En busca del acuerdo de víctimas

Los equipos negociadores del Gobierno y las Farc vuelven hoy a La Habana (Cuba) con un derrotero claro: alcanzar un acuerdo en el quinto punto de la agenda de diálogos, que corresponde a la satisfacción de los derechos de las víctimas. A su turno, la subcomisión para el fin del conflicto deberá avanzar en la ruta mediante la cual se decretará un cese bilateral del fuego, que en principio regiría antes del 24 de diciembre.

Frente al acuerdo sobre derechos de las víctimas, el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, y su contraparte en la mesa, Iván Márquez, han informado que se está muy cerca de sellar un acuerdo definitivo. Valga recordar que el sistema de justicia especial para la paz, que se dio a conocer en septiembre pasado, y del cual se hizo público un comunicado, es la columna vertebral de dicho punto. En este aspecto, fuentes consultadas han informado a este diario que lo concerniente a la reparación económica de las víctimas se ha constituido en el principal obstáculo para firmar el acuerdo.

De otro lado, están las labores que desempeña la subcomisión para el fin del conflicto, integrada por miembros de la Fuerza Pública activos, jefes militares de las Farc, y un experto en desmovilización, desarme y reintegración de Naciones Unidas. El grupo de trabajo sesiona con el tiempo en su contra, pues las partes plantearon públicamente la posibilidad de que el cese bilateral del fuego empiece a regir antes de que culmine el año.

En ese escenario, la preocupación ha estado en la necesidad de acordar cómo funcionará el sistema de verificación internacional, que según ha trascendido, estará a cargo de Naciones Unidas. Sin embargo, el principal desacuerdo consiste en que las partes no han concretado la manera en la que se llevaría a cabo la concentración de las unidades guerrilleras. Aunque las Farc han hablado de los llamados “Terrapaz”, que se crearían en zonas de histórica presencia guerrillera, la negativa del Gobierno ha sido rotunda.

Es en este punto donde se unen el sistema integral de justicia y la ruta de cese bilateral del fuego, pues una propuesta que ronda la mesa es que la restricción efectiva de la libertad se haga en estos territorios donde las Farc se concentrarían. Incluso, el expresidente y senador Álvaro Uribe sorprendió ayer con la propuesta de que sea en colonias penales agrícolas donde la guerrilla salde sus cuentas con la justicia.

Y es que más allá de que la propuesta del exmandatario sea o no aceptada, lo que queda claro es que ha cambiado sus inamovibles sobre la paz y empieza a meterse de lleno en la discusión sobre los términos de una salida negociada al conflicto armado.

En medio de este panorama, los negociadores de las partes regresan hoy a la mesa de diálogos con la premisa de avanzar y buscar consensos en los puntos aún de desencuentro, para cumplir con la contrarreloj trazada: firmar el acuerdo final de paz antes de abril de 2016.

Los equipos negociadores del Gobierno y las Farc vuelven hoy a La Habana (Cuba) con un derrotero claro: alcanzar un acuerdo en el quinto punto de la agenda de diálogos, que corresponde a la satisfacción de los derechos de las víctimas. A su turno, la subcomisión para el fin del conflicto deberá avanzar en la ruta mediante la cual se decretará un cese bilateral del fuego, que en principio regiría antes del 24 de diciembre.

Frente al acuerdo sobre derechos de las víctimas, el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, y su contraparte en la mesa, Iván Márquez, han informado que se está muy cerca de sellar un acuerdo definitivo. Valga recordar que el sistema de justicia especial para la paz, que se dio a conocer en septiembre pasado, y del cual se hizo público un comunicado, es la columna vertebral de dicho punto. En este aspecto, fuentes consultadas han informado a este diario que lo concerniente a la reparación económica de las víctimas se ha constituido en el principal obstáculo para firmar el acuerdo.

De otro lado, están las labores que desempeña la subcomisión para el fin del conflicto, integrada por miembros de la Fuerza Pública activos, jefes militares de las Farc, y un experto en desmovilización, desarme y reintegración de Naciones Unidas. El grupo de trabajo sesiona con el tiempo en su contra, pues las partes plantearon públicamente la posibilidad de que el cese bilateral del fuego empiece a regir antes de que culmine el año.

En ese escenario, la preocupación ha estado en la necesidad de acordar cómo funcionará el sistema de verificación internacional, que según ha trascendido, estará a cargo de Naciones Unidas. Sin embargo, el principal desacuerdo consiste en que las partes no han concretado la manera en la que se llevaría a cabo la concentración de las unidades guerrilleras. Aunque las Farc han hablado de los llamados “Terrapaz”, que se crearían en zonas de histórica presencia guerrillera, la negativa del Gobierno ha sido rotunda.

Es en este punto donde se unen el sistema integral de justicia y la ruta de cese bilateral del fuego, pues una propuesta que ronda la mesa es que la restricción efectiva de la libertad se haga en estos territorios donde las Farc se concentrarían. Incluso, el expresidente y senador Álvaro Uribe sorprendió ayer con la propuesta de que sea en colonias penales agrícolas donde la guerrilla salde sus cuentas con la justicia.

Y es que más allá de que la propuesta del exmandatario sea o no aceptada, lo que queda claro es que ha cambiado sus inamovibles sobre la paz y empieza a meterse de lleno en la discusión sobre los términos de una salida negociada al conflicto armado.

En medio de este panorama, los negociadores de las partes regresan hoy a la mesa de diálogos con la premisa de avanzar y buscar consensos en los puntos aún de desencuentro, para cumplir con la contrarreloj trazada: firmar el acuerdo final de paz antes de abril de 2016.