraduría. “No puede ser que los entes de control sean escogidos por las mismas personas a las cuales ellos van a vigilar. Vamos a poner al ratón a cuidar el queso. Así ha funcionado siempre y no puede seguir así”, dijo Meza, de SOS Colombia.
Aunque todos se pronunciaron a favor de hacer esa modificación, la académica Sandra Borda pidió rigurosidad en el tema porque “la elección Popular de este tipo de organismos nos metería en un problema grande”. Según dijo la candidata del Nuevo Liberalismo, si bien todos criticaron la forma en que funciona el congreso, hay un problema con la elección popular de esos organismos y es que están creados para la defensa de los derechos. “La defensa de los derechos no es un asunto de mayorías, por eso uno no puede someter a referendo la defensa de los derechos de las mujeres o de la población LGTBI. Hay que proteger a las minorías del deseo de las mayorías”, agregó.
En el segundo bloque, sobre desarrollo, el cuestionamiento fueron los planes de cada candidato para preservar y cuidar el medio ambiente. Cada uno mencionó sus propuestas, pero lo más significativo ocurrió en la sección de respuestas de “Sí” y “No”. A la pregunta de si estarían de acuerdo con la prohibición de licencias ambientales cerca de territorios naturales protegidos, todos los candidatos respondieron que estarían a favor de la restricción.
También hubo plena sincronía en la pregunta de si los candidatos y sus bancadas estarían dispuestos a apoyar el trámite de la ley que propuso el Movimiento Nacional Ambiental para atender al llamado de la Corte Constitucional sobre democracia ambiental con una perspectiva de autonomía territorial y participación ciudadana con real incidencia. Todos respondieron que la apoyarían, algo que llamó la atención por la presencia de partidos que históricamente le han dado la espalda al medio ambiente.
Donde sí hubo divergencia fue en la pregunta sobre el uso de glifosato contra cultivos ilícitos. Allí se evidenciaron claramente las tendencias de los candidatos, pues Borda, Ibargüen, Restrepo, De la Hoz, Giraldo, Pizarro, Meza y Virgüez dijeron que no, mientras que Cuervo, Gil, Guerra y Velásquez respondieron que sí.
El tercer apartado fue sobre educación y cultura y el principal cuestionamiento fue sobre cómo disminuir la desigualdad frente al acceso al sistema educativo. Al respecto, Virgüez propuso tener un satélite para educación: Velásquez planteó la necesidad de actualizar la ley de educación; Restrepo puso sobre la mesa la necesidad de destinar más recursos para mejorar la calidad de educación; Pizarro sugirió educación gratuita universal y reformar el Icetex.
Por su parte, Meza señaló que lo primero es garantizar nutrición y acceso a internet; Ibargüen propuso la implementación de una cátedra étnica y mejorar el acceso de las mujeres a la educación; Guerra anticipó que presentaría un proyecto de ley para que sea política pública conectar las escuelas urbanas y rurales de todo el país; Giraldo le apostaría a que haya garantía plena de derechos y se fortalezca la educación superior; para Gil, es vital unir educación y cultura, y De la Hoz, destacó que se mejoren las fuentes productivas para que la educación sea sinónimo de empleo.
Finalmente, Cuervo manifestó que su objetivo es que la educación se concentre en el desarrollo científico y técnico, mientras que Borda, quien por más de 15 años fue docente en la Universidad de los Andes, señaló que la educación profundiza las desigualdades y que por tanto es necesario invertir más y de mejor forma en la educación pública.
