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A menos de tres semanas de la segunda vuelta presidencial, Transparencia por Colombia pone sobre la mesa la necesidad de que los candidatos y la ciudadanía reflexionen sobre el uso del discurso anticorrupción por parte de las campañas.
Este miércoles, la organización no gubernamental comunicó que ser un abanderado de la lucha contra la corrupción es una responsabilidad de cara al poder público que tanto Gustavo Petro como Rodolfo Hernández están buscando al postularse como opciones para ocupar la Presidencia entre 2022 y 2026.
Por un lado, la entidad reiteró que hablar de este compromiso no solo es atractivo en la contienda por el máximo poder ejecutivo, sino que además va más allá de ella puesto que es la expresión “del descontento con la forma como se ha gobernado al país”. “. Desde hace más de una década, distintas encuestas e indicadores muestran la profunda preocupación que la corrupción genera en la ciudadanía, contextualizó Transparencia por Colombia.
Muestra de esto fue la alta votación que obtuvo en 2018 la Consulta Popular Anticorrupción: más de 11 millones de personas reiteraron con su voto la urgencia de reformar instancias de los trámites en Colombia para evitar la corrupción. La organización catalogó este hito como un “llamado público a actuar de manera decidida en contra el abuso del poder”. Asimismo, hizo referencia al Paro Nacional de 2019 y 2021, acontecimiento que demostró, según Transparencia por Colombia, “el sentimiento de estancamiento y frustración ciudadana ante la falta de resultados efectivos” de cara a la reforma tributaria que en el primer trimestre de 2021 promovió el hoy exministro Alberto Carrasquilla.
Además de esto, la entidad expresó que luchar contra la corrupción implica el fortalecimiento y el respeto por la democracia, los derechos humanos, la equidad, el medio ambiente, y el progreso económico. Así las cosas, aunque no hizo referencia explícita a la campaña del ingeniero Rodolfo Hernández, Transparencia por Colombia afirmó que en varios países, “el discurso anticorrupción favoreció el triunfo de candidatos no vinculados a poderes tradicionales, y su uso equivocado ha justificado la afectación derechos fundamentales y garantías democráticas”.
En esa lectura, cabe recordar que Hernández, exalcalde de Bucaramanga, ha enfocado su campaña presidencial como el político de la antipolítica, el empresario que busca el poder pero se aleja de los dirigentes tradicionales, uno de los candidatos de la anticorrupción y quien tacha a muchos de quienes hacen parte del establecimiento como los culpables de la corrupción estatal.
Por cuenta de la mal utilización del discurso anticorrupción, Transparencia por Colombia hace el llamado para evitar la “falsedad” frente a cómo se combate este fenómeno: “La lucha contra la corrupción no puede ser usada para debilitar la institucionalidad democrática. Transparencia por Colombia hace un llamado a las candidaturas presidenciales a asumir una alta responsabilidad al usar el discurso anticorrupción, y a la ciudadanía a tener presente esa misma responsabilidad al momento de decidir. El próximo Presidente de la República tiene la gran tarea de superar una década de estancamiento en el avance de la lucha contra la corrupción, y de responder a una gran expectativa por parte de una ciudadanía que está exigiendo resultados, pero siempre en el marco del respeto de los principios democráticos y de los derechos humanos”, indicó.
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