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Las regiones que le dieron la victoria a Petro

El país de la periferia y la capital coronaron a Gustavo Petro. Además de Bogotá, el Valle, Atlántico, Nariño y Cauca fueron los que sumaron más votos.

Laura Angélica Ospina y Felipe García Altamar

20 de junio de 2022 - 09:00 p. m.
Las costas Pacífica y Caribe, así como la capital, fueron claves en el triunfo del gobierno electo.
Foto: GUSTAVO TORRIJOS
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Las encuestas erraron. El voto finish que auguraron las estadísticas y suponía el escenario más difícil para el país finalmente no fue una realidad. En cambio, Gustavo Petro se impuso con el 50,44 % de los apoyos. Con tres puntos porcentuales por encima sobrepasó a Rodolfo Hernández, que sacó 47,31 %. Fueron 700.601 votos de diferencia entre ambos candidatos, y si bien este resultado refleja apenas el preconteo (sin valor jurídico), es un hecho que la ventaja fue contundente.

Además de eso, las cifras que hasta ahora ha entregado la Registraduría evidencian cuáles fueron las regiones que le dieron la victoria a Gustavo Petro. El recién elegido presidente y Francia Márquez, vicepresidenta, lograron aumentar 2’753.245 millones de votos de la primera a la segunda vuelta. Pues bueno, de esos, 1’794.447 de provinieron de 16 departamentos de la periferia que, sumados al incremento que tuvo en Bogotá, impulsaron su candidatura. En la capital tuvo un aumento de 484.326 votos, el incremento más alto en las zonas en las que ganó. El Valle le dio más de 250.000 votos y Nariño logró 158.000 votos de más.

Por su lado, Rodolfo Hernández también sumó muchas más papeletas, en comparación con la primera vuelta, como los 145.000 votos más que sacó en Tolima, los 88.000 que aumentó en su natal Santander y los 189.000 que creció en Norte de Santander. Todo esto indica que, aunque Quindío y Risaralda se voltearon en segunda vuelta para irse con Hernández, tanto para el bumangués como para el electo presidente la participación mayoritaria del pasado domingo fue clave para engrosar sus respaldos.

En la primera vuelta Petro ganó en el Quindío, con el 31 % de los votos. No obstante, en ese momento solo ganó en Armenia (49.824 votos) y La Tebaida (5.330 votos), y el resto del departamento se dividió entre Federico Gutiérrez y Rodolfo Hernández. En la segunda vuelta Petro perdió pues en todo el departamento las mayorías apoyaron a Hernández. En Armenia logró más de 83.000 votos y en La Tebaida más de 8.000. Ocurrió lo mismo en Risaralda, un territorio conservador que apostó por Petro en primera vuelta, pero en la segunda perdió el apoyo de ese territorio, que terminó respaldando a Hernández.

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En Arauca Petro perdió en ambas vueltas. En la primera todos los departamentos apoyaron a Rodolfo Hernández, pero en segunda logró el apoyo de Fortul. Ahí ganó con 50,68 %, que representa 3.411 votos, es poco comparado con los votos que ponen municipios araucanos como Saravena, Arauca y Tame.

En Antioquia, la región llamada a desequilibrar la elección teniendo en cuenta que fue la única en que ganó Federico Gutiérrez en primera vuelta (1,3 millones de votos), 19.471 ciudadanos que no acudieron a la cita con las urnas en primera vuelta lo hicieron para la segunda. Allí el voto en blanco tuvo 58.875 votos en primera vuelta y 86.367 en la segunda, y en términos generales la votación de “Fico”, exalcalde de esa ciudad, se fue en su totalidad hacia Rodolfo Hernández, quien había logrado 521.390 apoyos en primera vuelta y en la segunda registró 1,8 millones de votos.

El mapa electoral de Antioquia no tuvo mayores variaciones. Los municipios que votaron por “Fico” o por Hernández le dieron de nuevo su respaldo al exalcalde de Bucaramanga, a excepción de algunos en los que ganó Petro en primera y segunda vuelta como Apartadó (25.695 votos en primera y 33.732 en segunda); Turbo (pasó de 19.587 a 26.996 votos), Chigorodó (9.177 y 12.700 votos, respectivamente), entre otros.

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Entonces, la teoría que tenían muchos analistas de que el rechazo de Hernández al respaldo uribista le iban a costar votos en Antioquia no resultó cierta. Sí le pudieron costar algunos apoyos sus salidas en falso en temas religiosos y sobre algunas de propuestas, así como la decisión de campaña de que ni Hernández ni su fórmula presidencial, Marelen Castillo, hicieran apariciones públicas como debates o entrevistas.

Foto: Diseño

Por Felipe García Altamar

Bogotano. Periodista de Uninpahu. Vinculado a El Espectador desde 2014. fgarcia@elespectador.com
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