Ingrid Betancourt parece hoy estar más cerca del uribismo que del centro, que desde el 13 de marzo busca cómo remontar los resultados adversos de las elecciones legislativas y de consultas presidenciales. Esta semana se confirmaron los acercamientos entre la candidata presidencial de Verde Oxígeno y el Centro Democrático, algo que no cayó nada bien ni entre los miembros de la Coalición Centro Esperanza ni a los dos congresistas electos por Verde Oxígeno: Humberto de la Calle (Senado) y Daniel Carvalho (Cámara de Representantes).
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Los congresistas electos por Verde Oxígeno suscribieron un comunicado en conjunto en el que rechazaron la idea de unir fuerzas con el uribismo. “Manifestamos nuestra sorpresa y total desacuerdo con las recientes declaraciones de Ingrid Betancourt”, escribieron De la Calle y Carvalho, algo a lo que por ahora no ha dado repuesta Betancourt.
Lo que sí contestó la candidata presidencial de Verde Oxígeno fue un misterioso trino que no iba dirigido a ella. El mensaje fue publicado por Alejandro Gaviria, quien aspiró a la Presidencia por la Centro Esperanza y ahora hace parte del equipo con el que Sergio Fajardo, candidato presidencial de esa coalición, busca sacudirse de la mala votación del 13 de marzo y pasar a la segunda vuelta presidencial.
El exministro de Salud escribió “Hipócrita y oportunista...”, en un mensaje que no tenía ninguna etiqueta ni decía algo relacionado con Ingrid Betancourt. Sin embargo, estas fueron palabras que ya le había dicho Gaviria a Betancourt, por lo que la candidata presidencial se sintió aludida y lo respondió diciendo que “esta es la cultura de la violencia y la intolerancia que lleva a justificar acomodarse con la corrupción”. También afirmó que “las maquinarias, no tienen ideologías” y en un confuso remate del mensaje escribió: “Hoy con el uno, mañana con el otro. ¿No aprendiste la lección?”.
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Este es el más reciente episodio de una larga lista de desencuentros entre Betancourt y Gaviria que derivaron en la salida de la la candidata de Verde Oxígeno de la coalición de centro. Todo empezó justamente con el tema de las maquinarias en un debate presidencial, en el que Betancourt le recriminó con dureza a Gaviria algunas adhesiones que estaban aterrizando en su campaña, como los senadores Miguel Ángel Pinto (Partido Liberal) y Germán Varón Cotrino (Cambio Radical), que pertenecen a lo que Betancourt viene encasillando desde entonces como “maquinarias”.
Esa fue la primera vez que Gaviria, también exrector de la Universidad de los Andes, le dijo “hipócrita” y “oportunista” a Betancourt, y el tema escaló tanto que llegó a poner en jaque los avales y apoyos en la Centro Esperanza. No obstante, en otro debate presidencial en Barranquilla, ambos candidatos posaron para una fotografía en la que incluso chocaron las manos, por lo que se había dado por cerrada la controversia que hoy revive por cuenta de los acercamientos al uribismo.
Pese a la reconciliación, desde ese momento Betancourt afirmó que seguiría compitiendo en solitario la carrera hacia la Casa de Nariño. De hecho, se ha mantenido en que llegará sola hasta la primera vuelta y se ha descartado un posible regreso a la alianza grande de centro, que lidera Fajardo. De ahí la sorpresa en el mundo político, y aún más entre los congresistas electos por Verde Oxígeno, por los acercamientos que calificaron como “a todas luces incoherentes”.
”Somos enfáticos en decir que las ideas del expresidente Uribe contradicen a fondo nuestras convicciones y visión de país”, manifestaron los congresistas de la colectividad que renació el año pasado y por la que ya había aspirado Betancourt a la Presidencia en 2002, cuando fue secuestrada por la extinta guerrilla de las Farc.
