Así lo reveló el documento del Sistema de Información de Agresiones contra Defensores y Defensoras de Derechos Humanos en Colombia, de Somos Defensores, el programa no gubernamental de protección a defensores de derechos humanos, para 2011.
En promedio, cada 36 horas era agredida una de estas personas y cada 8 días ocurría un asesinato. Por género, de los 239 defensores afectados en 2011, el 77% eran hombres y el 23% mujeres. Concretamente, en cuanto a los 49 asesinatos, el 86% corresponde a hombres (42 casos) y el 14% a mujeres (7 casos).
El informe recalca que los más amenazados fueron los defensores y líderes pertenecientes a organizaciones de víctimas, desplazados y reclamantes de tierras. Como presuntos autores de las agresiones se registra, en la mitad de los casos, a grupos paramilitares, mientras que en el 29% de los casos corresponden a desconocidos.
Por regiones, las zonas donde ocurren más agresiones son Antioquia, Valle, Sucre, Atlántico, Risaralda y Caquetá. Sin embargo, en 2010 estos departamentos no tuvieron un número tan elevado de agresiones, por lo que el informe concluye que hay un incremento significativo en la violencia.
En el informe, los defensores de DD.HH. se quejan de una “lentitud en la respuesta efectiva del Estado frente a las agresiones (...), más cuando se han creado nuevas instituciones y decretos para regular y mejorar los mecanismos de protección”.
Según el documento, el cambio en la dirección del Gobierno se percibía como favorable, al igual que el hecho de que la Ley de Víctimas y las declaraciones de funcionarios del Ejecutivo mostraran una transformación importante para los defensores, pero las agresiones “despertaron de nuevo la desconfianza sobre la utilidad del proceso”.